Por lo que parece, y hasta el momento presente, no se puede hablar de herejías formales, propiamente dichas, en el caso del papa Francisco. Y, sin embargo, aunque aún no ha cumplido los tres años en su Pontificado son ya tantísimas las expresiones papales, bien sea en entrevistas, homilías, exhortaciones apostólicas, etc, ..., que tenemos suficiente material como para formarnos una opinión, bastante objetiva, a mi entender, acerca de la ortodoxia del santo Padre.
Los artículos de las dos anteriores entradas titulados Dos Iglesias, un Papa (de un colaborador de Adelante la Fe) y Francisco I, el insuperable del Denzinger-Bergoglio, son lo bastante objetivos como para darnos cuenta de la grave situación en la que se encuentra actualmente la Iglesia.
Lo que queda absolutamente claro, entre otras muchas más cosas, es que a nuestro Papa no le gusta ni la Tradición ni los tradicionalistas, a quienes llama, además, fundamentalistas ... cuyo único pecado ha consistido en intentar vivir conforme al sentir y al pensar de la Iglesia de siempre, de esa Iglesia que fue fundada por Jesucristo, la única Iglesia verdadera, aquella que no cambia y fuera de la cual no hay salvación ... ¡increíble, pero cierto!
El Denzinger-Bergoglio está realizando un estudio a fondo de los diferentes dichos del Papa Francisco, contrastándolos con el Magisterio de la Iglesia de siempre. Dicho sea de paso, se trata de una labor ingente y meritoria y, sobre todo, necesaria, en estos tiempos de confusión. De dicha página web entresacaré algunas frases del Papá y haré un breve comentario a cada una. Son tan solo un botón de muestra para indicarnos por dónde van los tiros; y a qué debemos atenernos, si queremos mantenernos en el seno de la verdadera Iglesia.
Francisco: Si uno no peca, no es hombre ... Sin embargo, Jesucristo, que es perfecto hombre, uno de nosotros, no conoció el pecado: "¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado?" (Jn 8, 46). El pecado no es "lo propio" del hombre, sino algo postizo, un añadido, consecuencia del mal uso de su libertad (CIC 396). Dios no creo al hombre en estado de pecado. Y, sin haber pecado, era hombre. Todos los males que padecemos son consecuencia de ese primer pecado original. El hombre, al pecar, no dejó de ser hombre. Pero el pecado no lo constituía como hombre, sino que lo disminuyó en su humanidad. Por eso los mejores representantes de la raza humana, "los más hombres", son los santos. El pecado no es necesario para ser hombre.
Francisco: El verdadero Islam y una adecuada interpretacióndel Corán se oponen a toda violencia. El Corán es un libro profético de paz.
Sin embargo, según Santo Tomás de Aquino, exigir la concordia por coacción, bajo el temor, no entraña la paz. La actual persecución de los cristianos en países musulmanes es
buena prueba de ello. Y el propio Corán dice en la Sura 2, 191 hablando de los
infieles, es decir, de los que no creen en Allah: "Matadles dondequiera
que los encontréis y expulsadles de donde os hubieran expulsado"
Francisco: "Los que son cristianos, con la Biblia, y los que son musulmanes con el Corán, con la fe que recibisteis de vuestros padres, que siempre os ayudará a seguir adelante. Compartir incluso la propia fe, pues Dios es uno solo: el mismo". Y, sin embargo, "Hay un sólo Dios verdadero: el Dios Uno y Trino" (Concilio de Florencia; XVII Ecuménico). "El único Dios verdadero es Trinidad" (San Agustín de Hipona). El Dios de los cristianos, revelado en Jesucristo, tiene muy poco que ver con el Dios de los musulmanes.
Francisco: "Los que son cristianos, con la Biblia, y los que son musulmanes con el Corán, con la fe que recibisteis de vuestros padres, que siempre os ayudará a seguir adelante. Compartir incluso la propia fe, pues Dios es uno solo: el mismo". Y, sin embargo, "Hay un sólo Dios verdadero: el Dios Uno y Trino" (Concilio de Florencia; XVII Ecuménico). "El único Dios verdadero es Trinidad" (San Agustín de Hipona). El Dios de los cristianos, revelado en Jesucristo, tiene muy poco que ver con el Dios de los musulmanes.
