(Información sacada de Infobae, Vaticano y Secretum Mihi Meum)
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Periodista Antonio Pelayo:
Santo Padre, la situación en Venezuela ha degenerado últimamente de modo muy grave y ha habido muchas muertes. Quisiera preguntarle si la Santa Sede, y usted personalmente, piensan relanzar esa acción, esa intervención pacificadora, y qué formas podría asumir esta acción.
Papa Francisco:
Hubo una intervención de la Santa Sede bajo pedido fuerte de los cuatro Presidentes que estaban trabajando como facilitadores, y … la cosa no resultó. Y quedó ahí. No resultó porque las propuestas no eran aceptadas, o se diluían, o era un «sí, sí» pero «no, no».
Todos conocemos la difícil situación de Venezuela, que es un País al que yo quiero mucho. Y sé que ahora están insistiendo; no sé bien de dónde –creo que de los cuatro Presidentes– para relanzar esta facilitación, y están buscando el lugar.
Yo creo que tiene que ser con condiciones ya. Condiciones muy claras. Parte de la oposición no quiere esto. Porque es curioso, la misma oposición está dividida.
Y, por otro lado, parece que los conflictos se agudizan cada vez más. Pero hay algo de movimiento. Hay algo de movimiento, estuve informado de eso, pero está muy en el aire todavía. Pero todo lo que se pueda hacer por Venezuela hay que hacerlo. Con las garantías necesarias. Si no, jugamos al «pin-pin pirulero», y no va la cosa. Gracias.
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Hay un artículo de infobae, una revista de Venezuela, del 3 de mayo, firmado por Fernanda Kobelinsky, en donde el sacerdote de una parroquia pobre de Maracaibo, el padre José Palmar afirma lo siguiente: "En Venezuela nos estamos muriendo de hambre, el mutismo del papa Francisco es lamentable".
Esta noticia aparece también en Secretum Mihi Meum, que la reproduce y yo la incluyo igualmente aquí:
Días atrás, durante el viaje de regreso de Egipto, el papa Francisco habló con los periodistas en el avión y se refirió a la crisis venezolana. En esa suerte de conferencia de prensa afirmó que estaba dispuesto a mediar entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, siempre y cuando se acuerden "condiciones muy claras".
En esa declaración, el Pontífice declaró que uno de los problemas para su acción pacificadora "son las divisiones dentro de la oposición venezolana". Esa reflexión suscitó la respuesta de la Mesa de Unidad Democrática y el enojo de algunos miembros de la iglesia venezolana como el padre José Palmar.
Este cura, que lleva lleva 27 años como párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Maracaibo, está indignado con la declaración de Francisco. "Yo la califico como de alto desconocimiento de la realidad en Venezuela", sentenció en diálogo con Infobae.
"Lamento mucho que el Papa haya emitido una opinión sobre la oposición venezolana, porque no conoce la realidad. Aquí hay dos elementos: la oposición política y la oposición ciudadana… que somos los que hemos puesto los muertos, los que hemos puesto los presos, los que hemos puesto el pecho a las bombas, somos los hombres y mujeres que enfrentamos a los esbirros y violentos del chavismo y a los cuerpos represivos en cualquier avenida y calle de Venezuela", dice emocionado.
Para él, es lamentable "el mutismo de Francisco sobre la realidad totalitaria, dictatorial y violenta del régimen de Nicolás Maduro".
Que el Papa hablara de "división de la oposición" fue un golpe para el cura: "Se atrevió a decirlo porque carece de elementos".
Según dijo, sintió la "inestima" con la que el Pontífice trató a los venezolanos. "No nos dio nada que nos levante, no nos dio una motivación que nos levante el alma o la esperanza. Estamos en tiempos de Pascua, y lo que nos dijo fue como si le hubiera dicho a Lázaro, que estaba muerto en la cueva: 'Mira, no vas a resucitar, te vas a quedar allí, podrido en una cueva'", sentencia.
Cuando Infobae le preguntó que hubiera esperado de Francisco, Palmar exigió una interpelación a Nicolás Maduro. "No le dijo nada al régimen, no se expresó sobre el estado de hambruna, muerte y miseria. Habló de nuestra división… ¿Y del otro lado qué?, allí están unidos para hacer daño, para hacer añicos nuestro país".
