Don Alessandro, ha publicado un vídeo en You Tube en el que invita a la resistencia católica el próximo 22 de abril. Será un encuentro de oración en el que se congregará con muchos católicos que no se atreven hasta ahora hablar de todo lo que está sucediendo. Creo que sentará un precedente y muchos sentirán la fuerza para expresar más libremente el dolor que sienten en estos momentos por el rumbo que está tomando la Iglesia en este pontificado.
Hemos resaltado y hecho la traducción de la última parte en la que habla fuerte y claro
Duración 32:05 minutos
“Me dirijo a ustedes queridos hermanos sacerdotes, que son tantos los que siguen esta forma mía de hablar. Tantos sacerdotes distribuidos en distintos lugares de Italia, que como yo, no están contentos y me escriben para decirme que no estoy solo y que están conmigo. Y sufren por esta imposición.
Y me dirijo a tantos católicos, a tantas familias católicas que sufren por todo lo que está pasando. A ellos, les digo en el nombre de Jesús y de María: “Vamos a descubrirnos, reunámonos y mostremos el rostro auténtico y fuerte del catolicismo que resiste”. Nos lo está pidiendo el Señor, no podemos dar la espalda. Esto tendrá una serie de consecuencias.
La voz fuerte en la falsa Iglesia, pero sólo fuerte con las lógicas del mundo, me parece ya sentirla tronar. Dirán: “Están fuera de la Iglesia, son cismáticos, se han construido una Iglesia”. Y Yo me pregunto: “¿Estamos nosotros fuera de la Iglesia, con tal denuncia? ¿O son todos ustedes que están construyendo esa iglesia mundana, adúltera, extravagante que ya la Beata Sor Ana Catalina Emmerich, había ya visto?.
Están ustedes fuera de la Iglesia, no nosotros que resistimos. Esto debe ser claro. Nos dirán que somos nosotros los que estamos fuera de la Iglesia, en cambio son ellos que se han salido. Alguno los ha lanzado fuera. Y por primera vez diré hoy quién es el que los ha empujado fuera de la Iglesia.
Ustedes están fuera, no nosotros que resistimos, que permanecemos fieles a la sana tradición católica y al espíritu auténtico del Concilio Vaticano II. Estén atentos amigos, la descalificación de la falsa iglesia contra la resistencia católica suena como la más aceptable a las masas que son exaltadas por los medios de comunicación social”.
“La Iglesia no es de ustedes, la Iglesia no es nuestra, la Iglesia es de Jesucristo…”
Ahora retomo desde el minuto 21:24
A la falsa iglesia, decimos hoy: “Eres el acto más monstruoso del tercer secreto de Fátima…
Nosotros estamos cansados de aquellos que difunden desde hace tantos años y ahora con la bendición de Bergoglio el veneno de la herejía. Y quisiera dirigir un llamado a Bergoglio: “Pedimos humildemente que él, antes de ir a Fátima, repare el escándalo, el dolor y el sufrimiento que está causando a miles y millones de católicos en el mundo. Pedimos a Bergoglio que antes de ir a Fátima, nos haga comprender si ha roto definitivamente con la tradición ininterrumpida del catolicismo…
No podemos seguir a quien se equivoca, sin importar el rol que tenga y sin importar el poder que tenga. Nosotros estamos como recuerda el Concilio Vaticano II, en la base, no en la cumbre. Y en razón de nuestro bautismo, también tenemos el espíritu profético. Nosotros decimos a Bergoglio que si continúa así, causará él mismo esta dramática laceración en la Iglesia que de hecho ya existe. Y como él se jacta diciendo que ama la franqueza, que ama la verdad, pues hoy me hago voz de todos los católicos, no sólo de los cuatro cardenales… Me hago voz de miles y miles de católicos en Italia, patria del catolicismo… Esperemos que nos dirán, es posible que nos llegue la condena…
Digo a todos: “La Iglesia no es de ustedes, la Iglesia no es nuestra, la Iglesia es de Jesucristo…”
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Pidamos al Señor para que la Verdad inmutable de la Sagrada Escritura y el Santo Magisterio de la Iglesia se mantengan custodiados por hombres santos que el Señor llama en medio de su pueblo elegido por el bautismo.
Al terminar de escribir esto, ya suenan voces de que este sacerdote será castigado por hablar con la verdad.
Traducción por el padre Elías.