Pues mire usted: un medio católico, propiedad de los obispos, debe tratar con todo afecto, más que mero respeto, al señor Maroto, pero no puede alegrarse de lo que es una ofensa a Dios, una más. Es como si un judío felicitase a un amigo por poner en marcha una granja de cerdos. O como si un musulmán ofreciera sus parabienes al vecino por abrir un cabaret. Y lo de Herrera puede resultar sólo una anécdota, pero asaz ilustrativa.
Pasando de las musas al teatro: COPE y 13TV son los dos medios propiedad de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Ambos nacieron, supuestamente, para evangelizar. Parce claro que no lo hacen. ¿Por qué? ¿No es posible un medio de información católico? Claro que lo es. Otra cosa es su dimensión. Pero siempre ocurre lo mismo: fichan a no católicos o a cristianos tibios o, simplemente, indiferentes. Desde luego, esos periodistas no llamarán a degollar al obispopero a mí me sigue sabiendo a lo del viejo chiste: lo mejor es que el puticlub del pueblo sea propiedad del párroco para, de esta forma, cerrar el local en domingo y fiestas de guardar.
¿Llenar las redacciones católicas de católicos es sectarismo? No, es coherencia. De hecho, deberían ser aquellos a los que nada les dice Cristo los que se plantearan qué pintan trabajando para un ideario que detestan, manipulan o ignoran. Pero ninguno, ni periodistas ni directivos, se marchan por esta razón. Antes al contrario, su actitud es altanera. No están dispuestos a cambiar ni a dejar de cobrar de los curas, pero exigen que sea la Iglesia quien se acomode a sus profundos principios. Conozco a un directivo de uno de estos dos medios que es una especie de blasfemia continuada, que ya no parece atentar contra Dios sino contra el buen gusto, debido a que la gente suele tener conciencia, pero también estómago. Y encima su gestión está resultando un desastre. Pero ya ven: ahí sigue. Es decir, estos jetas aseguran que la que debe cambiar es la COPE o 13TV, es decir, la Iglesia. Y estoy hablando del presente, no de Federico Jiménez Losantos en su tiempos de santón laico de la cadena de los obispos.
¿Y si un medio propiedad de la jerarquía no está dedicado a evangelizar, que es su función primordial? Pues se vende a un ‘laico’. Porque si el primer objetivo de COPE y 13TV no es el apostolado a través del periodismo, sino conseguir un beneficio entonces la Iglesia no debe montar medios -negocio asaz complicado- si no una fábrica de embutidos, que ofrece márgenes más generosos.
El problema de COPE y 13TV es este: que les faltan gestores y periodistas católicos. En su actual configuración constituyen una verdadera impostura.
Definición de medio católico: aquel hasta en el cual hasta el bedel es católico. ¿Por sectarismo? No, porque el primer mandamiento de la comunicación cristiana y de la evangelización y el apostolado es éste. Nadie da lo que no tiene. Junto a ello, lo de siempre. Y así COPE y 13TV no son medios católicos, son medios del PP. Créanme: no es lo mismo. Y lo más curioso es que en el PP ya saben cómo paga las traiciones: con otra traición.
Y así hemos llegado a donde llegamos: no es ya que en la COPE y en 13TV a los periodistas cristianos haya que buscarlos con lupa, es que en sus redacciones está mal visto ejercer de cristiano. No hace intelectual. Por no hablar de los cristófobos que se han ido infiltrando en ambos medios, especialmente feministas y homosexualistas y lo peor: la progresía clerical. Pero el principal problema está en los tibios.
En cuanto a los gestores… me temo que algunos de ellos, he dicho algunos, se han dedicado al saqueo. Total: pagan los curas.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com