Esto -y no otra cosa- es la Santa Misa, a saber, el mismo Sacrificio de Cristo en la Cruz que, atravesando las fronteras del espacio y del tiempo, tiene lugar realmente, aquí y ahora (aunque de modo incruento) exactamente lo mismo que ocurrió allí y entonces (allí si fue de manera cruenta: es la única diferencia). No se repite el Sacrificio en cada Misa. "Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere más. La muerte ya no tiene dominio sobre Él" (Rom 6, 9). Sólo el Sacrificio de su Hijo es agradable al Padre. Ningún otro sacrificio lo es ... si no es en Jesucristo.
Nosotros, gracias al misterio del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, de la cual formamos parte por el bautismo (que es pura gracia) nos hacemos uno en Cristo y, por lo tanto, verdaderos hijos de Dios: no por nuestros méritos, sino porque ésa ha sido su Voluntad. Y de este modo, al estar nuestros sacrificios unidos al Sacrificio de Jesús, ahora sí que tienen valor. Es el mismo Jesús quien sufre en nosotros, pues nuestra unión con Él es mucho mayor que la que existe entre los miembros de un mismo cuerpo. Así pueden entenderse mejor las palabras que san Pablo dirigió a los colosenses: "Ahora me alegro en los padecimientos por vosotros y completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo por su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 24).
El vídeo es impresionante, porque va relacionando los diferentes momentos de la Santa Misa con lo ocurrido en la Pasión del Señor, usando escenas tomadas de la película "La pasión de Cristo", dirigida por Mel Gibson (2004) e interpretada por Jim Caviezel, en el papel de Jesús. Es ésta, sin duda, la mejor película realizada hasta ahora sobre la Pasión de Jesucristo.Y prueba evidente de ello son las dificultades con las que se ha encontrado, conforme a lo que le dijo san Pablo a su discípulo Timoteo: "Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos" (2 Tim 3, 12) ... palabras que tienen hoy una actualidad inusitada, como todos sabemos muy bien.
Y así, a pesar de ser un éxito de taquilla, pues recaudó 400 millones de dólares en todo el mundo, “La Pasión de Cristo” fue condenada por ser anti-semita. Jim Caviezel sabía a lo que se exponía cuando aceptó interpretar dicho papel. Mel Gibson le advirtió ya antes que si interpretaba a Jesucristo no volvería a trabajar más en Hollywood, como efectivamente así ocurrió: En unas declaraciones que hizo en noviembre de 2012, Caviezel afirmo que desde la fecha en que se proyectó la película en cuestión (2004) no han habido ofertas para él en nuevas películas y que es rechazado por muchos dentro de la industria de Hollywood. ¡Quién lo diría!
Pero no está preocupado por ello. Es más: Caviezel, como buen católico que era, dijo que sabía que interpretar a Jesús sería arriesgado pues “Jesús -decía- es tan controvertido hoy como lo ha sido siempre”. Y dijo más: “Hacer este papel con Mel destruyó mi carrera como actor, pero no me arrepiento de haberlo interpretado. Ésta ha sido una oportunidad única para fortalecer mi fe”. ¡Ojalá sirviera esto para espolearnos a los que nos llamamos católicos y que salgamos ya de nuestro sueño y de nuestro estado de amodorramiento!
Duración 28 minutos
José Martí
