Mis muy queridos cardenales, por quienes siento un gran aprecio y veneración:
Cardenal Walter Brandmüller
Cardenal Raymond Burke
Cardenal Carlo Caffarra
Cardenal Joachim Meisner
Grande fue mi alegría cuando oí que le plantearon sus cinco "Dubia" al papa Francisco el 14 de Noviembre del pasado año de 2016 (aquí, aquí aquí y, sobre todo, aquí)
Fue un acto de valentía, que yo esperaba fervientemente y que incluso soñaba con él: ¿Cómo es posible -me preguntaba a mí mismo- que tantos cardenales y obispos permanezcan en silencio ante la catástrofe inminente que supone, para la Iglesia, la aplicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (AL) que, en el mejor de los casos, se presta a confusión, por su ambigüedad, en particular en lo concerniente a su capítulo VIII ... aunque no solamente?
[Yo mismo he tenido que aclarar a un amigo cuál era mi posición con relación al papa Francisco. Y esto fue antes del verano de 2016]
El 20 de septiembre del pasado año [con bastante retraso, a mi entender, pues habían transcurrido ya seis meses desde la firma de la AL, que está fechada el 19 de marzo de 2016] sus Eminencias plantearon las Dubia al papa Francisco, de una manera muy respetuosa y en privado ... de lo cual nos enteramos el 14 de Noviembre: estuvieron esperando casi dos meses sin obtener ningún tipo de respuesta; y eso es lo que motivó que hicieran públicas sus Dubia, considerando que tal era su deber como pastores de la Iglesia.
Cardenal Walter Brandmüller
Cardenal Raymond Burke
Cardenal Carlo Caffarra
Cardenal Joachim Meisner
Grande fue mi alegría cuando oí que le plantearon sus cinco "Dubia" al papa Francisco el 14 de Noviembre del pasado año de 2016 (aquí, aquí aquí y, sobre todo, aquí)
Fue un acto de valentía, que yo esperaba fervientemente y que incluso soñaba con él: ¿Cómo es posible -me preguntaba a mí mismo- que tantos cardenales y obispos permanezcan en silencio ante la catástrofe inminente que supone, para la Iglesia, la aplicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (AL) que, en el mejor de los casos, se presta a confusión, por su ambigüedad, en particular en lo concerniente a su capítulo VIII ... aunque no solamente?
[Yo mismo he tenido que aclarar a un amigo cuál era mi posición con relación al papa Francisco. Y esto fue antes del verano de 2016]
El 20 de septiembre del pasado año [con bastante retraso, a mi entender, pues habían transcurrido ya seis meses desde la firma de la AL, que está fechada el 19 de marzo de 2016] sus Eminencias plantearon las Dubia al papa Francisco, de una manera muy respetuosa y en privado ... de lo cual nos enteramos el 14 de Noviembre: estuvieron esperando casi dos meses sin obtener ningún tipo de respuesta; y eso es lo que motivó que hicieran públicas sus Dubia, considerando que tal era su deber como pastores de la Iglesia.
El 19 de marzo de 2017 se ha cumplido un año desde que fue firmada la AL (aun cuando ésta no saliera a relucir al público hasta el 8 de abril). A lo largo de todo este año se han escrito infinidad de artículos, de todo tipo, algunos de los cuales han aumentado, aún más, si cabe, la confusión existente en muchos fieles de la Iglesia Católica.
Han pasado más de cuatro meses desde la publicación de las Dubia y la respuesta del papa Francisco sigue sin llegar, en el sentido de que no ha contestado expresamente a las Dubia que le plantearon.
Por otra parte, la respuesta ya la conocen. El Papa dejó la interpretación de AL al cardenal Schönborn (pinchar aquí , aquí y aquí) y luego a los obispos de Buenos Aires. Según el propio Papa, no hay otra interpretación posible (aquí). Esto ya ha tenido sus repercusiones (aquí)
[Además de los ya mencionados, pueden leerse aquí otra serie de artículos escritos con relación a AL, que no pretende ser exhaustiva]
Tal interpretación de los Obispos de Buenos Aires ... que según el papa Francisco es la única posible ... abre la puerta a la posibilidad de que aquellos cristianos divorciados y vueltos a casar, sin manifestar ningún tipo de arrepentimiento por su comportamiento, accedan al sacramento de la Eucaristía, en estado de pecado mortal. Va en contra, pues, de la enseñanza del Evangelio: AL supone claramente un peligro para la fe.
En alusión a la corrección formal al Papa, así lo expresaron en varias ocasiones sus Eminencias, cardenal Caffarra (aquí y aquí) y cardenal Burke (aquí y aquí). Son de destacar, en particular, su Eminencia, cardenal Burke, las entrevistas que le hicieron The Remnant y Raymond Arroyo, dicho sea a modo de ejemplo.
En alusión a la corrección formal al Papa, así lo expresaron en varias ocasiones sus Eminencias, cardenal Caffarra (aquí y aquí) y cardenal Burke (aquí y aquí). Son de destacar, en particular, su Eminencia, cardenal Burke, las entrevistas que le hicieron The Remnant y Raymond Arroyo, dicho sea a modo de ejemplo.
