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jueves, 28 de diciembre de 2017

Tormentosa Navidad, este año, en el Vaticano (Sandro Magister) [Acerca del cardenal Maradiaga]





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Navidad de tensión este año en el Vaticano, justamente mientras el papa Francisco, en el discurso de saludos a la Curia, se la tomó con los que él definió como "traidores" y "aprovechadores" – los primeros ya "delicadamente" despedidos por él y los segundos amenazados con ser despedidos –, le han caído encima nuevos clamorosos goles en contra. Al menos tres.

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[En esta entrada anoto sólo el gol referente al cardenal Maradiaga]

El primer gol en contra tiene por protagonista al cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, de 75 años, arzobispo de Tegucigalpa, pero mucho más famoso en el extranjero que en su patria, muy querido por Francisco, quien lo hizo coordinador del llamado C9, el Consejo de los 9 Cardenales que co-ayudan al Papa en la reforma de la Curia y en el gobierno de la Iglesia universal.

"L'Espresso", a la venta en quioscos en la vigilia de Navidad – pero con el lanzamiento en línea a la misma hora del discurso del Papa a la Curia – publicó, con la firma de Emiliano Fittipaldi, una investigación muy agresiva no sólo contra el cardenal, acusado de haber confiscado y dilapidado ingentes sumas de dinero, sino también contra su colaborador y amigo más estrecho, el obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda Fasquelle:


Madariaga reaccionó aseverando que las sumas indicadas no estaban a disposición personal suya, sino de la diócesis, para las necesidades de la Iglesia hondureña, y que las acusaciones que ahora le dirigen son viejas, de más de un año atrás, y ya han sido contestadas con una acción legal.

Su réplica apareció primero en "Catholic New Agency" y después, en forma más detallada, en el diario católico italiano "Avvenire", además de la noticia – dada por la Radio Vaticana – de que "el 26 de diciembre el cardenal habló por teléfono con el papa Francisco, quien le expresó su disgusto ‘por todo el mal que te han hecho. Pero tú no te preocupes'":


Pero en su réplica el cardenal evitó asumir la defensa de su obispo auxiliar Pineda. Mas bien confirmó que se llevó a cabo respecto a él una investigación por parte de un visitador apostólico enviado al lugar por el papa, el argentino Alcides Jorge Pedro Casaretto, de 80 años, obispo emérito de San Isidro.

El informe del visitador apostólico está ahora en el escritorio de Francisco, quien habría reservado para sí toda decisión. La única medida tomada hasta ahora ha sido el envío de Pineda a Madrid para un retiro espiritual con los jesuitas.

La investigación sobre el auxiliar y amigo de Maradiaga ha informado acusaciones, tanto por apropiación y uso injustificado de gruesas sumas como por favores, en dinero y en especies, en un círculo de amigos masculinos de dudosa moralidad, en un contexto de corrupción y de abusos sexuales, como sacó a la luz Edward Pentin en el "National Catholic Register":


"No conozco los resultados de la visita apostólica", concluyo Maradiaga. "L'Espresso dice medias verdades, que al final son las peores mentiras".

"Medias verdades" que, en todo caso, no pueden dejar tranquilo ni al cardenal ni al Papa.

Sandro Magister