Seguimos con el numerito de
las entrevistas. La de esta pasada semana ante el ateo Scalfari tiene tantas
respuestas problemáticas y probablemente graves en boca de un Pontífice, que se
han disparado las interpretaciones de los que no quieren decir que están
preocupados, pero en el fondo les preocupa que un Papa diga estas cosas. Unos
que por su parte esconden la cabeza y niegan la existencia del problema; otros
que dicen que no quiso decir lo que dijo; otros que dicen que la transcripción
no es exacta. Mientras que el propio portavoz Padre Lombardi admite que lo
publicado de la entrevista responde a lo que dijo Francisco, otros empiezan a
hacer circular la voz de que no hubo transcripción y por tanto no hay palabras
exactas en las respuestas. Bla, bla, bla.
Yo soy un pobre fraile que no
entiende de nada, pero aplicando la pura lógica, yo digo una cosa: En esta
semana que ha transcurrido desde la desgraciada entrevista, si el Papa no ha
desmentido sus palabras y si la Oficina de Prensa del Papa no ha dicho con
energía que se trata de una burda mentira del ateo de turno, que ha puesto en
boca del Papa palabras inexactas, es que lo dicho se puede tomar como
dicho. Ni más ni menos. Dejémonos de echarle la culpa al mensajero. Y realmente,
como se desprende de las diversas reacciones de muchos cristianos que no
quieren ser avestruces, mucho de lo dicho y expresado es grave.
Intencionalmente o no (eso no lo puedo saber), pero es grave. Y en boca de un
Sumo Pontífice, infinitamente grave.
No se puede decir a la ligera
y de forma tan superficial, que Dios no es católico. Estas palabras, tomadas
así, tienen tanto tufillo populista, deseoso de agradar a ciertos lectores y
oyentes, un guiño de complicidad al progresismo más anti-católico, que resultan
extremadamente dañinas para el catolicismo en general. Es inaudito que un Papa
diga esto. Y es obligación de los fieles advertirlo. Aunque sea tachado por los
avestruces de turno de no amar al papado o de no ser buen cristiano.
Yo digo que Dios sí es
católico. Y lo digo utilizando el argumento en sentido contrario.
Vamos a ver: A Dios no se le
puede añadir ningún calificativo en sí mismo, porque nada hay que se pueda
añadir a Dios como distinto de Él. Dios es el Ser por Esencia, y fuera de esto
no podríamos ni siquiera pensar en definir a Dios. Pero conocemos a Dios como
es, precisamente, porque ha querido revelarse. Y resulta que en la Iglesia
Católica, garante de la Revelación Divina, Dios tiene unos atributos, una
propiedades, que no tiene en absoluto en las demás religiones.
Por lo tanto, puedo decir con
toda propiedad que:
Dios no es budista: porque
para el budismo, no existe una entidad creadora o causa primera que se pueda
llamar dios. El budismo es ateo e incompatible con la mera noción de dios.
Dios no es animista: porque
para los animistas la divinidad está en las cosas inanimadas y no se refiere en
modo alguno a un dios personal.
Dios no es panteísta: porque
para el panteísmo, dios es toda la naturaleza que está confundida en la divinidad.
Dios no es Madre: Porque Dios
se ha revelado como Padre y así lo ha transmitido la Iglesia Católica.
Dios no es musulmán: Porque
Dios se ha encarnado en su Hijo Jesucristo, al que Mahoma no reconoce como
verdadero Dios y porque Dios es Trinitario, lo cual tampoco reconoce Mahoma.
Por muy religión “del Libro” que sea.
Dios no es judío (aunque
algunos lo quisieran): Porque el judaísmo no reconoce a Jesucristo como Mesías
y como Hijo de Dios. Y si es religión del Libro (majadería que se escucha constantemente),
lo será del libro del Antiguo Testamento, porque no reconocen el Nuevo
Testamento que la Iglesia Católica transmite como auténtica Palabra de Dios
revelada.
Dios no es protestante: porque
el protestantismo no reconoce la gracia sacramental, ni el perdón de los
pecados en el sacramento de la Penitencia. Ni la Tradición Sagrada de la
Iglesia. Ni la necesidad de las obras, junto con la fe, para salvarse. Ni el
sacrificio de la Misa, ni el Orden Sacerdotal.
Dios no es ortodoxo: Porque la
Iglesia ortodoxa no reconoce el Primado de Pedro y rechaza los Concilios
posteriores a los siete primeros; porque no acepta el Filioque, porque no
acepta la Inmaculada Concepción de María.
Dios no es el Pachamama:
Porque entre otras cosas eso es una solemne estupidez para pazguatos
neo-conversos a la Madre Tierra.
Dios no es kantiano, ni
hegeliano, ni leonardoboffiano, ni de la new age, ni…
Por el contrario: Dios es
católico. Sí. Porque Dios tal como es, se ha revelado exclusivamente en la
Iglesia Católica, Única Verdadera, que profesa las verdades de fe en el Credo
Niceno-Constantinopolitano. Por eso es la Única que lo ha revelado con toda
Verdad. Y porque todo el que niega alguna de las verdades de Fe expresadas en
este Credo, Credo Católico, no está hablando del Verdadero Dios.
Vamos a dejarnos de tonterías
y de cuentos. O se reconoce al verdadero Dios como el predicado y enseñado por
la Iglesia Católica, o por el contrario estamos hablando de un Dios FALSO.
Y a mí no me van a mover de
aquí ni la prensa religioso-avestruz, ni los hermenéuticos asustadizos, ni
nadie. Si el Papa no ha dicho esta frase, que la desmienta. Sería muy hermoso
comprobar que para el Papa el verdadero Dios es el Dios católico. Como siempre
lo ha sido.
Claro que con los amigos que
se frecuenta, no me extraña que al final, como decían en mi pueblo: el que se
junta con un cojo, si al año no cojea, renquea. A lo mejor, resulta que Dios es
Judío.
Artículo de Fray Gerundio (9 de octubre de 2013)
(Nota: La entrevista con el ateo Scalfari fue eliminada de la página web del Vaticano el 15 de Noviembre de 2013)