NOTA INICIAL: LA ENTRADA DE ESTE BLOG TITULADA La intervención papal en la víspera de Pentecostés de los carismáticos fue excesivamente larga, razón por la cual pido disculpas. De manera que, dada la importancia que tiene este asunto de los carismáticos, según el Papa, la he dividido, con algunos ligeros cambios, en tres entradas, colocando los links correspondientes en cada una para que sea más sencillo y rápido el paso de una a otra.
FUENTE: WEB DEL VATICANO
VIGILIA DE PENTECOSTÉS
PALABRAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO
(NOTA:
Las palabras
de Francisco, que pueden escucharse en el vídeo de unos 25 minutos, están escritas en letra cursiva y el tipo de letra es Times. Este tipo de color azul hace referencia a las citas evangélicas.
El rojo oscuro a los puntos oscuros (posiblemente heterodoxos). El rojo claro a lo que pretendo destacar de un modo
especial. Mis comentarios van en este
tipo de letra)
24:49 minutos
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Circo Máximo, Roma
Sábado 3 de junio de 2017
EL PAPA:
Queridos hermanos y hermanas: Gracias por el testimonio que hoy dan
aquí. Nos hace bien a todos. Me hace bien a mí también.
En el primer capítulo del libro
de los Hechos de los Apóstoles leemos: "Cuando
estaba a la mesa con ellos, Jesús les ordenó que no se ausentaran de Jerusalén,
sino que aguardaran la promesa del Padre: 'La que oísteis de mí, porque Juan
bautizó con agua, pero vosotros, dentro de pocos días, seréis bautizados en el
Espíritu Santo" (Hech 1, 4-5). "Al
llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. Y sucedió
que, de repente, sobrevino del cielo un ruido, como de viento huracanado, que
invadió toda la casa en la que estaban.
Entonces se les aparecieron lenguas como de fuego que se distribuían y
se posaban sobre cada uno de ellos. Y todos se llenaron del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu Santo les impulsaba a
expresarse" (Hech 2, 1-4).
Éste es el pasaje del libro
de los Hechos. Hoy estamos aquí hoy como en un Cenáculo a cielo abierto, porque no
tenemos miedo. A cielo abierto y también con el corazón abierto a la promesa
del Padre. Estamos reunidos aquí todos los
creyentes, todos los que profesamos que "Jesús es el Señor".
¡Jesús es el Señor! Muchos han venido de distintas partes del mundo, y el Espíritu Santo nos ha reunido para establecer lazos de
amistad fraterna que nos alienten en el camino
hacia la unidad para la misión: no para estar detenidos sino para la
misión, para proclamar que Jesús es el Señor - " Jesús es el Señor "
- para anunciar a todos el amor del Padre por todos sus hijos! ¡Para anunciar
la Buena Nueva a todos los pueblos! Para demostrar que la paz es posible. ¡No
es tan fácil demostrar a este mundo de hoy que la paz es posible, pero en el
nombre de Jesús podemos demostrar, con nuestro testimonio, que la paz es
posible!
COMENTARIO
[Parece ser que La Paz a la que se refiere el Papa está relacionada con la unidad. Pero ... ¿a qué paz se refiere? ¿Y a qué tipo de unidad?
EL PAPA:
Pero es posible si tenemos paz entre nosotros. Pero si acentuamos las diferencias y estamos en guerra entre nosotros, entonces no es posible, no podemos anunciar la paz. La paz es posible desde nuestra confesión de que Jesús es el Señor y desde nuestra evangelización en este camino. Es posible a pesar de que mostramos que tenemos diferencias. Esto es obvio: que tenemos diferencias. Pero deseamos ser una diversidad reconciliada. No se olviden de esta palabra y decirlo a todos: diversidad reconciliada. Y esta palabra no es mía, no es mía. Es de un hermano luterano: diversidad reconciliada.
Pero es posible si tenemos paz entre nosotros. Pero si acentuamos las diferencias y estamos en guerra entre nosotros, entonces no es posible, no podemos anunciar la paz. La paz es posible desde nuestra confesión de que Jesús es el Señor y desde nuestra evangelización en este camino. Es posible a pesar de que mostramos que tenemos diferencias. Esto es obvio: que tenemos diferencias. Pero deseamos ser una diversidad reconciliada. No se olviden de esta palabra y decirlo a todos: diversidad reconciliada. Y esta palabra no es mía, no es mía. Es de un hermano luterano: diversidad reconciliada.
COMENTARIO
¿Diversidad
reconciliada? ¡esto es extraño! Lo de la diversidad es
evidente. Pero ¿a qué tipo de reconciliación se quiere referir el papa ... O
mejor ... su hermano luterano, ya que
no son palabras suyas?