Palmar esperaba la "denuncia profética" de Francisco. Porque, según reconoció, un "regaño" a la oposición no hubiese sido un problema si también dedicaba una palabras contra el régimen de Maduro, "que está inmerso en el narcotráfico y el terrorismo". Y agregó enojado: "No dijo nada de ello, nada".
Cuando el cura habla del "desconocimiento de la realidad venezolana" que, a su entender, muestra Francisco, le está exigiendo que se implique más en la crisis.
Este cura, que lleva lleva 27 años como párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Maracaibo, está indignado con la declaración de Francisco. "Yo la califico como de alto desconocimiento de la realidad en Venezuela", sentenció en diálogo con Infobae.
Padre José Palmar |
Lograr hablar con este "cura pobre", como él mismo se define, no fue fácil. Ni él ni su parroquia tienen teléfono. La propia Arquidiócesis de Maracaibo tiene que contactarse con familiares para ubicarlo.
Infobae llegó a él a través de un vecino que, con mucha voluntad, caminó hasta la iglesia para hacer contacto. Luego, Rosa -otra colaboradora de la parroquia- se ofreció a ir a buscarlo y darle su propio celular para facilitar la conversación.
Para él, es lamentable "el mutismo de Francisco sobre la realidad totalitaria, dictatorial y violenta del régimen de Nicolás Maduro".
Que el Papa hablara de "división de la oposición" fue un golpe para el cura: "Se atrevió a decirlo porque carece de elementos".
Según dijo, sintió la "inestima" con la que el Pontífice trató a los venezolanos. "No nos dio nada que nos levante, no nos dio una motivación que nos levante el alma o la esperanza. Estamos en tiempos de Pascua, y lo que nos dijo fue como si le hubiera dicho a Lázaro, que estaba muerto en la cueva: 'Mira, no vas a resucitar, te vas a quedar allí, podrido en una cueva'", sentencia.
Cuando Infobae le preguntó que hubiera esperado de Francisco, Palmar exigió una interpelación a Nicolás Maduro. "No le dijo nada al régimen, no se expresó sobre el estado de hambruna, muerte y miseria. Habló de nuestra división… ¿Y del otro lado qué?, allí están unidos para hacer daño, para hacer añicos nuestro país".
Palmar esperaba la "denuncia profética" de Francisco. Porque, según reconoció, un "regaño" a la oposición no hubiese sido un problema si también dedicaba una palabras contra el régimen de Maduro, "que está inmerso en el narcotráfico y el terrorismo". Y agregó enojado: "No dijo nada de ello, nada".
Cuando el cura habla del "desconocimiento de la realidad venezolana" que, a su entender, muestra Francisco, le está exigiendo que se implique más en la crisis.
"El Papa está muy lejos, sólo recibe informes. Me gustaría que enviara a un comisionado que se reuniera con nosotros, porque mandó a un delegado pontificio que sólo se juntó con el sector partidista y los curas de barrio, los curas pobres, nunca tuvimos acceso", reclama.
La realidad que describe, y la que quiere que vea Francisco, es muy cruda: "Nos estamos muriendo de hambre, no hay nada que comer, no hay insumos para pacientes, aquí los niños se nos mueren y el Papa debería decirle a Nicolás Maduro que permita que vengan los barcos con comida, los aviones con medicina".
Palmar cuenta lo que ve: "Habla un cura de un barrio donde los pobres están todos los días comiendo basura. El domingo hacemos un olla comunitaria para que coman 300 personas y esa es la única comida caliente que tienen en el día".
Para él, Francisco debería hablar de la ayuda humanitaria, debería "abogar por los presos políticos y exigir que se respete la Constitución".
Lo que quiere el religioso es que "se llamen a las cosas por su nombre".
La realidad que describe, y la que quiere que vea Francisco, es muy cruda: "Nos estamos muriendo de hambre, no hay nada que comer, no hay insumos para pacientes, aquí los niños se nos mueren y el Papa debería decirle a Nicolás Maduro que permita que vengan los barcos con comida, los aviones con medicina".
Palmar cuenta lo que ve: "Habla un cura de un barrio donde los pobres están todos los días comiendo basura. El domingo hacemos un olla comunitaria para que coman 300 personas y esa es la única comida caliente que tienen en el día".
Para él, Francisco debería hablar de la ayuda humanitaria, debería "abogar por los presos políticos y exigir que se respete la Constitución".
Lo que quiere el religioso es que "se llamen a las cosas por su nombre".
Y lo dice sin miedo a represalias: "En Venezuela estamos en dictadura totalitarista".
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