Con todo, y para concluir esta ya larga historia,
todavía se enfrenta el Orgullo al más
inquietante y también inobjetable de los problemas. Pues si bien es cierto que
no existen razones para demostrar cumplidamente que vaya a producirse el
castigo, pero no es menos cierto que
tampoco existen razones que demuestren que no vaya a producirse. Y aquí,
desde cualquier punto de vista que se considere.
Es probable, en el caso de que hubiera existido un
hipotético observador imparcial neutral, que se hubiera dirigido a los
componentes y partidarios del Orgullo
para decirles: Según los cristianos, una espada de Damocles pende sobre sus
cabezas, aunque para ustedes la cosa no sea sino fantasía, puesto que no existe
nada que pruebe su existencia. Sin embargo, y dado que tampoco existen razones para demostrar que no existe la famosa
espada, tal vez sería lo más prudente comenzar a adoptar precauciones, por si acaso.
Nadie puede negar, ya sea partidario de una
ideología o ya sea de otra diferente, que la que fuera un día ciudad feliz es
ahora una ciudad corrupta hasta los cimientos. Con respecto a quienes la
dirigen, sea en lo civil o en lo eclesiástico, cada cual puede pensar según le
parezca, sin necesidad de que nadie recuerde el dicho de Santo Tomás de Aquino,
según el cual cada Pueblo tiene los
gobernantes que se merece.
Todavía habrán algunos que sentirán añoranzas del
viejo Madrid. El de La Verbena de la Paloma
o el de La Revoltosa, el del Teatro
Real cuando cantaba Julián Gayarre o el de las Fiestas de Toros que cantaba
Fernández de Moratín:
Madrid, castillo famoso,
que al rey moro alivia el miedo,
arde en fiestas en su coso,
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo.
Sin embargo los viejos tiempos no volverán. Hasta
que por fin, según decía San Pedro, el primer Jefe delegado de los cristianos,
amanezcan unos cielos nuevos y una
tierra nueva en los que habite la justicia.[7]
Padre Alfonso
Gálvez
[1] Los últimos datos que conozco, según el INE del
2014, le asigna 3.165,235 habitantes, aparte del área metropolitana
[2] El Obispo Knestout (Gaithersburg, Maryland,
U.S.A.), según LifeSiteNews.com, acaba de privar de las funciones sacerdotales
al P. Marcel Guarnizo por negarse a administrar la Comunión a una lesbiana,
amenazándole además con ser encausado.
[3] The Teahouse of de August Moon, película de la
Metro, año 1956, protagonizada por Marlon Brando y Glenn Ford y dirigida por
Daniel Mann.
[4] 1 Cor 11:11.
[5] Ge 19: 4–9.
[6] Ga 6:7.
[7] 2 Pe 3:13.