Sabemos todos muy bien que el Espíritu Santo es
Uno. Es verdad que este Espíritu se manifiesta de diversas maneras (en Él
unidad y diversidad se dan la mano) ... Pero con la particularidad de que, en
todos los casos, es siempre el mismo y único Espíritu. Es decir: estamos hablando
del Espíritu de Jesucristo: Espíritu del Hijo que es
también Espíritu del Padre, pues procede de ambos. Es el Amor recíproco y total
que Padre e Hijo se profesan en el seno de la Santísima Trinidad, misterio éste
del Dios Uno y Trino, que Cristo nos reveló y que es fundamental en el Cristianismo.
"Hay
diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo"
(1 Cor 12, 4).
Y ciertamente, el Espíritu Santo, que nos es
dado gratuitamente, obra en nosotros, si le dejamos actuar, para la edificación
y unión verdadera de todos los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, que es la
Iglesia. "A
cada uno se le da la manifestación del Espíritu para común utilidad"
(1 Cor 12, 7). Dice san Pablo: "Un
solo cuerpo [que es la Iglesia que Cristo fundó, Cuerpo Místico
de Cristo, del cual participamos todos los católicos, a quienes, por el
bautismo, se nos ha dado la gracia de ser realmente hijos de Dios, sin
merecimiento alguno por nuestra parte] y un solo Espíritu,
como una es la esperanza a la que habéis sido llamados, la de vuestra vocación.
Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo" (Ef 4, 4-5).
Y dice Jesús: "Cuando
venga Aquél, el Espíritu de Verdad, Él os
guiará hacia la Verdad completa, pues no
hablará de Sí mismo, sino que hablará de lo que oiga y os
anunciará lo que ha de venir. Él me glorificará
porque recibirá de lo Mío y os lo dará a conocer. Todo
lo que el Padre tiene es Mío. Por eso dije que recibirá
de lo Mío y os lo anunciará" (Jn 16, 13-15)
Hablar del Espíritu Santo es algo muy serio. No
se puede hablar de Él de cualquier manera. Y esto es así hasta el punto de que
fue el mismo Jesús, nuestro Señor, que es pura misericordia, quien pronunció
estas tremendas palabras, de difícil comprensión, pero ciertas: "Todo
pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la
blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada. Y
al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al
que hable contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en este mundo ni en el
venidero" (Mt 12, 31-32). Y de modo análogo dice san Pablo:
"No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados
para el día de la Redención" (Ef 4, 19).
Teniendo en cuenta que "ninguno
puede poner otro fundamento fuera del que ya está puesto, que es Jesucristo (1 Cor
3, 11) resulta que, si no tenemos a Jesucristo, quien dijo de Sí mismo
que es la Verdad, tampoco podemos tener su Espíritu, que es Espíritu de Verdad,
un Espíritu que mora en nosotros si estamos en gracia: ¿No
sabéis que sois templos de Dios y que el
Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguien destruye el
templo de Dios, Dios le destruirá a él; pues el templo de Dios,
que sois vosotros, es santo. (1 Cor 3, 16-17). Éste
es el fundamento de la dignidad especial que tiene un cristiano, pues es -nada
menos que- templo del Espíritu Santo [entendemos por cristiano a aquél que
sigue a Cristo, en el seno de la iglesia que Él fundó, que es la Iglesia Católica.
Sólo éste tiene -o puede tener- el Espíritu Santo, si está en gracia de Dios].
EL PAPA:
¡Y ahora estamos aquí y somos muchos! Nos
hemos reunido para orar juntos, para pedir la venida del Espíritu Santo sobre
cada uno de nosotros, para salir por las calles de la ciudad y al
mundo para proclamar el señorío de Jesucristo. El libro de los Hechos afirma: "Entre nosotros hay partos, medos, elamitas, habitantes
de Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y el Asia, Frigia y Panfilia, Egipto
y las regiones de Libia, fronteriza con Cirene; y los romanos aquí residentes,
tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras
propias lenguas las grandes maravillas de Dios"(2,9 a 11). Hablar en la misma lengua, escuchar, entender ... Hay
diferencias, pero el Espíritu nos hace entender el mensaje de la Resurrección
de Jesús, en nuestra propia lengua.
COMENTARIO
¡Atención!
