BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



jueves, 16 de julio de 2015

La Cruz "Comunista" o la Malicia y la Estupidez humanas llevadas al límite (1 de 2)

Hay que mirar varias veces esta foto para convencerse de que no se trata de ningún sueño. El Santo Padre, con una sonrisa en la boca, admitiendo un regalo de Evo Morales.


UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS
Para hacernos una idea de cómo piensa Evo Morales no tenemos más que ver y escuchar el siguiente vídeo de Youtube, de 5,09 min de duración. En particular, en el intervalo de tiempo que va desde 2:24 min a 3:02 min (unos 40 segundos aproximadamente), Evo Morales se declara a sí mismo como marxista-leninista y, además, con gran orgullo de serlo



Y lo deja muy claro, además, para que no quepa la menor duda al respecto, en el "regalo" que le hace al Santo Padre: un Cristo, en cuya base se encuentra la hoz y el martillo: Todos sabemos que cristianismo y comunismo son irreconciliables e incompatibles. Pero es que cuando el hombre se aparta de Dios, que es la Verdad, se hace -asimismo- incapaz de pensar con sana coherencia. En otras palabras, se vuelve majadero, memo, estúpido, mentecato, necio, imbécil, torpe, bobo, tontaina, borrego, iluso, zopenco, idiota e infeliz. Todo eso y mucho más. 


La iniquidad del pecado conduce a la idiocia de la razón. El hombre que elige el camino de la maldad y se aleja de Dios, por soberbia, se hace incapaz de conocer la verdad, por más que presuma de racional. Es racionalista, que no es lo mismo, un raciocinio que no proviene de su razón, sino de su libertad, la cual opta por cualquier cosa que el sujeto considere como buena para él ... ¡y eso es la verdad! ... Una verdad para uno que es mentira para otro. La libertad humana se convierte en el árbitro de lo bueno y lo malo. 

Es la dictadura del relativismo lo que hoy se vive. Como consecuencia, el ser humano se encuentra cada vez más lejos de la verdad, más lejos de Dios, más lejos del sentido de su vida y más lejos de su auténtica felicidad, aquélla que sólo se alcanza en el contacto con Jesús. La tristeza de nuestro mundo, de este mundo que se ha vuelto loco, proviene de su rechazo hacia Aquél que es su Señor y su Dios, es decir, del rechazo de Jesucristo.

La Cruz es el símblo de la máxima expresión de amor posible, un Amor que llevó a Dios, encarnado en la Persona de su Hijo, es decir, encarnado en Jesucristo, a dar su Vida por nosotros los hombres, por nuestros pecados, para poder así salvarnos, contando con nuestra colaboración. Antes eso era imposible, pues las puertas del Cielo estaban cerradas. Tal es el misterio de iniquidad del pecado, sólo superado por el misterior del Amor de Dios hacia nosotros.

La hoz y el martillo es el símbolo del odio, propio del marxismo-leninismo comunista, que basa toda su dialéctica de "progreso" en la lucha de clases. Todos saben -o deberían saber, aunque se calla- que el número de muertos bajo el regimen comunista, en la época de Stalin, sobre todo, fue del orden de cien millones (que se dice pronto).

¿Cómo se puede explicar que ese "Cristo comunista", que es una blasfemia y un insulto, se haya entregado como "regalo" al Santo Padre. Lo propio hubiera sido rechazarlo, porque supone una ofensa a la persona más querida, que es Jesucristo, y se supone que el Papa es el dulce Cristo viviente en la Tierra. ¿Cómo se puede soportar que insulten así a tu mejor Amigo, en tus propias narices, y con una repercusión a nivel mundial?
Se dijo, en un principio, que el papa Francisco le habia dicho: "Eso no ha estado bien", pero tal interpretación fue desmentida por el padre Lombardi


Y también por el propio Papa en el vuelo de regreso a Roma tras su visita apostólica a Ecuador, Bolivia y Paraguay, en el que concedió una rueda de prensa de 64 minutos a los periodistas que viajaron con él, respondiendo a diversas preguntas sobre sus declaraciones en la gira. Copio a continuación parte de esa rueda de prensa, la que hace relación al crucifijo de marras.


-Santidad, ¿qué sintió cuando vio esa hoz y el martillo con el Cristo encima que le ofreció el presidente Morales? ¿Dónde está ese objeto ahora?

- Es curioso, yo no conocía esto y no sabía que el padre Espinal era escultor y poeta encima, lo supe en estos días. Cuando lo vi para mí fue una sorpresa. 

- Segundo, se puede calificar como el género del arte de protesta. Por ejemplo, en Buenos Aires, hace algunos años fue exhibida una muestra de un escultor bueno, creativo, argentino que ahora está muerto. Era arte de protesta y yo recuerdo uno que era un Cristo Crucificado sobre un bombardero que iba bajando. Era una crítica del cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea. Entonces primero yo no sabía nada, segundo yo lo calificaré como arte de protesta que, en algunos casos, puede ser ofensivo.

- Y tercero: el Padre Espinal fue asesinado en el año 80. Era un tiempo en el que la teología de la liberación tenía muchas ramas. Una de esas ramas proponía el análisis marxista de la realidad. Padre Espinal pertenecía a esto, eso lo sabía porque en esos años yo era rector en la facultad de teología y se hablaba mucho de esto. Cuáles eran las diversas ramas y quienes pertenecían a ellas. En el mismo año el general de la Compañía de Jesús mandó una carta a toda la Compañía sobre el análisis marxista de la teología. Un poco frenando y diciendo: esto no va, son cosas diversas, no es justo, no van.

Cuatro años después, en el 84, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el primer documento pequeñito, una primera declaración sobre la teología de la liberación que critica esto. Después vino el segundo que abrió las perspectivas más cristianas, estoy simplificando, ¿no? O sea, hagamos la hermenéutica en aquella época. Espinal era un entusiasta de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo. De esto vino esta obra.

También las poesías de Espinal eran de ese género de protesta pero era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con tanta genialidad humana y que luchaba. Él tenía buena fe. Haciendo una hermenéutica como ésta lo comprendo. Para mí no fue una ofensa, pero tuve que hacer esta hermenéutica y lo digo a ustedes para que no existan interpretaciones


-¿Dónde quedó la cruz?

- La traigo conmigo. El presidente Morales quiso darme dos condecoraciones, la más importante de Bolivia y la otra es la orden del padre Espinal, un nuevo orden. Jamás recibí una condecoración, no me viene. Él lo hizo con tanta voluntad, lo hizo con buena voluntad y con el gusto de darme un gusto y pensé que esto viene del pueblo de Bolivia y recé para saber qué hacer con esto.


-Si me lo llevo al Vaticano irán a parar al Museo, terminará ahí y ninguno jamás las verá. Entonces pensé en dejárselo a la Virgen de Copacabana, la madre de Bolivia. En cambio el Cristo lo traigo conmigo.
(Continuará)