¡LA SITUACIÓN ES MUCHÍSIMO MÁS GRAVE DE LO QUE PENSAMOS!
Desde el comienzo de su pontificado Francisco ha tenido como prioridad número uno el ecumenismo con las iglesias cristianas. Es la continuidad de su trayectoria como cardenal de Buenos Aires. Más allá de la doctrina, sus ideas se reflejan en gestos cada vez más elocuentes:
Pues bien. Ahora Francisco da un paso más. Teniendo como marco las celebraciones conjuntas entre católicos y luteranos de los 500 años de la reforma protestante –¿qué tenemos que celebrar los católicos?– Francisco visitó la comunidad evangélica luterana de Roma acompañado de su querido cardenal Kasper. Después de comportarse como lo haría cualquier párroco en casa propia, terminó la visita dejando un regalo-símbolo impresionante: un cáliz para la celebración eucarística.
Muchas son las hipótesis que podemos levantar. De cualquier forma, dada la importancia del gesto, no podemos ignorarlo. ¿Qué pretendió con ese regalo? Todos sabemos que el luteranismo niega el carácter sacrifical de la Misa. Para Lutero “la misa no es un sacrificio, ni ofrenda a Dios, es un don de Dios que debe ser recibido con fe y hacimiento de gracias”.
Así las cosas, ¿qué pretendía Francisco decir con este gesto? ¿Qué sus “cenas” son tan válidas como las misas católicas? ¿Qué su culto es agradable a Dios? ¿Promover sus “cenas” con el objeto más sagrado del culto católico, de forma que un fiel católico pueda sentir que cumple sus deberes religiosos asistiendo a ellas?
¿Que los sacerdotes católicos y los pastores luteranos hacemos lo mismo? ... Quién regala un cáliz… ¿qué podrá hacer más tarde?
¿Que los sacerdotes católicos y los pastores luteranos hacemos lo mismo? ... Quién regala un cáliz… ¿qué podrá hacer más tarde?
Como sacerdotes de Cristo queremos elevar a Dios un acto de reparación por la terrible ofensa realizada contra la Sangre Preciosa de Cristo, pues el gesto es quizá de los más graves y profundos que hemos podido presenciar hasta el momento.
Sabemos que para Francisco las diversas religiones cristianas son simples lados de un mismo “poliedro” como ya vimos en anterior estudio. La católica sería tan sólo uno más. Y es lo que confirman las gravísimas palabras que dijo a continuación, al respecto de la presencia real, como creída por católicos o luteranos:
Poner el dogma católico a la altura de “explicaciones e interpretaciones” es como decir que la enseñanza ya dos veces milenaria de la Iglesia Católica no pasa de una mera hipótesis de estudio. ¿Será su acompañante, el Cardenal Kasper, quién le lanzó esta “genial” idea para el discurso? No tenemos seguridad, porque según Francisco la unidad de los cristianos no será hecha por los teólogos y, por lo tanto, no es problema de doctrina. Aunque tal vez Kasper sea la excepción a la regla …
De cualquier forma, idea de Francisco o de Kasper, el carácter doctrinal de esta grave afirmación exigirá un estudio más reposado, que esperamos poder publicar cuanto antes.
Veamos el vídeo de este cordial encuentro entre protestantes y -según ellos mismos dijeron- “el obispo de los Luteranos” (Aleteia):
Pero lo más grave es que el gesto indica que esta vez se han traspasado límites antes inimaginables … ¿Pensará Francisco que los católicos somos ciegos delante de este tipo de gestos?
Seguro que conseguirá el aplauso unánime de los luteranos, del mismo modo que le aplauden los homosexuales, divorciados y comunistas. Pero ¿y los católicos fieles al Magisterio? Quousque tandem abutere, Francisce, patientia nostra?