Decir que el Espíritu
nos hace entender el mensaje de Jesús en nuestra propia lengua no significa que
nos diga cosas diferentes o incluso contradictorias. Esto es muy importante. Por ejemplo:
- El Espíritu no nos puede decir que Jesucristo
está real, sustancial y verdaderamente presente en la Eucaristía, con su cuerpo,
sangre, alma y divinidad (lo que, como sabemos, es un dogma de fe para un
católico) ... Y, ese mismo Espíritu, decirnos - al mismo tiempo- que la presencia de Cristo en la Eucaristía
es un mero recuerdo (como dicen los protestantes). Hay
una incompatibilidad absoluta. Por eso, una celebración conjunta entre católicos y
protestantes es un imposible. Caso de darse, sería una farsa y una blasfemia.
- El Espíritu no nos puede decir [como, en
realidad, dice ... pues lo que sigue es palabra de Dios; palabra, por lo tanto,
del Espíritu Santo, a saber]: "Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra,
comete adulterio; y quien se casa con la repudiada de su marido, comete
adulterio (Lc 16,18) y también: "No
os engañéis: (...) Los adúlteros no poseerán el Reino de Dios" (1 Cor 6,
9-10). Y el mismo Espíritu decirnos -al
mismo tiempo- y hablando del mismo tema: "Ya
no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así
llamada «irregular» [entiéndase por tal el
adulterio] viven en una situación de pecado
mortal, privados de la gracia santificante"
[Amoris Laetitia, núm. 301]
Pues bien: Puestos a elegir entre lo que dijo Jesús,
con toda claridad, y lo que se afirma en Amoris Laetitia, yo elijo lo que dijo Jesús.
Lo que se afirma en Amoris Laetitia no proviene del Espíritu. Lo que se lee en
Amoris Laetitia no sólo no lo dijo Jesús, sino que es contrario a lo que Jesús
dijo. Es pura palabra
humana y, lo peor de todo, contraria a la verdad.
¡De modo que la Amoris Laetitia no
sólo no es Magisterio, como algunos cardenales, próximos al papa, pretenden ...
sino que está abiertamente contra el Magisterio de la Iglesia de siempre
y contra el mandamiento y las palabras de Jesucristo!
Se pueden poner infinidad de ejemplos. Pero en
todos ellos queda muy claro -o debería de quedar- que el Espíritu Santo
[el auténtico, el único, el verdadero], aun cuando se desenvuelva en el
misterio, nunca actúa contra la razón humana, nunca es contradictorio. El
principio de no-contradicción, según
el cual “una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo
sentido” vale
también para Dios, pues lo sobrenatural nunca se opone a lo natural,
sino que lo eleva y lo perfecciona.
EL PAPA:
Estamos reunidos aquí creyentes de 120 países del mundo, celebrando la obra soberana del Espíritu Santo en la Iglesia
(¿...?), que comenzó hace 50 años y dio comienzo… ¿a una institución? No.
¿A una organización? No. A una corriente de gracia, a la corriente de gracia
de la Renovación Carismática Católica. Obra
que nació… ¿católica? No. Nació ecuménica. Nació ecuménica porque el Espíritu
Santo es el que crea la unidad, y es el mismo Espíritu Santo el que inspiró
que fuera así. Es importante
leer las obras del cardenal Suenens sobre esto: es muy importante.
COMENTARIO
Éste es el quid de la cuestión:
según el papa, y como efectivamente así es, "la Renovación Carismática Católica"
no nació católica ... sino ecuménica. O sea, que el Ecumenismo
está por encima del Catolicismo. Recordemos que, según
Francisco, Dios no es católico. ¡¡¡el ecumenismo!!! ... Siempre - y
machaconamente- estamos con el mismo tema, como si no hubiera nada más
importante en la iglesia (pinchar aquí).
Además, este “ecumenismo” es entendido como signo de unidad (¿qué tipo de
unidad?). Y, para más INRI, resulta que, según Francisco, "es
el mismo Espíritu Santo el que inspiró que fuera así".
Ésas son sus palabras.
Las
"sorpresas del Espíritu", a las que alude Francisco
con tanta frecuencia, son realmente sorprendentes: son las sorpresas de Francisco,
quien se ha convertido en el intérprete fiel y único del Espíritu Santo. Ciertamente
Éste sopla donde quiere ... pero da la impresión -¡y es mucho más que una impresión!-
de que dicho Espíritu habla sólo por boca de Francisco, un papa a quien el Denzinger-Bergoglio bautizó como "Francisco
i, el insuperable". (insuperable por la
cantidad de disparates que dice, claro está). En ese artículo podemos leer lo
siguiente (nótese la ironía) : "Y si para algunos el Concilio Vaticano
II representó “el año 0” de la Iglesia Católica, ahora para otros Francisco
sería el papa número 1 de una nueva iglesia y sólo él, después de 265 papas, ha sido capaz de “abrir el corazón al Espíritu
Santo y discernir cuál es la voluntad de Dios”.
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