Hace tres meses y medio traje a este blog el caso del sacerdote "misericordiado" por el vergonzoso arzobispo de Palermo, Corrado Lorefice, más conocido como "el obispo en bicicleta" (ver aquí).
Pues hace tan sólo dos semanas, Marco Tosatti también se hizo eco del caso (ver aquí), añadiendo la reacción de la feligresía de este sacerdote suspendido a divinis, el P. Alessandro Minutella, por enseñar el Magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, además de negarse a dar la Comunión de forma sacrílega a los adúlteros y otros pecadores no arrepentidos.
El consejo parroquial, en nombre de todos los feligreses, ha escrito una carta -que he traducido al español y transcribo más abajo- a Corrado Lorefice, quien, entre otras cosas, ha relevado de sus funciones al P. Minutella -prohibiéndole oficiar la Santa Misa, administrar los sacramentos y predicar-, expresándole su contrariedad e informándole de que no van a aceptar a ningún otro párroco. Asimismo, han solicitado al arzobispo que vaya a su parroquia a explicar las razones de su decisión, pidiendo al P. Minutella que no se vaya.
Los fieles se quejan del régimen autoritario instalado en la archidiócesis y denuncian que "hay otros sacerdotes problemáticos en Palermo -pero en sentido 'hiper-progresista' y 'gay friendly'- y en Italia, pero que sin embargo gozan de la complacencia de los eclesiásticos". Por el contrario, para el párroco de San Juan Bosco, suspensiones y anatemas, ha sido rápidamente fulminado.
Pero la cosa no acaba aquí: el P. Leonardo Ricotta, sacerdote en la misma parroquia de San Juan Bosco, también ha sido víctima acreedor de la "misericordia" del arzobispo Lorefice, que le ha ordenado dejar de impartir las catequesis del sábado por la tarde a través del canal de Facebook "Radio Domina Nostra", y abstenerse de dar conferencias y hacer declaraciones de cualquier tipo.
Esta es la carta enviada al arzobispo Lorefice por el consejo parroquial de la iglesia de San Juan Bosco, en nombre de todos los feligreses:
A Su Excelencia
Corrado Lorefice
Arzobispo Metropolitano de Palermo
En nombre de todos los parroquianos expresamos nuestra cercanía, nuestro afecto y nuestra solidaridad al párroco que durante varios años nos ha querido intensamente, educándonos en la fe, guiándonos espiritualmente y gastando su propia vida, minuto a minuto, por el bien de las almas de esta parroquia.
El decreto de remoción de su oficio de párroco dado a conocer a nosotros hoy, nos deja más que nunca desconcertados, asombrados, incluso sorprendidos. Este es un momento de gran sufrimiento para nosotros como parroquianos, el de ver cómo se suspende de forma forzosa a nuestro queridísimo párroco y padre, don Alessandro Minutella. Sin este sacerdote guiando nuestras almas nos sentimos verdaderamente perdidos y abandonados de nuestro obispo. ¡Estamos como ovejas sin pastor! Vuestra Excelencia no se ha dignado a aceptar nuestra invitación de venir a nuestra parroquia. Nos preguntamos, por tanto, ¿qué problema tiene contra nosotros -los parroquianos- que buscamos vivir nuestra fe, esperanza y caridad en Cristo bajo la guía de este humilde, celoso e infatigable pastor de almas, como es el padre Alessandro?
Este decreto de remoción de la parroquia nos resulta falto de fundamento, en cuanto no encontramos ninguna cosa equivocada o erróneo en la enseñanza y en el ministerio sacerdotal de don Alessandro. Por lo tanto, este decreto nos empuja, con razón, a creer que los motivos son otros y le pedimos que usted, Vuestra Excelencia, debe venir a explicárnoslo en persona. En espíritu de respeto y obediencia a Su persona, como Obispo de Palermo, sentimos la urgente necesidad de instarle directamente a usted, invitándole una vez más: que venga personalmente a hablarnos como parroquianos y a explicarnos el motivo por el cual echa a nuestro párroco, que por otra parte consideramos esta remoción como un problema personal contra Don Minutella, motivado incluso por antipatía personal y por las calumnias difundidas por parte de algunos hermanos sacerdotes envidiosos y molestos por el ministerio fecundo, sólido y consistente de nuestro querido párroco, don Alessandro. Este es nuestro sacerdote, le reconocemos como el único, valiente y dispuesto a combatir, defender, promover y propagar la verdadera doctrina de la Iglesia Católica en un momento en el que se está extendiendo la sensación de confusión ydesconcierto entre los fieles.
Excelencia, Le hacemos saber, de manera inequívoca, que no acogeremos de buen grado a ningún otro párroco sin que usted venga a darnos explicaciones. Esta petición, o sea, la invitación a que venir a nuestra parroquia surge del deseo unánime de los feligreses que en este momento se sienten a merced de la pérdida y el abandono por parte del Pastor de la Diócesis. En el contexto de dicha visita, tendrá, Excelencia, que darnos a conocer el eventual nombramiento de otro párroco como guía de nuestras almas. De lo contrario, como se ha mencionado anteriormente, no aceptaremos de buen grado que otro sacerdote venga a tomar posesión de la parroquia. Nosotros, como comunidad cristiana, asumimos plenamente la responsabilidad de nuestra elección, desobedeciendo los consejos de don Alessandro Minutella que nos ha querido llamar a la calma. ¡Lo que aquí está en juego es el bien de nuestras almas! A nuestro juicio -pobres almas- tampoco es respetuoso ver humillar, maltratar e infligir tan dura condena a nuestro párroco que se ha dedicado sin reservas al servicio de nuestra comunidad. Le pedimos, Excelencia, que nos muestre un mínimo de respeto y afecto, acogiendo nuestra invitación y dignándose a visitar nuestra parroquia.
