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miércoles, 28 de junio de 2017

Soy católico. Perdón por existir (Padre Jorge González)



Con perdón, sin ofender, todos hermanos, perdón… pero estoy un poco hartito de la noticia de la supuesta agresión a dos homosexuales por parte de un grupito neonazi. Una agresión tan horrible que consistió en que realizaron gestos nazis, escupieron y llegaron a golpear a las víctimas de la agresión, aunque no constan lesiones.

Bien, pues desde hace tres días vengo escuchando repetidamente la noticia en todos los informativos de la televisión y la he visto en todos los medios de prensa. Cada día la vuelven a dar. Horror, terror y pavor. Falta de respeto, falta de tolerancia, necesidad de respetar los derechos de todos.

Con pocas horas de diferencia hemos sabido que la capilla de la universidad autónoma de Madrid ha sufrido otro ataque, con desperfectos, pintadas y lanzamiento de artefactos incendiarios. Repito los calificativos: horror, terror y pavor. Falta de respeto, falta de tolerancia, necesidad de respetar los derechos de todos.

¿Derechos de todos? No se lo crean. Mientras por todas partes se condena esa agresión a una pareja gay en la plaza Pedro Zerolo, nadie ha dicho una palabra de condena ante el nuevo asalto a la capilla de la universidad autónoma de Madrid. Sí, hay algunas condenas personales, pero uno echa en falta que los partidos y las agrupaciones políticas lo condenen expresamente. Nada. Es una capilla católica. Los mismos grupos de gays y lesbianas y todo lo demás lo podían haber condenado en aras de un proclamar la libertad para todos. Je.

Imaginen, porque imaginar todavía es libre, que en la universidad tuviera un local alguna asociación del arco iris. Imaginen una pintada en contra y no digamos un artefacto incendiario en su interior. Imaginen, ya digo que de momento es gratis, que la banderita sufre un ligero daño. Qué digo dar la noticia, allí estarían todos los medios realizando programas especiales en directo, y veríamos a todos nuestros políticos rasgándose las vestiduras. Sí, los mismos que llevan un mes felicitando el ramadán a nuestros hermanos musulmanes. Los mismos que jamás han felicitado a los católicos por Navidad o Pascua.

Hoy, digan lo que digan los musulmanes, los arco iris y sus adláteres, si hay un colectivo marginado, ridiculizado, agredido y despreciado, es el católico. La capilla de la autónoma ardiendo. Una religiosa en Granada agredida por el hecho de ser monja. A mi compañero lo han apedreado alguna vez. A mí me han insultado varias. No es difícil hacer un calendario y un itinerario con ataques a la libertad religiosa. No pasa nada.

Estamos solos. Los grandes partidos o atacan abiertamente o callan y sonríen. Nadie da la cara por nosotros. La Iglesia, con la cosa de la tolerancia, tampoco. Notitas simplonas y rezar. Sacudir a un católico es gratis.

Padre Jorge González Guadalix