- Constituye la medida estrella de su programa para convencer a Ciudadanos, nacionalistas y, si fuera el caso, a Podemos.
- Y todo este aparato ‘progresista’ de comunidades autónomas y ayuntamientos colaborará en la liquidación de la enseñanza religiosa.
- Por ejemplo, reduciendo los conciertos.
- Y prohibiendo la financiación a la educación diferenciada.
- De esta forma, la enseñanza religiosa se convertirá en coto exclusivo para élites.
- En el PSOE están convencidos de que si algo une a socialistas, comunistas e independentistas es el anticlericalismo.
- Y como ya queda poco que hacer en materia anticlerical (aborto, ideología de género, homosexualismo) hay que golpear en la educación.
- Bueno, y legalizar la eutanasia… como nota de color.
Para el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, los principios no existen pero sí los cálculos: hay que calcular cómo llegar a La Moncloa. Y con una mente abierta de par en par, seguro que alcanza el objetivo.
Pero los barones le han prohibido pactar con Podemos y le han señalado el camino de Ciudadanos, a quien hace un par de meses calificaban como derecha casi ultra. Al tiempo habrá que contar con nacionalistas, antisistema, antidesahucios y varios anti más. O, al menos, con su abstención … más la derecha de Ciudadanos.
Resulta difícil encontrar un fondo común para un paisanaje tan diverso y confuso. Pues bien, Sánchez lo ha encontrado al cargarse la educación religiosa, es decir, la mayor parte de la educación privada, en su mayoría concertada y que tiene origen religioso e ideario católico. En definitiva, lo que une a la derecha de Ciudadanos y a la izquierda podemita es su cristofobia.
Ahora bien, el anticlericalismo, mejor la cristofobia, que odia a la fe cristiana mucho más que a los curas, ya está muy manoseado: España es el paraíso del aborto y en ella impera la más injusta de las ideologías de género; el homosexualismo más prepotente y la libertad religiosa se aplica contra la Iglesia, no al revés. Quedaba la nota de color de la eutanasia, pero asusta hasta a muchos progres.
Quedan los valores no negociables para un católico (vida, familia, liberta de enseñanza y bien común) y por ahí va Sánchez, por la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos lo cual, además, está ligado a la familia natural que el PSOE también quiere destruir. Y ahí coinciden todos los socios y posibles socios de Sánchez: en golpear a la Iglesia.
¿Cómo se haría el ataque contra la educación cristiana? Sencillo: asfixiando a la educación religiosa, quitando los conciertos educativos. Además, con todo el aparato de presión que los “progresistas” (es decir, los anticristianos) poseen en comunidades autónomas y ayuntamientos, sobre todo en las primeras, anular los colegios privados o convertirlos en reducto para una élite, a costa de quitarles la financiación, resulta perfectamente posible. En otras palabras, los padres que quieran formación cristiana para sus hijos se van a dejar la herencia.
A por eso va el reformador Sánchez. Todos unidos contra la Iglesia. Es el último grito progre.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com