He acudido a la página web
non possumus y esto es lo que se puede leer:
MONS. FELLAY CONFIRMA QUE LA FSSPX BUSCA ADQUIRIR UNA IGLESIA EN ROMA.
Hay un rumor que ha circulado en los últimos días que ha emocionado a algunos, diciendo que la Fraternidad está por comprar una iglesia con un edificio, que el papa (ininteligible) que el acuerdo con Roma está cerca. Esta noticia es falsa. Son rumores, rumores que mueven a la gente, pero la verdad vamos a verla: es verdad que nosotros buscamos una iglesia.
Ya tenemos una pequeñita, pero demasiado pequeña, entonces nosotros buscamos en Roma una iglesia. Esto es verdad, pero no es esta iglesia. Y la decisión está a cargo de la Congregación para los Religiosos. Porque el edificio en el cual estamos interesados es un edificio que pertenece a Hermanas y hasta ahora, desde hace dos meses, esperamos respuesta que no viene. Eso por un punto.
DETALLES SOBRE LA FUTURA PRELATURA PERSONAL
Por otro, que es mucho más importante, que es en qué punto estamos en nuestras relaciones con Roma. Podemos ver dos niveles. Un nivel canónico, esto es, la estructura que Roma nos prepara. Y así, Roma quiere dar a nosotros una estructura que corresponde lo más preciso a nuestra realidad. ¿Y cuál es nuestra realidad? Tenemos sacerdotes, tenemos obispos, tenemos fieles, tenemos prioratos, escuelas, seminarios, y lo que Roma quiere hacer es darnos una estructura que contiene todo eso. Como una diócesis. El nombre que quieren dar es prelatura personal.
Pero la realidad es más de lo que se encuentra en el derecho canónico o también en la única que existe que es el Opus Dei. Porque el Opus Dei no tiene como derecho un obispo. Es solamente por el buen placer del papa, él decide si no o sí hará de la cabeza un obispo.
Para nosotros es así, está decidido, está escrito. Este obispo... somos nosotros que elegimos tres personas entre la Fraternidad y que presentamos al papa para que él elija uno de los tres. También está previsto que a los otros obispos de la Fraternidad les darán obispos auxiliares en esta Prelatura. Y todo lo que existe ahora estará reconocido en todo el mundo. Y los fieles ¡también! Estarán en esta prelatura con el derecho de recibir los sacramentos y enseñanzas de los sacerdotes de la Fraternidad. Y también estará posible recibir congregaciones religiosas, como en la diócesis: Capuchinos, benedictinos, benedictinas, y todas las demás, carmelitas, todas. Esta es una realidad cristiana que no es bajo los obispos. Es autónomo. Entonces realmente algo muy importante.
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Pero hay algo más importante que eso y es la doctrina, la disciplina, y saber que estamos en conflicto estos cincuenta años a causa de este concilio y las consecuencias de este concilio Vaticano II. Y nosotros siempre hemos dicho, que si ellos quieren reconocernos, necesitan aceptarnos como somos. Esto es, sin obligarnos a aceptar estas cosas del concilio que son malas. Y aquí también hay algo muy interesante.
Desde, podemos decir dos años y algo, hay un cambio muy importante no en todo, pero en la Congregación de la fe. Esta congregación de la fe es con la cual hablamos. Y nos dicen ahora “ustedes no están obligados a aceptar la libertad religiosa, el ecumenismo, la misa nueva; usted puede mantener su posición, porque estos puntos del concilio no son tan importantes que quien los rechaza no sería católico. Se puede no estar de acuerdo con el concilio y mantenerse como católicos”. Esto es muy importante, hasta ahora siempre han dicho “ustedes necesitan aceptar todo”. Y estos últimos años, en las discusiones que hemos tenido con los obispos mandados por Roma, ellos nos han dicho “estas cuestiones son cuestiones abiertas”.
ROMA TAMBIÉN HA CAMBIADO EN CUANTO A QUE AHORA ESTÁ DIVIDIDA. ALGUNOS PIDEN LA AYUDA DE LA FSSPX
Se debe preguntar: ¿por qué han cambiado? Doy mi opinión: Me parece que la razón de este cambio de actitud viene de la gravedad de la situación actual de la Iglesia. Es un contraste. Entonces, nos tratan de un modo mejor porque la Iglesia va mal. Ven cosas malas en la Iglesia. Y están forzados a reconocer lo que nosotros hacemos y no les gusta a ellos, pero que no es al mismo nivel que lo que defendemos nosotros es católico.
