¿Cómo sé esto? Porque muchos de nosotros hablamos del tema el uno con el otro. Sin embargo, tememos represalias si compartimos esto con nuestros obispos, superiores religiosos o nuestro "papá". Sentimos que vivimos en una casa con un padre abusivo que necesita que intervengamos, pero tememos que nos golpee.
Estamos atrapados Amamos tanto a Jesús, a su Iglesia y al papado que dudamos en hablar públicamente sobre nuestras preocupaciones con el Papa Francisco. Estamos sufriendo mucho. ¡Oren por nosotros! Oramos por mejores días. Días de claridad, verdad y celo por la casa de Dios. Esos días vendrán de nuevo.
Un sacerdote