CONFERENCIA EPISCOPAL DE OBISPOS ALEMANES |
El cisma está a las puertas (5)
El cisma está a las puertas (6)
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Es de señalar la importancia que tienen en el Evangelio los siguientes versículos, en los que se relata lo que dijo Jesús a sus discípulos en el monte de los Olivos: "Todos vosotros os escandalizaréis esta noche por mi causa, porque escrito está: 'Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño'" (Mt 26, 31).
El cisma está a las puertas (6)
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Es de señalar la importancia que tienen en el Evangelio los siguientes versículos, en los que se relata lo que dijo Jesús a sus discípulos en el monte de los Olivos: "Todos vosotros os escandalizaréis esta noche por mi causa, porque escrito está: 'Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño'" (Mt 26, 31).
Y me vienen a la mente también estas otras palabras de Jesús: "Al ver a las muchedumbres, se llenó de compasión hacia ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas sin pastor" (Mt 9, 36)
Pero eso no le preocupa. Hace y deshace "a plaisir". Habla de colegialidad pero ... "el Papa soy yo"; como si eso justificase cualquier acción que ejecute. El hecho cierto es que no se inmuta, a pesar de toda la oposición que encuentra por parte de aquéllos que desean seguir siendo fieles a la Iglesia católica de toda la vida, desde que ésta comenzó a existir, fundada por Jesucristo, hace casi dos mil años.
Lo lógico sería que él fuese el primero en "confirmar a sus hermanos en la fe" (Lc 22, 32) y en "guardar el depósito" (1 Tim 6, 20) ... Y, sin embargo, como afirmó en otro lugar, él simplemente se limita a poner en práctica el camino que ya comenzó a partir del Concilio Vaticano II ... Por eso está tranquilo y no le preocupa cuando encuentra alguna oposición por parte de los llamados "sectores conservadores" de la Iglesia. Los destituye, los cambia de lugar, les obliga a callar, etc... Eso sí: con misericordia.
¡Está muy claro, [por sus frutos los conoceréis, dijo Jesús], que la Religión que Francisco predica no es la religión católica, pues ésta no comenzó en el Concilio Vaticano II, hace poco más de cincuenta años ... ni muchísimo menos. Siempre habla del "espíritu del Concilio" (refiriéndose al Concilio Vaticano II), pero dicho espíritu, si se tratase del Espíritu Santo produciría estos frutos: "Caridad, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza. Contra esto no hay Ley" (Gal 5, 22-23).
Y ¿es esto lo que vemos? ... No, sino división; y una división de tales dimensiones que jamás se había producido tal en la historia de la Iglesia pues hace referencia al núcleo mismo de la fe católica. Se está llegando a una situación insostenible, de modo que el cisma está al caer. Pero ... ¡atención y ojo al dato! porque ocurrirá que "oficialmente" sólo se considerará católicos a aquellos que comulguen con lo que el Papa actual piensa y a los que actúen conforme a "la voluntad del papa".
Tal modo de proceder no tiene nada de católico, pues la referencia para un cristiano es Jesucristo y no es el Papa.
Se cumplen de nuevo, una vez más, y como no podía ser de otra manera, las palabras de Jesús, esas Palabras que son Espíritu y que son Vida: "Os he dicho esto para que no os escandalicéis. Os expulsarán de las sinagogas [léase ahora "iglesias"]; más aún: se acerca la hora en la que quien os dé muerte piense que así sirve a Dios" (Jn 16, 1-2).
Y es que, por más vueltas que le demos, lo cierto y verdad es que la condición normal de un cristiano es la persecución. Esto nos lo advertía también Jesús: "Seréis odiados POR TODOS a causa de mi Nombre; pero quien persevere hasta el fin, ése se salvará" (Mt 10, 22).
En este mismo sentido, podríamos recordar también lo que decía san Pablo a Timoteo: "Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecución" (2 Tim 3, 12) ... y esto hasta el punto en que "vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, dejándose llevar de sus caprichos, reunirán en torno a sí maestros que halaguen sus oídos; y se apartarán de la verdad, volviéndose a las fábulas" (2 Tim 4, 3-4)
Es decir: se llegará a una situación de apostasía general; y, a poco que se piense, es fácil constatar que nos encontramos ya inmersos en ella.
Ante lo cual, el cristiano no puede tener miedo, sino vivir la alegría de estar así más unido a Jesucristo: "Si me persiguieron a Mí también os perseguirán a vosotros" (Jn 15, 20a) ... sabiendo que siempre quedarán personas que acepten el Mensaje de Jesús, que elijan caminar por la senda estrecha, la que conduce a la Vida. Serán pocos, pero los habrá. Esto dice Jesús: "Si guardaron mi Palabra, también guardarán la vuestra" (Jn 15, 20b).
Y tiene que haberlos, pues de lo contrario no se cumplirían las palabras de Jesús, lo cual no puede ocurrir: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mt 24, 35). Y entre las muchas cosas que dijo una de ellas fue que "las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia" (Mt 16, 18).
Conviene prestar mucha atención a esas palabras, pues en ellas Jesús se refiere a SU IGLESIA ... no a la "Iglesia oficial". Jesús se refiere a la única Iglesia verdadera, que es la que está formada por todos los bautizados que creen en Él y en todo lo que la Iglesia siempre ha dicho a través de los siglos, desde su fundación.
José Martí