EL PAPA:
La venida del Espíritu Santo convierte a hombres encerrados por miedo, en testigos valientes de Jesús. Pedro, que había negado a Jesús tres veces, lleno del poder del Espíritu Santo, proclama: «Todo Israel esté cierto de que, al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías». (Hch 2,36). Y ésta es la profesión de fe de todo cristiano. Dios ha constituido Señor y Cristo a aquel Jesús que vosotros habéis o que ha sido crucificado. ¿Estáis de acuerdo con esta profesión de fe? [responden: «¡Sí!»]. Es nuestra profesión, de todos, todos, la misma. (¿CREE USTED, DE VERDAD, ANTE DIOS, QUE ESO ES ASÍ?). La Palabra sigue diciendo: «Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno». Vendían: ayudaban a los pobres. Había algunos astutos, pensemos en Ananías y Safira, siempre los hay, pero todos los creyentes, la mayoría, se ayudaban. «A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las casas y comían juntos alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo y día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban salvando» (2, 44-47). La comunidad crecía, y el Espíritu inspiraba. Me gusta mucho recordar a Felipe, cuando el ángel le dice: «Ve al camino de Gaza y encuentra a un prosélito, ministro de la economía de la reina de Etiopía, Candaces». Era un prosélito y leía a Isaías. Y Felipe le explicó la Palabra, proclamó a Jesús, y aquél se convirtió. Y a un cierto punto, dice: «Aquí hay agua: quiero ser bautizado». Fue el Espíritu el que empujó a Felipe a ir allí, y desde el comienzo ha sido el Espíritu el que ha empujado a todos los creyentes a proclamar al Señor. Hoy hemos elegido reunirnos aquí, en este lugar —lo ha dicho el pastor [ENTIÉNDASE PASTOR PROTESTANTE] Traettino—, porque aquí, durante las persecuciones, fueron martirizados algunos cristianos, para entretenimiento de los que miraban. Hoy hay más mártires que ayer. Hoy hay más mártires, cristianos. Los que matan a los cristianos, antes de matarlos no les preguntan: «¿Eres ortodoxo?, ¿eres católico?, ¿eres evangélico?, ¿eres luterano?, ¿eres calvinista?». No. «¿Eres cristiano?» ― «Sí»: degollado, inmediatamente.
COMENTARIO
Podría ocurrir que contestaran: ¡no, yo no soy cristiano: yo soy protestante o anglicano o calvinista! ... Y, tal vez, entonces, no serían degollados. No, no es tan simple. Y no es ahora momento para casuísticas. Lo cierto y seguro es que sólo Dios es el Único que conoce todos los detalles y el corazón de las personas, de cada persona. ¡Sólo Él sabe quién es mártir y quién no lo es! Aunque eso sí: es conveniente y necesario tener en cuenta que es la causa la que hace al mártir. El que muere por el mero hecho de ser cristiano -o católico, que es lo mismo- muere "mártir". Al que muere, sin más, porque lo matan, sin ninguna causa, no se le puede considerar mártir. [Aquí no se dice para nada si se salva o no. Eso sólo Dios lo sabe].
EL PAPA:
Hoy hay más mártires que en los primeros tiempos. Y éste es el ecumenismo de la sangre: nos une el testimonio de nuestros mártires actuales. En diversos lugares del mundo la sangre cristiana es derramada. Hoy es más urgente que nunca la unidad de los cristianos, unidos por el poder del Espíritu Santo, en la oración y la acción por los más débiles. Caminar juntos, trabajar juntos. Amarnos. Amarnos. Y juntos intentar explicar las diferencias, ponernos de acuerdo, pero caminando. Si nos quedamos quietos, sin caminar, nunca, nunca nos pondremos de acuerdo. Es así, porque el Espíritu nos quiere en camino. 50 años de la Renovación Carismática Católica. Corriente de gracia del Espíritu. Y, ¿por qué corriente de gracia? Porque no tiene ni fundador, ni estatutos ni órganos de gobierno. Claro que en esta corriente han nacido múltiples expresiones que, ciertamente, son obra humana inspirada por el Espíritu, con carismas distintos y todas al servicio de la Iglesia. Pero a la corriente no se le pueden poner diques, ni se puede encerrar al Espíritu Santo en una jaula.
Hoy hay más mártires que en los primeros tiempos. Y éste es el ecumenismo de la sangre: nos une el testimonio de nuestros mártires actuales. En diversos lugares del mundo la sangre cristiana es derramada. Hoy es más urgente que nunca la unidad de los cristianos, unidos por el poder del Espíritu Santo, en la oración y la acción por los más débiles. Caminar juntos, trabajar juntos. Amarnos. Amarnos. Y juntos intentar explicar las diferencias, ponernos de acuerdo, pero caminando. Si nos quedamos quietos, sin caminar, nunca, nunca nos pondremos de acuerdo. Es así, porque el Espíritu nos quiere en camino. 50 años de la Renovación Carismática Católica. Corriente de gracia del Espíritu. Y, ¿por qué corriente de gracia? Porque no tiene ni fundador, ni estatutos ni órganos de gobierno. Claro que en esta corriente han nacido múltiples expresiones que, ciertamente, son obra humana inspirada por el Espíritu, con carismas distintos y todas al servicio de la Iglesia. Pero a la corriente no se le pueden poner diques, ni se puede encerrar al Espíritu Santo en una jaula.
