Fuentes: Infovaticana , La Gaceta
La ley totalitaria de Cristina Cifuentes comienza a dar sus primeros frutos. Tras censurar una página web que ofrecía terapias para “dejar atrás la homosexualidad”, ahora el lobby gay -amparado por la ley de Diversidad sexual aprobada en Madrid- se adentra en los colegios de la capital con el objetivo de imponer su ideología y adoctrinar a los jóvenes.“Al insti igual que tú”. Este es el nombre de la campaña que la asociación LGTB Arcópoli ha lanzado coincidiendo con el inicio del curso escolar. A través de cartelería y charlas de formación en diversidad, el lobby gay se cuela en las aulas de los jóvenes españoles.
Desde la asociación llaman a esta iniciativa “Plan de Choque” y con ella pretenden paliar “el incremento de agresiones LGTB en la Comunidad de Madrid”. Para ello, Arcópoli ha propuesto a los 326 institutos de Enseñanza Secundaria de la ciudad colgar carteles de “diversidad afectivo-sexual” en las aulas para que “los compañeros LGTB se sientan más cómodos y seguros”.
En los carteles se muestran a parejas de homosexuales, lesbianas y fotografías de profesores dispuestos a “ayudar al que sea agredido”. Todas las imágenes van acompañadas de la frase “Al insti igual que tú”.
Además se impartirá a los alumnos una serie de charlas “para hablar sin miedo del proceso de salir del armario o sobre cómo convivir en la diversidad”. Asimismo, Arcópoli lanza el concurso “Tiza Arcoíris de la Diversidad en las Aulas”. Un certamen en el que un jurado premiará al Centro Educativo “más inclusivo y respetuoso con la igualdad LGTB”.
El vocal de delitos de odio y miembro de Arcópoli, Rubén López, ha señalado en unas declaraciones a INFOVATICANA que con esta iniciativa pretenden “mostrar todas las realidades sexuales además de la heterosexualidad, que es la que se ve”. Asimismo, ha expresado su agradecimiento a la nueva Ley LGTB de la Comunidad de Madrid, ya que “da énfasis a la diversidad en el ámbito educativo”.
El miembro de Arcópoli ha concluido que con esta campaña “se quiere enseñar a los jóvenes que se debe terminar con el acoso homófobo que se ha vivido en España durante años”.
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Por desgracia -y sé lo que me digo- la mayoría de las veces que las madres trabajan no es por necesidad [aunque haya casos en que sí lo es; esto hay que reconocerlo, en honor a la verdad] sino por asimilarse al varón. ¿Tan poco aprecio tienen de sí mismas y de su valor, en sí mismas, como mujeres, que necesitan del trabajo remunerado para poder "realizarse" como personas?
¿Qué vale más: un poco más de "comodidad" y dinero ... o menos comodidades y más "verdadera" calidad de vida, tanto para ellas mismas como también, y sobre todo, para sus hijos, quienes no son considerados, entonces, como una carga que hay que soportar, sino como lo que realmente son, a saber: personas con ansias de amar y de ser amados?.
La familia, la familia cristiana, que es la verdadera familia (uno con una y para siempre, hasta que la muerte los separe; y abiertos a la vida) es una institución que está siendo perseguida ferozmente. El objetivo es su destrucción, su aniquilación. Y, siendo, como es, la base de la sociedad, eso supondría la descomposición de toda la sociedad, que dejaría de estar formada por personas. Los miembros de esa "nueva sociedad" que pretende el Nuevo Orden Mundial serían piezas de un conjunto que, cuando no sirven para el objetivo que se pretende, sencillamente se eliminan. Véase, por ejemplo, cómo están avanzando, a niveles alarmantes, el aborto y la eutanasia. Y, en buena lógica del NOM eso tiene sentido: "lo que molesta se elimina". Duro, pero es así.
Las instituciones gubernamentales, que deberían de perseguir el bien común, no están, en absoluto, interesadas por la felicidad de los niños. Su único interés es fabricar borregos que no piensen, inculcándoles una ideología perversa, cual es la Ideología de género, en contra de la voluntad de los padres, que son los principales educadores de sus hijos ... y de ello tendrán que dar cuentas ante Dios.
La Ideología de género es un engendro y una perversión de la la naturaleza, pues están basadas en la más radical de las mentiras, cual es la de afirmar: "Yo soy lo que siento que soy", un sentimiento que, además, es falso, pues tal ideología les impone ese sentimiento. Y para ello, el mismo Gobierno permite a estos grupos LGTB que se introduzcan en las aulas y que se adoctrine a los niños en esa idelología ... Los padres ya no cuentan. Es más: todo el que "piense" de otra manera será vilipendiado, perseguido, expulsado, odiado, multado, etc ... justificando, además, tal actitud, de una manera hipócrita, cínica y descarada, mediante palabras cuyo significado se inventan: solidaridad, respeto, tolerancia ... ¡TODO MENTIRA!.
