Los cobardes, los asesinos, los hipócritas tendrán su suerte con los condenados, algunos porque rechazan a Dios, claramente, y otros porque se avergüenzan de Él, el Único que, por cierto, es quien les puede hacer verdaderamente felices. Dios es Amor. Y el Amor supone la reciprocidad.
Imposible la felicidad eterna para aquellos que rechazan el Amor, haciendo un mal uso de su libertad. Esto dice el Señor: "Todo pecado y blasfemia se les perdonará a los hombres; pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada. A cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en este mundo ni en el venidero" (Mt 12, 31-32).
En estos dos cortos vídeos se ilustra lo que ha ocurrido con los 44 cristianos coptos, muertos por asistir a misa. Qué poca importancia se ha dado a esta noticia. ¿Por qué? Muy sencillo: porque los que han muerto eran cristianos. No eran musulmanes, ni homosexuales, ni comunistas, por poner algún ejemplo, en cuyo caso sí que se hubiera lanzado el grito al cielo, durante mucho tiempo, en todos los medios de comunicación.
Pero Dios lo ve todo y lo conoce todo ... que es lo que realmente importa; y no el reconocimiento de los hombres. Y, además, no se deja ganar en generosidad ni en amor. Éstos que han muerto y que han entregado su vida por amor a Él irán directamente al Paraíso, sin pasar por el purgatorio. Allí está Jesús esperándolos para darles un abrazo a todos y a cada uno de los que han sido martirizados por su fe.
Y es más: desde el Cielo tiene aún más fuerza su oración por la Iglesia, que tan necesaria es. Su muerte no ha sido en balde, como no lo fue la muerte de Jesucristo. Ahora gozan de la felicidad eterna y junto a Él se han convertido en corredentores del mundo, para todos aquéllos que se arrepientan de corazón de sus pecados y maldades. Para ellos son estas palabras, entresacadas de la Biblia:
"Bienaventurados los muertos que desde ahora mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus trabajos, porque sus obras les acompañan" (Ap 14, 13).
San Juan pone en boca de Jesús estas palabras: "Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida" ( Ap 2. 10). Y también: "El vencedor será revestido con vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida; confesaré su nombre en la presencia de mi Padre y delante de los ángeles" (Ap 3, 5)
En cambio: "Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los homicidas, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira" (Ap 22, 15). Para éstos su nombre no estará escrito en el libro de la vida ... y les espera la muerte segunda, que es la eterna condenación.
José Martí
Duración 2:11 minutos
Duración 1:13 minutos