En realidad, este libro "Cuatro años con Francisco. La medida está colmada" (del que, a continuación, copiaré la introducción) fue escrito cuando Francisco aún no llevaba tres años y medio de Pontificado (ahora lleva cuatro años y siete meses, con todo lo que eso supone) y es posterior a otro análogo, al que completa. Ambos han sido reseñados por In Expectatione y se pueden adquirir en Editions Saint-Remi (ESR), ediciones francesas. Hay un nuevo libro, que compendia los dos anteriores, titulado "Con voz de dragón", cuya novedad mayor es que se trata de una edición argentina (más fácil de adquirir, pues, para los argentinos). De todos modos la introducción es común a ambos.
José Martí
INTRODUCCIÓN
Hablar de Francisco podría resultar no sólo un ejercicio desagradable sino, sobre todo, peligroso, y esto por una doble razón, concerniente al pasado y al futuro.
En lo relativo al pasado, existe el riesgo de concentrarse excesivamente en su persona y de olvidar, por ello, de dónde proviene la crisis actual que, en lo esencial, no es asunto de Bergoglio, ya que él no hizo sino exacerbarla y llevarla hasta sus últimas consecuencias.
En lo referente al futuro, el riesgo es el de perder de vista el sentido de esta crisis espantosa, quedando de alguna manera prisioneros de la presente pesadilla y olvidando que, si Dios la permite, es para hacer mejor resplandecer la gloria de Nuestro Señor cuando Él se digne intervenir para castigar a los malvados, recompensar a los justos y restaurar todas las cosas.
El primer riesgo consiste entonces en perder de vista la perspectiva global y en sobreestimar a una persona en detrimento de un sistema del cual ella no es sino una pieza intercambiable.
El segundo, más grave aún, reside en el debilitamiento de la virtud teologal de la esperanza, olvidando que Nuestro Señor ya ha vencido el mal y que nosotros tendremos parte en su victoria, por la gracia de Dios, si permanecemos fieles a Él.
He aquí por qué me esforzaré primeramente en demostrar, en referencia al pasado, que los errores bergoglianos se originan en el Concilio Vaticano II.
En segundo lugar, en referencia al futuro, y para no ser presa del desaliento, trataré de destacar el aspecto escatológico de la crisis actual, recordando, al decir de San Pablo, que « Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman » (Rm. 8, 28). Y que el pleno desenvolvimiento del misterio de iniquidad, incluso « en el lugar santo » (Mt. 24, 15), es permitido por Dios para hacer brillar aún más su triunfo al tiempo del Juicio de las Naciones, el glorioso Dies Irae en el que será destruIdo el imperio del mal.
Corruptio optimi pessima: la corrupción de lo mejor es lo peor que puede darse. La mayor autoridad moral de la tierra puesta al servicio del mal y de la mentira resulta necesariamente el principal factor de acción revolucionaria en el mundo.
Como lo dije antes, esta obra de iniquidad no es exclusivamente fruto de Francisco, ya que él abreva en la fuente envenenada de Vaticano II, de la cual es el más reciente de los propagadores. Pero es cierto que, con él, la revolución en la Iglesia ha alcanzado un nivel inédito, ha efectuado un auténtico salto cualitativo, haciéndose omnipresentes el error y la mentira, la blasfemia y el sacrilegio, los que se manifiestan ya con tal desvergonzado impudor y con un tan frenético recrudecimiento, que vuelven irrespirable la atmósfera espiritual.
A casi tres años y medio de pontificado [En la actualidad, a 12 de octubre de 2017 son ya cuatro años y siete meses] la obra de devastación perpetrada por Francisco supera lo imaginable:
- Necesidad de una conversión ecológica.
- Pedido de perdón a los «gays» por haber sido «discriminados» por la Iglesia.
- Construir una « nueva humanidad » a través de la «cultura del encuentro»
- La Iglesia y la Sinagoga poseen la «misma dignidad»
- María y la Iglesia tienen «defectos»
- Lutero no se equivocó con la doctrina de la justificación.
- Los Estados católicos son incompatibles con el sentido de la «Historia»;
- Los musulmanes son « hijos de Dios »
- La pena de muerte para los criminales es «inadmisible»
- La especie humana « se extinguirá » algún día.
- No existe un Dios católico.
- La multiplicación de los panes no tuvo lugar.
- Dios se sirve de la evolución y no hace « magia »
- El matrimonio cristiano no es más que un « ideal »
- Transmitir la fe en el lenguaje de los luteranos o de los católicos es « lo mismo »
- La Iglesia en el pasado tuvo «comportamientos inhumanos » pero gracias al CVII aprendió el « respeto » hacia las otras religiones ...
La lista es interminable.
Este estudio no se propone ser exhaustivo (pero, ¿cómo podría serlo, sin adquirir proporciones enciclopédicas?): sólo tiene el modesto objetivo de pasar someramente revista a las principales aberraciones y estragos consumados por este hombre idolatrado por los medios de comunicación del sistema y adulado por todos los enemigos de la Iglesia.
Las iniquidades de este pontificado son de una tal amplitud e indecencia que no puede uno impedirse el decir con el salmista: «¡Levántate, Juez de la tierra! ¡Da a los soberbios el pago de sus obras! ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Hasta cuándo triunfarán los malvados? ¿Hasta cuándo hablarán con arrogancia y se jactarán los malhechores?» (Sal. 94, 2-4)
Atención, Francisco: la medida está colmada ...
Este estudio no se propone ser exhaustivo (pero, ¿cómo podría serlo, sin adquirir proporciones enciclopédicas?): sólo tiene el modesto objetivo de pasar someramente revista a las principales aberraciones y estragos consumados por este hombre idolatrado por los medios de comunicación del sistema y adulado por todos los enemigos de la Iglesia.
Las iniquidades de este pontificado son de una tal amplitud e indecencia que no puede uno impedirse el decir con el salmista: «¡Levántate, Juez de la tierra! ¡Da a los soberbios el pago de sus obras! ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Hasta cuándo triunfarán los malvados? ¿Hasta cuándo hablarán con arrogancia y se jactarán los malhechores?» (Sal. 94, 2-4)
Atención, Francisco: la medida está colmada ...
Alejandro Sosa Laprida