COMENTARIO
Nota: habría que recordarle al Santo Padre que esta corriente de gracia, que es el Espíritu Santo, tampoco está enjaulada en el grupo de los carismáticos. Es preciso tener esto muy en cuenta y no olvidarlo.
EL PAPA:
Han pasado 50 años. Cuando llegamos a esa edad las fuerzas comienzan a decaer. Es la mitad de la vida —en mi tierra decimos «el cinquentazo»—, las arrugas se hacen más profundas ―a no ser que tú te maquilles, pero las rugas están―, las canas se multiplican y también empezamos a olvidarnos de algunas cosas ... 50 años es un momento de la vida para detenerse y hacer una reflexión. Es el momento de la reflexión: la mitad de la vida. Y yo os diría: es el momento de seguir adelante con más fuerza, dejando atrás el polvo del tiempo que hemos dejado acumular, agradeciendo lo recibido y enfrentando lo nuevo con confianza en la acción del Espíritu Santo. Pentecostés da nacimiento a la Iglesia. El Espíritu Santo, la promesa del Padre anunciada por Jesucristo, es quien hace la Iglesia: la esposa del Apocalipsis, una sola esposa. Lo ha dicho el pastor Traettino: el Señor tiene una esposa.
COMENTARIO
Una sola esposa, que es la Iglesia Católica, a la que todos están llamados a formar parte de ella. Y esto es así, no porque lo diga Traettino, sino porque viene en las Sagradas Escrituras. El problema es que Traettino entiende la Iglesia de un modo que no tiene nada que ver con la verdadera y única Iglesia que es la Única que Él fundó y que es la Iglesia católica. Él no fundó muchas Iglesias, sino una sola. Y los católicos que pertenecemos a ella tenemos que estar sumamente agradecidos, porque es un puro don de Dios inmerecido por nuestra parte.
EL PAPA:
El don más precioso que todos hemos recibido es el Bautismo. Y ahora el Espíritu nos conduce por el camino de conversión que atraviesa todo el mundo cristiano y que es una razón más para que la Renovación Carismática Católica sea un lugar privilegiado para transitar el camino hacia la unidad. Esta corriente de gracia es para toda la Iglesia, no solo para algunos y ninguno de nosotros es el «patrón» y todos los demás, siervos. No. Todos somos siervos de esta corriente de gracia.
COMENTARIO
O sea: que la corriente de gracia no proviene de la Iglesia Católica, que tiene 2000 años de existencia y que se ha mantenido fiel a las palabras de su Fundador, sino que esa corriente es de la Renovación Carismática Católica, que cuenta sólo con 50 años: ¡válgame Dios, qué disparate! Tal como está expresado, desde luego, esa corriente de gracia es la corriente de los carismáticos, que no tiene nada que ver con la verdadera corriente de gracia, que es la que está asociada a la Iglesia Católica, y que es el Espíritu Santo. Usando la misma palabra se están diciendo cosas diferentes, lo que provoca confusión en los espíritus poco formados.
EL PAPA:
Junto con esta experiencia, recordáis continuamente a la Iglesia el poder de la oración de alabanza. Alabanza que es la oración de reconocimiento y acción de gracias por el amor gratuito de Dios. Puede que este modo de orar no guste a algunos, pero también es cierto que se inserta plenamente en la tradición bíblica. Los Salmos, por ejemplo: David que bailaba delante del Arca de la Alianza, lleno de júbilo... Y por favor, no caigamos en la actitud de cristianos con el «complejo de Micol», que se avergonzaba de cómo David alababa a Dios [danzando delante del Arca]. Júbilo, alegría, gozo, fruto de una misma acción del Espíritu Santo. El cristiano o vive el gozo en su corazón o hay algo que no funciona. El gozo del anuncio de la Buena Nueva del Evangelio. Jesús en la Sinagoga de Nazaret lee el pasaje de Isaías. Leo: «Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18-19; cf. Is 61,1-2). La buena noticia: no olvidéis esto. La buena noticia: el anuncio cristiano es siempre alegre.
COMENTARIO
Bueno, esto es verdad … pero ¿a qué alegría nos estamos refiriendo? La única alegría que entiende un cristiano es la que procede de Jesucristo, quien dijo: "De nuevo os veré y se alegrará vuestro corazón y nadie os podrá quitar vuestra alegría"(Jn 16,22)]. Y esta alegría va unida a la conversión. El que está unido a Jesús vive esa alegría. Pero tal unión conlleva que nuestra vida se parezca a la suya, aunque eso conlleve cruz y sacrificio, tal y como Él nos lo anunció. De no ser así se trataría de una alegría mundana que no tiene absolutamente nada que ver con la alegría cristiana.
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