Francisco: "La tendencia que subraya el ascetismo, el silencio y la penitencia es una desviación que se ha difundido, incluso, en la Compañía de Jesús" . Sin embargo, Jesús, con frecuencia, se retiraba solo a rezar: "Una vez despedida la gente, subió al monte para orar a
solas. Al anochecer estaba Él solo allí" (Mt 14, 23). Y según Pío
XI en su encíclica Divini Redemptoris "para vencer el mal que hoy atormenta al mundo, se necesita una cruzada de oración y penitencia"
Francisco: "¿Por qué sufren los niños? ... No tengáis miedo de desafiar al Señor: ¿Por qué?". Y, sin embargo, hay una respuesta cristiana a esta pregunta: el pecado es la causa de la muerte
y de todos los males de la naturaleza humana (Tomás de Aquino). Además, con su
Pasión y Muerte, Jesús da un nuevo sentido al sufrimiento, el cual, unido al de
Cristo, puede convertirse en medio de purificación y salvación, para nosotros y
para los demás (CIC,
314). Y del mayor mal moral, la muerte de su Hijo, Dios ha sacado el mayor
de los bienes, la glorificación de Cristo y nuestra Redención (CIC,
57-58)
Francisco: El
proselitismo es una solemne tontería y, sin embargo, el apóstol Pablo habla
de que la evangelización es una necesidad imperiosa: "¡Ay
de mí si no predicara el Evangelio" (1 Cor 9, 16). Según el Papa
Gregorio XVI "la
mera rectitud, apartada de la Iglesia, no basta para alcanzar la
salvación"
Francisco: [Cuando vio la
hoz y el martillo con el Cristo encima que le regaló el Presidente Evo Morales] (…) se puede catalogar como
del género de arte protesta (…) Para
mí no ha sido una ofensa. (...) Ese objeto ahora lo traigo conmigo, viene
conmigo ... Y, sin embargo, el comunismo es completamente incompatible con los
dogmas de la Iglesia, es
intrínsecamente malo (Pío XI) y los
socialistas tergiversan el Evangelio para engañar (Leon XIII). Nada de esto dice Su Santidad.
Francisco: "Cuando vosotros enseñáis a vuestros hijos quién
es Jesús, para qué vino Jesús, qué hizo por nosotros Jesús, hacéis lo mismo,
tanto en lengua luterana como en lengua católica, pero es lo mismo". (Visita
a la Iglesia luterana de Roma) ... Y, sin embargo, según
Santo Tomás de Aquino, en su infidelidad, los herejes, que profesan la fe del
Evangelio y la rechazan corrompiéndola, pecan más gravemente que los judíos que
nunca la recibieron (Sum
Th, II-II, q.10, a.6) ... Luego no es lo mismo ser católico que ser
protestante. Hay diferencias esenciales entre ellos, que el Papa debería
conocer y dar a conocer -dar doctrina- sin hacer uso de un lenguaje ambiguo. El padre Lucas Prados nos señala muy bien la diferencia entre un sacerdote católico y un pastor protestante: ¡No es lo mismo! ... aunque lo diga el Papa. Ha aparecido libro de oración común católico-protestante ensalzando a Lutero y la Reforma aprobado por un dicasterio curial encabezado por el cardenal Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. Y el no va más es la siguiente noticia dada por el vaticanista Sandro Magister: Luteranos reciben la comunión durante una misa en el Vaticano, que es ciertamente escandalosa. Según Monseñor Brunero Gherardini tal intercomunión entre católicos y protestantes es imposible: "Es su rechazo a los sacramentos y a la teología de la transubstanciación y de la presencia sustancial, lo que vuelve ilícito e insensato toda communicatio in sacris con los Católicos" ... ¡Y es que no es lo mismo creer que Jesucristo está real y verdaderamente presente en la Eucaristía que no creerlo! Esto es de sentido común ... Además, la presencia real de Cristo en la Eucaristía es un dogma de fe ... y no puede someterse a discusión.
Francisco: "Un cristiano
restauracionista, legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a
encontrar nada. La tradición y la memoria del pasado tienen que ayudarnos
a reunir el valor necesario para abrir espacios nuevos a Dios. Aquel que
hoy buscase siempre soluciones disciplinares, el que tienda a la “seguridad”
doctrinal de modo exagerado, el que busca obstinadamente recuperar el pasado
perdido, posee una visión estática e involutiva. Y así la fe se convierte
en una ideología entre tantas otras". (Entrevista com Antonio Spadaro s.j., 19 de agosto de 2013).
Ahora bien: Según el autor de la carta a los hebreos "la
fe es seguridad de las cosas que se
esperan" (Heb 11,1). Sin esa seguridad, ¿cómo sería posible el martirio de aquellos cristianos que mueren antes de renegar de su fe?
