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sábado, 8 de marzo de 2014

¿Es válida la renuncia de Benedicto XVI como Papa?

Hay gente que se plantea si el Papa Francisco es o no el legítimo Papa; y piensa, incluso, que el Papa Benedicto XVI sigue siendo el verdadero Papa, pero que fue obligado a renunciar. Eso no es así. 

El Papa Benedicto XVI renunció a su condición de Papa porque quiso, libremente y sin ningún tipo de coacción. De alguna manera, él mismo ya estaba anticipando su posible renuncia en la entrevista que le hizo el periodista alemán Peter Seewald, y que fue recogida luego en el libro Luz del mundo, donde dice: "Si un Papa se da cuenta claramente de que ya no es capaz, física, psicológica y espiritualmente, para desempeñar las funciones de su cargo, entonces tiene el derecho y, en algunas circunstancias, también la obligación de renunciar".

Se podría pensar, y eso es así, que tal evento (de dimisión de un Papa legítimo) jamás se había producido en la historia de la Iglesia. No obstante, para hablar con rigor, habría que estar muy bien informado acerca de la historia de los Papas y habría que saber interpretar bien las situaciones concretas "anormales" que se han producido, 
situándose en el contexto histórico adecuado para poder entenderlas; y poder así discernir entre la verdad y el error. Para ello se necesitaría de expertos en el tema (y de expertos con fe). 


Las "dimisiones" de algunos Papas (muy escasos, por otra parte) no están muy claras. Se puede hacer uso de la wikipedia para informarse, pero no creo que sea el canal más adecuado para estos temas tan serios; puede ayudar, tal vez, como referencia inicial. Se requiere de una investigación mucho más profunda para abordarlos, que no es propia de un blog como éste. No obstante, diré algo al respecto, a partir de información sacada de la GER, básicamente.

Así, es preciso decir que de las renuncias papales que se conocen, que son poquísimas, sólo una fue "libre" la de Celestino V, un santo ermitaño de unos 85 años de edad, de nombre Pedro Angelario, llamado también Pedro de Morrone (porque se había retirado a una cueva del monte Morrone). Y digo "libre" (entre comillas) porque, de alguna manera casi fue obligado a aceptar la misión de Papa dado que, después de la muerte del Papa Nicolás IV (22 febrero 1288 a 4 de abril 1292) la sede papal llevaba vacante ya más de dos años. Y, sobre todo, había intereses políticos en juego, relacionados con el rey Carlos II de Nápoles. Su elección fue comunicada al anacoreta por el cardenal Pedro Colonna, una arzobispo, dos obispos y dos notarios que, postrados en tierra, le ofrecieron la tiara. El monje, en su profunda humildad y simpleza, intentó huir, pero a instancia de todos y especialmente de sus ermitaños, aceptó la elección, que tuvo lugar en Perusa el 5 de julio de 1294. Pero consciente de sus escasísimas dotes de gobierno e ignorancia de las cosas del mundo, renunció a su dignidad papal el 13 de diciembre del mismo año. Murió el 19 de mayo de 1296. Y fue canonizado por el papa Clemente V el 5 de mayo de 1313. En la bula de canonización, Clemente V dice que el nuevo santo era ad regimen universalis Ecclesiae inexpertus, reconociendo así que la razón de su renuncia era legítima. 

Pero bueno: sea de ello lo que fuere, lo cierto es que el Código de Derecho Canónico actual, promulgado por Juan Pablo II en Roma el 25 de enero de 1983 recoge esa posibilidad de renuncia de un modo explícito (en el apdo 332, nº2): "Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie". [1]

Queda claro, por lo tanto, que el actual Papa Francisco I es el verdadero y único Papa que tiene hoy la Iglesia. Eso no es discutible. Y por si todavía hubiese alguna duda al respecto, resulta que un año después de haber dimitido como Papa, el antiguo Papa Benedicto XVI, vuelve a insistir en la validez de su renuncia, respondiendo a unas preguntas que le hacen. Podemos leerlo en el siguiente enlace  en donde responde mediante una carta en papel impreso a Andrea Tornielli, periodista de Vatican Insider, que le había enviado tres preguntas sobre presuntas presiones y conspiraciones que lo habrían impulsado a la renuncia. 

Aunque el texto está en italiano, puede leerse también en español, mediante el traductor de Google, traducción que a veces se hace sola, si se ha configurado previamente el ordenador para esa tarea.

La primera se refería a las preocupaciones que existían acerca de la validez de su renuncia. La segunda a por qué seguía vistiendo el hábito blanco y usando el nombre papal y en la tercera se le preguntó si una cita de la carta enviada a Hans Küng sobre la amistad entre él y Francisco era literal



Ésta es la carta de respuesta del cardenal Ratzinger 
al Sr Andrea Tornielli, a los dos días de ser preguntado:

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Ciudad del Vaticano
02/18/2014

Estimado Sr. Tornielli

Gracias por su carta del 16 de febrero usted. Ésta es mi respuesta a sus preguntas:

1) No existe la menor duda sobre la validez de mi renuncia al ministerio petrino. Única condición de la validez es la plena libertad de la decisión. Las especulaciones sobre la invalidez de mi renuncia son simplemente absurdas.

2) Mantener el hábito blanco y el nombre Benedicto -nos escribió- es una cosa simplemente práctica. Al momento de la renuncia no había otros vestidos a disposición. Por lo demás, llevo el hábito blanco de forma claramente diferente al del Papa. También aquí se trata de especulaciones sin el mínimo fundamento.[2]

3) El prof. Küng citó literal y correctamente las palabras de mi carta a él dirigida[3]

Espero haber respondido con claridad y sencillez a sus preguntas.

Suyo en el Señor, Benedicto XVI

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[1] Tal vez habría que recordar que en el código de derecho canónico de 1917, tal posibilidad de renuncia papal no estaba contemplada (como no lo estuvo nunca anteriormente, aun cuando no hubiesen códigos canónicos completos escritos, ni en ese sentido ni en ningún otro. Al menos, a mí no me consta). En todo caso, pienso que se trata de un asunto de disciplina eclesiástica, que no tiene mayor trascendencia... ¿O sí la tiene?... Bueno, independientemente de cual sea la respuesta, lo cierto es que el anterior Papa Benedicto XVI se rigió, en su decisión, por el Código vigente en ese momento, de modo que resulta superfluo y una pérdida de tiempo, el seguir haciendo especulaciones al respecto.

[2] Ratzinger ya había indicado esto anteriormente: que seguiría manteniendo el nombre de Benedicto XVI (con el que aparece al final de la carta), que se llamaría "Papa emérito", a partir de su renuncia; y que seguiría vistiendo el hábito blanco, aunque simplificado con respecto al del Pontífice, es decir sin la "peregrina" y sin la faja.

[3] Éstas fueron las palabras de Ratzinger a Kung: «Estoy agradecido de poder estar unido por una gran identidad de visión y por una amistad de corazón al Papa Francisco. Hoy, veo como mi única y última tarea apoyar su Pontificado en la oración»