Sin embargo, hay un punto que me preocupa ... no sólo a mí sino a infinidad de católicos:
En principio, el acto de corrección formal se iba a hacer después de Epifanía de 2017. El tiempo pasa y no ocurre nada en ese sentido ... aunque seguimos esperando que se produzca; pero las últimas noticias [el 16 de marzo me entero] afirman que sus Eminencias van a desistir de realizar esa corrección. Parece confirmarse lo que decía Francisco: que él espera que, por el bien de la Iglesia, sus Eminencias desistan en su empeño [¡cuando es precisamente el bien de la Iglesia lo que les ha motivado para que redacten sus Dubia al Papa!]
En principio, el acto de corrección formal se iba a hacer después de Epifanía de 2017. El tiempo pasa y no ocurre nada en ese sentido ... aunque seguimos esperando que se produzca; pero las últimas noticias [el 16 de marzo me entero] afirman que sus Eminencias van a desistir de realizar esa corrección. Parece confirmarse lo que decía Francisco: que él espera que, por el bien de la Iglesia, sus Eminencias desistan en su empeño [¡cuando es precisamente el bien de la Iglesia lo que les ha motivado para que redacten sus Dubia al Papa!]
Esto es una mala noticia, que me deja consternado. Es cierto que viene luego otra noticia posterior, de Edward Pentin, afirmando que la corrección formal sigue en pie, pero al poco se reafirma la noticia inicial insistiendo en que tal corrección formal no se va a producir. Esto ocurría el día 20 de marzo.
Finalmente, como si, efectivamente, fueran a seguir adelante con su corrección formal, aparece una nueva noticia alentadora, el 25 de marzo, festividad de la Encarnación del Señor, según la cual -cito- "el cardenal Burke reafirma que sí habrá corrección formal si Francisco no responde las Dubia" (Ver también aquí). No obstante, sigue sin quedar enteramente claro. El tiempo corre en contra y se trata de una cuestión de enorme envergadura como para ir retrasando dicha corrección.
Y, sin embargo, el 27 de marzo, vuelve a aparecer, otra vez, la noticia de que tal corrección no se va a llevar a cabo:
Finalmente, como si, efectivamente, fueran a seguir adelante con su corrección formal, aparece una nueva noticia alentadora, el 25 de marzo, festividad de la Encarnación del Señor, según la cual -cito- "el cardenal Burke reafirma que sí habrá corrección formal si Francisco no responde las Dubia" (Ver también aquí). No obstante, sigue sin quedar enteramente claro. El tiempo corre en contra y se trata de una cuestión de enorme envergadura como para ir retrasando dicha corrección.
Y, sin embargo, el 27 de marzo, vuelve a aparecer, otra vez, la noticia de que tal corrección no se va a llevar a cabo:
Duración: 27 segundos
Sinceramente, no lo entiendo: ¿se va a llevar o no se va a llevar a cabo esa corrección?
Su Eminencia, cardenal Burke: en la entrevista que tuvo con Raymond Arroyo el 15 de diciembre de 2016 dejó muy claro cuáles fueron los motivos que les llevaron a plantear las Dubia, en relación con la recta interpretación de AL; y que no fueron otros que el bien (el verdadero bien) de la Iglesia y de los fieles católicos, muchos de los cuales viven con gran confusión y sufrimiento esta situación irregular y sin precedentes.
Su Eminencia, cardenal Burke: en la entrevista que tuvo con Raymond Arroyo el 15 de diciembre de 2016 dejó muy claro cuáles fueron los motivos que les llevaron a plantear las Dubia, en relación con la recta interpretación de AL; y que no fueron otros que el bien (el verdadero bien) de la Iglesia y de los fieles católicos, muchos de los cuales viven con gran confusión y sufrimiento esta situación irregular y sin precedentes.
Soy consciente, como lo son igualmente sus Eminencias, de que tienen muchos enemigos ... y es más: sus mayores y peores enemigos están dentro de la misma Iglesia, tal y como dijo san Pío X (ver aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, etc ...), pues han llegado, incluso, a insultarles y a amenazarles con quitarles el capelo cardinalicio (aunque luego hayan rectificado, si bien esta rectificación no es muy verosímil ).
También tienen enemigos fuera, por supuesto: no hay más que leer las noticias de los medios de comunicación ... pero esto es algo con lo que un cristiano ya cuenta, de antemano, si es un verdadero discípulo de Cristo, puesto que "todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecuciones" ( 2 Tim 3, 12) (ver aquí y aquí).
También tienen enemigos fuera, por supuesto: no hay más que leer las noticias de los medios de comunicación ... pero esto es algo con lo que un cristiano ya cuenta, de antemano, si es un verdadero discípulo de Cristo, puesto que "todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecuciones" ( 2 Tim 3, 12) (ver aquí y aquí).