Francisco: "Por su “aventura”, probablemente también Jesús tuvo que pedir disculpas a sus padres. El Evangelio no lo dice, pero creo que lo podemos suponer". (refriéndose a los tres días que se quedó perdido en el Templo). Pero "en Él no hay pecado" (1 Jn 3, 5). Pedir disculpas supone reconocer que algo se ha hecho mal. Pero Jesús era Dios y nada malo podía hacer. No se disculpa sino que les dice: "Por qué me buscábais? ¿No sabíais que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?" (Lc 2, 49)
Francisco: "Todos nosotros nos encontraremos allá arriba, todos. Es hermoso, da fuerza al alma". Y, sin embargo, dice Jesús: "Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos" (Mt 19,17). Pues aunque "todos fueron redimidos, no todos acceden a la redención"
Francisco: "Las almas aniquiladas no serán parte de este banquete; con la muerte del cuerpo su viaje se acaba y esta es la motivación de la Iglesia misionaria: salvar a las almas perdidas". Y, sin embargo, "el alma es inmortal y afirmar lo contrario es arruinar la fe" (V Concilio de Letrán). "El alma espiritual e inmortal es directamente creada por Dios. Los cuerpos se unirán al alma inmortal" (Catecismo de la Iglesia Católica). "El castigo eterno espera al pecador y a los que tienen fe, la luz de Cristo" (Congregación para la Doctrina de la Fe)
Francisco: Muchas veces pienso en la Virgen, cuando le dieron el cuerpo muerto de su Hijo, tan destrozado, escupido, ensangrentado, sucio. ¿Qué hizo la Virgen? ¿Lleváoslo? No, lo abrazó, lo acarició. Tampoco la Virgen lo entendía. Porque, en aquel momento, se acordaría de lo que el Ángel le había dicho: Será Rey, será grande, será profeta, y dentro de sí, con aquel cuerpo −tan herido, que había sufrido tanto antes de morir− en sus brazos, por dentro seguramente tendría ganas de decir al Ángel: ¡Mentiroso! ¡Me has engañado! (Encuentro con niños gravemente enfermos, 30 de mayo de 2015).
Sin embargo no es eso lo que se desprende de la lectura atenta y meditada del Evangelio, cuando María se entrega completamente a la voluntad de Dios, después del saludo del Arcángel Gabriel anunciándole que iba a ser la Madre del Mesías esperado. Su respuesta fue inmediata: "He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38). Y cuando algo no entendía "lo guardaba en su corazón" (Lc 2, 19) como, por ejemplo, cuando el anciano Simeón le anunció que su Hijo sería "signo de contradicción" (Lc 2, 34) y que a ella "una espada le atravesaría el alma" (Lc 2, 35). En ningún momento, la llena de gracia se rebeló contra Dios (¡no hubiera sido la llena de gracia!), ni se sintió defraudada porque conocía muy bien el Antiguo Testamento y sabía que "los pensamientos de Dios no son como los de los hombres" (Is 55,8). En este punto, el santo Padre se acerca muy peligrosamente a la herejía, pues afirma, aunque no con estas palabras exactamente, que María cometió pecado, al rebelarse contra Dios (digo que se acerca porque no está hablando "ex cathedra", sino que -y por eso dice "seguramente"- eso ha sido lo que a él le ha parecido). En mi opinión, y en el mejor de los casos, denota una grave imprudencia.
Francisco: “Dispongo por lo tanto que se modifique la rúbrica en la que las personas elegidas para el lavatorio de los pies deban ser hombres o muchachos, de manera que, a partir de ahora, los Pastores de la Iglesia puedan elegir a los participantes en el rito entre todos los miembros del Pueblo de Dios.” Bueno, Jesús elegió a doce apóstoles, varones. Y a ellos les lavó los pies en la noche de la última cena. No se los lavó a la Magdalena ni a las santas mujeres. Por algo sería. Desde el primer Papa hasta el día de hoy, para conmemorar aquel día, el lavatorio de los pies ha sido siempre a hombres. ¿Y acaso discriminaba Jesús a las mujeres? No deja de ser algo rara esta disposición. Y, desde luego, consigue llamar la atención, si es eso lo que se propone. Puede leerse el comentario del Denzinger-Bergoglio para más detalles.
Francisco: Jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas. (Entrevista con Antonio Spadaro s.j., 19 de agosto de 2013). ¿Ha sido de izquierdas, entonces ... al igual que socialistas y comunistas? No, eso él no lo ha dicho. ¿Qué entiende el Papa por ser de derechas? Y nos quedamos sumidos en la incertidumbre ... aunque su forma autoritaria de tomar decisiones, como él mismo ha dicho, la sigue manteniendo, como hemos podido ver en los caso de los Franciscanos de la Inmaculada y de Monseñor Liviéres, por poner algún ejemplo.
En fin, no acabaríamos nunca. Lo que sí queda claro es que estamos atravesando una grave crisis en el seno de la Iglesia y que no vislumbramos todavía sus dimensiones: sólo vemos la punta del icerberg. Yo he señalado sólo algunas de las expresiones papales que me han llamado la atención. El Denzinger-Bergoglio responde con detalle y de un modo más exhaustivo a una lista de inquietudes mucho mayor de la que yo he escrito aquí, a modo de ejemplo ... ¡Mirénlas! ... ¡Y eso que no están todas!
En la siguiente entrada procuraré dar una explicación acerca de la conclusión a la que he llegado, después del estudio llevado a cabo. No se trata de un estudio exhaustivo, ciertamente, pero -a mi parecer- es suficiente como para hacerse cargo de que no estamos, precisamente, en una primavera eclesial, sino más bien en un "invierno eclesial" (título de un libro del padre Alfonso Gálvez que puede descargarse aquí).
(Continuará)