Original pinchar aquí.
- Desde el Zapaterismo (2004), España lleva más de una década viviendo en un ambiente de guerracivilismo, de creciente odio civil.
- Producto de la descristianización, ciertamente, pero esto es lo que hay.
- Pablo Iglesias: si llega al poder se convertirá en un Chávez o un maduro.
- Pedro Sánchez es ZP, corregido y aumentado.
- Albert Rivera: un jacobino incapaz de digerir su triunfo.
- Mariano Rajoy es un cristiano tibio. Así que estoy para vomitarle encima.
Las elecciones más importantes de la democracia española. Pues a lo mejor, pero no por la pequeña anécdota, me temo que transitoria, de que se rompa el duopolio político, el bipartidismo, sino por el ambiente guerracivilista que se respira en España y que se disparó con Rodríguez Zapatero. Es una España cainita donde medran los neo-comunistas de Podemos. Es un España cainita que está deseando llegar a las manos y romperle la crisma al vecino. Las condenas de los tres líderes de la banda de los Cuatro al puñetazo a Rajoy -si acaso con la excepción de Rivera- resultaron poco convincentes.
En cualquier caso, Pablo Iglesias es un bolchevique disfrazado de cordero. Si llega al poder se comportará como su admirado Hugo Chávez: se impondrá por la fuerza y fagocitará a sus adversarios. Iglesias es ignorante, pedante, mentiroso y, sobre todo, peligroso, muy soberbio.
Pedro Sánchez, líder del PSOE, es un progre, y ya saben mi definición de progresismo: abajo los curas y arriba las faldas.
Es como un Zapatero bis pero con un toque más violento e incluso un pelín más ignorante que el leonés (lo cual resulta increíble).
Albert Rivera es un indocumentado con ansia de aprender, aunque parece que nunca encuentra tiempo. Un calco de UPyD, de Rosa Díez, que entronca con el jacobinismo, esa sustitución de Cristo por la Patria. Y no es que el patriotismo sea malo, no, pero no me vale lo de la España roja y la España rota. Por la misma razón, no me vale una España unida bajo unos principios que detesto.
¿Y Mariano Rajoy? Mariano Rajoy es un católico tibio. Ya saben: aquéllos a los que hay que vomitar de la boca. Una cobardía tras otra, han convertido al PP en lo que es hoy.
Esto, en el ambiente actual, cainita y guerracivilista, no tiene por qué acabar bien, al menos no necesariamente.
Eulogio López