Les escribo porque deben de saber, también, que no están solos, en contra de lo que afirmó el cardenal Hummes: son muchos ya los cardenales y obispos que se están definiendo apoyando las Dubia como lo que son, en realidad, no un ataque al Papa sino un servicio al ministerio petrino y a la Iglesia (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, etc...). Y son innumerables los católicos de a pie, los seglares, que les apoyamos, porque está en juego el porvenir de la Iglesia y de toda la humanidad.
[En el siguiente enlace, cuya fuente es Life Site News, puede verse una relación de los cardenales que están a favor y de los que están en contra de las Dubia. Asimismo se puede leer, tomando a Catholicvs como fuente, una lista de obispos y cardenales que están a favor de lo que se pide en las Dubia, aunque no todos lo hayan manifestado expresamente]
Yo rezo todos los días y en todo momento para que el Señor les ilumine. Le pido, de un modo especial, para que no sucumban ante el Sistema. ¡No se hundan en el último momento, no caigan en la tentación del camino fácil; manténganse fuertes y actúen lo más pronto posible! Tienen -y lo saben muy bien- una grave responsabilidad ante Dios, ante quien tendrán que dar cuenta, no sólo de sus acciones, sino también de sus omisiones! ¡No se dejen llevar por la cobardía! Tengan presente en su mente y en su corazón las palabras de Jesús: "Todo el que me confiese delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará como suyo delante de los ángeles de Dios" (Lc 12, 8). Eso les ayudará a llevar a cabo su misión sin temor alguno. Como muy bien dijo su Eminencia, cardenal Burke, tenemos que responder de nuestras acciones ante Dios y no ante ninguna conferencia episcopal.
Hay muchos católicos que confían en sus Eminencias. No tengan miedo. No están solos. Piensen en ello, porque se está cumpliendo aquello que dijo el Señor: "Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño" (Mt 26, 31) ¿Es que nos van a abandonar todos nuestros pastores? Yo no lo creo. ¡Dios no lo permitirá!.
Por otra parte ... ¿qué puede ocurrir? ¿Que se produzca un cisma en la Iglesia? ... ¡Pero si ese cisma ya existe, de hecho! ... ¡Y no son sus Eminencias quienes lo han causado con sus Dubia sino que ha sido AL, precisamente, la gota que les ha llevado a reaccionar y a plantear sus Dubia al santo Padre.
Su Eminencia, cardenal Burke, en una entrevista que tuvo en "la Veritá" el 11 de enero de este año, cuando le preguntaron sobre si las Dubia estaban contribuyendo a dividir a la Iglesia en lugar de unirla, les contestó, muy sabiamente:
Hay muchos católicos que confían en sus Eminencias. No tengan miedo. No están solos. Piensen en ello, porque se está cumpliendo aquello que dijo el Señor: "Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño" (Mt 26, 31) ¿Es que nos van a abandonar todos nuestros pastores? Yo no lo creo. ¡Dios no lo permitirá!.
Por otra parte ... ¿qué puede ocurrir? ¿Que se produzca un cisma en la Iglesia? ... ¡Pero si ese cisma ya existe, de hecho! ... ¡Y no son sus Eminencias quienes lo han causado con sus Dubia sino que ha sido AL, precisamente, la gota que les ha llevado a reaccionar y a plantear sus Dubia al santo Padre.
Su Eminencia, cardenal Burke, en una entrevista que tuvo en "la Veritá" el 11 de enero de este año, cuando le preguntaron sobre si las Dubia estaban contribuyendo a dividir a la Iglesia en lugar de unirla, les contestó, muy sabiamente:
"Lo que divide es la falsedad y la ambigüedad. La verdad siempre une. Es absurdo decir que cuatro cardenales que hacen cinco preguntas razonables, y de fundamental importancia para todos los cristianos, están actuando de manera tal que están contribuyendo a dividir a la Iglesia. Nosotros estamos sirviendo al oficio petrino, dándole al Papa la oportunidad de confirmarnos en la enseñanza de la Iglesia, frente a una situación que se está mostrando ambigua en la práctica". Y luego responde a otra pregunta en la que afirma que "no somos sólo cuatro cardenales. Personalmente conozco a otros cardenales que respaldan plenamente las Dubia"
Ante esta situación yo me pregunto: ¿cuál es el mal menor? ¿Evitar un cisma formal, con excomuniones y anatemas por parte de la Jerarquía que gobierna hoy la Iglesia ... o bien, continuar con una Iglesia "unida" en teoría, pero -en realidad- completamente desconcertada ante esta situación de lucha entre cardenales, obispos, sacerdotes y laicos, que enseñan cosas completamente distintas. Tal "unidad" sería "aparente".
Los intelectuales han hablado, los prelados también, los fieles están listos. Pienso que es el momento de actuar ya ... y hacerlo en coherencia con lo que han venido diciendo en todo momento, sin importarles lo que nadie -sea quien sea- pueda pensar o decir, porque la palabra de Dios es bien clara ... y “nada podemos contra la verdad, sino a favor de la verdad” (2 Cor 13: 8)
¡Y cuanto más tiempo pase sin que se produzca esta corrección formal, más difícil va a ser revertir la situación y mayor la confusión reinante!.
(Continuará)