CARDENALES MÜLLER y SARAH |
Sin más preámbulos, estas son las declaraciones de S. E. R. Gerhard Ludwig S.R.E. Card. Müller y de S. E. R. Robert S.R.E. Card. Sarah, Prefectos de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los sacramentos, respectivamente:
"El Papa no ha cambiado, ni cambiará, ni puede cambiar la Revelación. Algunos aseguran que el Papa ha cambiado los cimientos de la moral de la Iglesia y ha relativizado el sacramento del matrimonio. No lo ha hecho, ni puede hacerlo".
Puede leerse la entrevista completa al cardenal Müller publicada ayer, viernes 21 de abril en "Aleteia", en este enlace.
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"Sin una fe en común, la Iglesia está amenazada por la confusión y entonces, progresivamente, puede caer en la dispersión y el cisma [...] Hoy hay un grave riesgo de fragmentación en la Iglesia, de romper el Cuerpo Místico de Cristo al insistir en las identidades nacionales de las Iglesias y por tanto en su capacidad de decidir por ellas mismas, sobre todo en el dominio crucial de la doctrina y la moral" [como es el caso de Malta o Alemania, por ejemplo].
Puede leerse la entrevista completa al Cardenal Sarah, publicada el pasado martes 18 de abril en la página de "Ayuda a la Iglesia Necesitada", en este enlace.
CATHOLICVS
COMENTARIO PERSONAL:
Estoy de acuerdo con Catholicvs en lo que concierne al cardenal Sarah. Sin embargo, no lo estoy tanto en las afirmaciones que hace el cardenal Müller, en su segunda parte. Ciertamente, el papa Francisco no ha dicho nunca que el matrimonio no sea indisoluble. No puede decirlo así de claro. Ahora bien, en la práctica sí es cierto que se ha relativizado el sacramento del matrimonio y se ha creado mucha confusión, debido, entre otras cosas -y de un modo muy especial- al contenido contradictorio de algunas expresiones de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, por ejemplo, cuando dice en su punto 305:
"Es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado —que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno— se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad.
Tal afirmación constituye una herejía: Es una contradicción. El pecado y la gracia son incompatibles. No se puede estar en gracia de Dios si se está en una situación de pecado mortal. Eso es, sencillamente, imposible ... Y, sin embargo, así está escrito.
El número de citas discutibles es innumerable, así como es una realidad todo el revuelo que se ha armado con la publicación de AL ... y si el río suena es porque aguas lleva.
José Martí