La solución a este gran problema que amenaza a toda la humanidad pasa por la vuelta al hogar de la mujer. Sí, eso es lo que he dicho. Y así es como pienso, por más que se me pueda tildar de machista o de qué sé yo ... al fin y al cabo, esa y otras palabras por el estilo, han sido inventadas por los progres y no significan absolutamente nada. Se dicen como escupiendo, pero a poco que se razone caen por su propio peso ... Por cierto: ¡No razonarán, pues no es la razón y la verdad lo que les mueve, sino un odio visceral injustificado, pero real!
¿Quién mejor que la mujer puede ocuparse de esa hermosa tarea que es la educación de sus hijos y la estabilidad familiar? Desde luego, la ternura y el cariño de una madre, el hombre no se la puede proporcionar a sus hijos, aunque lo desee. No está en sus genes, por así decirlo. La mujer tiene un gran valor por sí misma y no necesita parecerse al varón para "realizarse" (¡otra mentira!). La maternidad es algo que un hombre no podrá experimentar jamás. Es un atributo propio de la mujer, que la hace más mujer, más femenina, más ella misma (si se quiere usar el lenguaje actual). Jamás ha sido la mujer tan esclava como lo es hoy. Y esto es un hecho: ¡Que no se quiera ver es otra cosa! ... Y así nos va.
Y todo porque olvidamos nuestros orígenes y lo que somos. Algo tan elemental que un niño pequeño comprende perfectamente: Un hombre es un hombre y una mujer es una mujer. Un hombre no es una mujer ni una mujer es un hombre: ¡Es tan de sentido común! Así hemos nacido. Tal es nuestra naturaleza. Y no es el varón más persona que la mujer ni al contrario. Ambos poseen igual dignidad como personas que son, creadas a imagen y semejanza de Dios, pero sus funciones son diferentes.
Pero, en fin, volviendo a nuestro tema, éste es el mensaje que Jesucristo nos da; en realidad, el único que vale y que deberíamos de tener muy en cuenta, pues nos va en ello la vida ... no sólo la temporal sino también la vida eterna, que puede ser de salvación o de condenación; de nosotros depende (*). Decía así: "No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Temed, sobre todo, al que puede arrojar el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28).
Pues este mensaje va dirigido ahora, especialmente, a los padres, con relación a sus hijos. La ideología de género mata el alma de los niños y los hace desgraciados ya en esta vida ... y posiblemente también en la otra. ¿Cómo pueden consentir eso unos padres que quieran a sus hijos de verdad? Porque a ellos se les pedirá cuenta acerca de sus hijos ...
... De nuevo resuenan en nuestra mente las palabras de Jesús en el momento del Juicio Final, dirigidas a los que estaban a su izquierda: "Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber; era peregrino y no me acogisteis; estaba desnudo y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel y no me visitasteis" (Mt 25, 41-43). Ante la excusa de éstos, al considerar que ellos no le habían hecho -ni dejado de hacer- nada a Él, Jesús les dijo: "En verdad os digo: cuanto dejasteis de hacer con uno de estos mis pequeños también dejasteis de hacerlo conmigo" (Mt 25, 45).
Son palabras que no me las he inventado yo. Es Jesucristo quien las dice. Son, pues, Palabra de Dios y son Verdad. Las creeremos o no, pero el que sean Verdad no va a depender de lo que a nosotros nos parezca o deje de parecernos. Porque también está la parte positiva, lo que dijo a los que estaban a su derecha: "En verdad os digo: cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis" (Mt 25, 40).
¿Y quienes son estos hermanos más pequeños de Jesús sino los más indefensos, aquéllos que están más necesitados? ¿Y quiénes son éstos sino nuestros propios hijos ... que no sólo necesitan un alimento material sino también -y sobre todo- un alimento espiritual? Nuestros hijos necesitan que se les habla de Dios. Necesitan conocerle. Cuando los padres hacen eso por sus hijos, se lo están haciendo a Jesús; se lo están haciendo, por lo tanto, a Dios mismo. Porque eso -y no otra cosa- es darles de comer y de beber, vestirlos, cuidarlos, acogerlos, etc ... Deben ayudarles a desarrollarse como personas y como cristianos.
La gloria de los padres son sus hijos. Y esto es tanto más verdad en cuanto que los hayan educado bien y no se hayan desentendido de ellos. Pues -y termino- ¿qué amor paterno o materno es el que permite que las almas de sus hijos mueran envenenadas y pervertidas por unos miserables a quienes eso les tiene sin cuidado? Un padre o una madre que de verdad quieran a sus hijos pondrán todos los medios a su alcance -no importa el sufrimiento que ello lleve consigo- para que sus hijos sean felices. Y nunca serán felices si sus almas están podridas y alejadas de Dios, cuando ellos podían haberlo evitado. Pues eso.
José Martí
(*) [Aun cuando siempre es Dios quien salva, Él mismo ha querido supeditar nuestra salvación a nuestra respuesta amorosa. Es, en este contexto, que digo: de nosotros depende, lo cual, así entendido, rectamente, no es, en absoluto, pelagianismo]