Sin conocer ni recibir una explicación de los posibles motivos, nosotros los feligreses vamos a seguir considerando a don Alessandro como nuestro pastor. Este párroco, nuestro párroco, es un hombre de Dios y siempre ha estado con nosotros cuando todos nos han abandonado, incluso el Obispo.
No vamos a permitir el establecimiento de un nuevo pastor, porque el nuestro lo es legítimamente y es fiel al Magisterio bimilenario de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Sólo aceptando lo que le pedimos, demostrará su respeto y atención hacia nuestra parroquia.
Al mismo tiempo nos dirigimos a usted, don Alessandro, a menos que usted no quiera abandonarnos como el Obispo, y le pedimos que no nos deje solos, perdidos en este momento, hasta que el Obispo justifique Su decisión de remoción y condena hacia su persona sacerdotal, que nosotros los feligreses -podemos dar fe- nunca hemos visto tratar como un "hijo". En los últimos años le hemos reconocido, don Alessandro, como un pastor, un padre, que nos quiere y ha guiado con todo su corazón. Si ahora nos deja, estaremos abandonados y totalmente perdidos. ¡No nos deje! Quédese aquí hasta que el Obispo nos explique los motivos. Y a usted, Excelencia, le recordamos Su seguridad, dirigida a un miembro del Consejo Pastoral que le preguntó si don Alessandro era herético o desobediente. Bueno, usted le contestó que no. Y frente a la obediencia de nuestro párroco, ¿querrá Usted condenarle nuevamente y arrebatárselo a sus feligreses?
Seguimos horrorizados por su decisión, y seguimos preguntándonos cúal es el grave error cometido por nuestro párroco para ser removido, de hoy para mañana, de la parroquia. Se nos ha respondido que el Obispo ha escrito en el decreto que don Alessandro hace afirmaciones graves contra el Romano Pontífice con un rechazo sustancial de la doctrina y Magisterio propuesto por él. Le preguntamos, Monseñor Corrado, ¿qué Magisterio? Porque, si se refiere -como realmente creemos- a la cuestión de la Comunión a los divorciados recasados, a pesar de que el obispo Corrado Lorefice junto con algunos de Sicilia es el primero en Italia que dará la Comunión a los divorciados recasados, sabemos que el Papa no sólo no se ha pronunciado abiertamente aún, sino que hay eminentes Cardenales de todo el mundo, incluso Conferencias Episcopales enteras -como la polaca- que han dicho que nunca se podrá dar la Comunión a los divorciados recasados. Recordemos también las declaraciones del Cardenal Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ha confirmado el Magisterio contenido en la Familiaris Consortio. Es su grave deber venir a explicarnos si el Magisterio predecente a Francisco debe considerarse desautorizado [o derogado, o puesto en entredicho].
Además, si el problema está relacionado con la interpretación de Amoris Laetitia, antes de ser de don Alessandro, el problema es nuestro como fieles, hoy más que nunca confundidos y desconcertados por la postura adoptada por este nuevo Magisterio de la Iglesia universal y de un gran parte de la Iglesia que, a pesar de ser etiquetados como fariseos de corazón duro e hipócritas fundamentalistas católicos, tiene todo el derecho a obtener respuestas, no condenas.
La confusión suscitada por la Exhortación Postsinodal "Amoris Laetitia" ha sido planteada por diversas autoridades eclesiásticas en el mundo, también por ilustres cardenales de la Iglesia católica, y está a la vista de todo el mundo. Tal vez el error de nuestro querido párroco es el de ser un pobre Cristo que dice la verdad, sin las vergonzosas componendas de gran parte de la jerarquía.
¿Por qué, entonces, tomarla con este simple y humilde sacerdote que simplemente busca conducir a sus ovejas por el camino de la verdad y de la sana doctrina del Magisterio perenne de la Iglesia? Su decreto de remoción, además de aumentar nuestro dolor, verdaderamente nos deja totamente perdidos y humillados. Y que no es una cuestión personal que afecte a la moral o la doctrina o incluso la leal gestión pastoral de la parroquia por parte de Don Alessandro lo demuestra el inmediato impacto mediático de la cuestión. Ahora toda Italia sigue este asunto con atención. En realidad no sólo está en juego el futuro de Don Alessandro o de la parroquia, sino de la misma Iglesia Católica.
Que usted se digne aceptar nuestra invitación si verdaderamente está en Su corazón el bien de nuestras almas. Por ahora, mantenemos aquí a nuestro párroco, don Alessandro Minutella, que continúa guiándonos, enseñándonos y santificarnos como siempre. Se le hace por ser claramente un símbolo profético de lo que comporta hoy defender el Magisterio de la familia según el Evangelio.
Seguimos adelante con María y Jesús.
Palermo, 26 junio 2017
El Consejo Pastoral, en nombre de los feligreses.
[TRADUCCIÓN: CATHOLICVS]
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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