Por ejemplo, la última vez que encontré al cardenal Müller, que es el Prefecto de la Comisión de la fe, me ha dicho “nosotros -los de la comisión de la fe- esperamos que vosotros entren en la Iglesia -ya somos de la Iglesia- los esperamos para que nos ayudemos a combatir los modernistas”.
Están muy molestos con todas las herejías que pasan ahora y nos miran como una ayuda para combatir estas herejías. Pero esta solamente es una Congregación, muy importante pero es la Congregación de la fe. Pero al mismo momento, otras, otros dicasterios de Roma piensan diferente. Por ejemplo la congregación de los religiosos nos consideran como cismáticos. Y el papa dice “no, son católicos”. Es un caos.
Entonces hay mucha contradicción y se ve, hay un combate entre los obispos, entre los cardenales, todo esto es una situación nueva. Nosotros estamos acostumbrados de ver nosotros de un lado y Roma del otro. Nosotros conservadores católicos, los demás modernistas. Pero ahora la situación cambia. Roma no es más una, es dividida. Y de un modo tal que algunos ven que las cosas han ido demasiado lejos. Y dicen “hay que hacer algo, hay que resistir”.
Y también en este momento, desde hace dos años, recibo mensajes de obispos que me dicen “usted no cambie, no cambie, ¡resista!”. Pocos osan decirlo en público pero hay otros. Yo estoy visitando obispos y un cierto número, realmente bastantes que me lo dicen, que están de acuerdo con nosotros.
Uno me escribió “somos muchos en la jerarquía que pensamos como usted”. Hablando de la libertad religiosa, ecumenismo, de Nostra aetate. Encontré un arzobispo que me ha dicho: Yo he descubierto la misa tradicional con el papa Benedicto, antes no, era totalmente moderno. Pero ahora veo que la misa nueva ha tocado a la sustancia del rito.
Otro Arzobispo me ha dicho “tengo una generación de sacerdotes que he perdido, no puedo hacer nada. Entonces trabajo en la formación de nuevos sacerdotes”. Y tiene dos principios: para la teología: Santo Tomás, la Suma de Santo Tomás. Y para la espiritualidad, la misa tradicional.
Estos obispos quieren que los sacerdotes de las diócesis enseñen la misa tradicional. Son pocos en comparación con los otros. Pero el número crece. Y esto es una cosa que no se ve pero que existe.
Hay todo un trabajo de renovación de la Iglesia que ha empezado. Toma mucho tiempo, claro, vienen del modernismo entonces hay que cambiar todo, lleva mucho tiempo esto. Ya hay otros que hablan, que resisten, no estamos solos. Pero cuando digo esto, no significa que vamos adelante, hay que ir con mucha prudencia y también asegurar nuestro futuro para conseguir impedir toda posibilidad de trampa. Y entonces no vamos corriendo en esta situación. Así es como Dios trabaja.
EL PAPA NOS AYUDA
Y aquí también hay una sorpresa que es el papa. Cuando el papa Francisco fue elegido, yo estaba cierto que nos iba a excomulgar. Y yo ya estaba preparando a la gente para recibir el golpe. Un papa que no da cuidado de la doctrina, que mira a la gente, a los hombres y que nos ha conocido en Argentina. Y que ha apreciado nuestro trabajo en Argentina. Y por eso nos ve con una buena disposición en el momento mismo que está en contra del conservatismo. Como una contradicción. Pero ya he podido verificar varias veces que sí, hace personalmente cosas para nosotros.
El Cardenal Müller, al inicio del pontificado, ha presentado al papa nuestra excomunión. Ha dicho: falta solamente la fecha y la firma. Y es el papa que ha dicho “no, porque son católicos, es realmente todo al revés. Y se ve aquí cómo la Divina Providencia conduce las cosas, nosotros miramos las cosas con mucho cuidado y al mismo tiempo él nos da el poder de confesar y también ahora el permiso de ordenar nuestros sacerdotes sin pedir permiso a los obispos.
También nos ha ayudado en Argentina. (…) ¿Por qué lo hace? Y ¿por qué no actúa como la mayoría de la gente? La mayoría de la gente tiene principios, doctrina, y actúa siguiendo los principios, se dice que es un hombre de principios, y esto es verdad para los buenos, los católicos, y para los comunistas, que siguen la ideología comunista, y actúan siguiendo los principios del comunismo. Este papa no actúa así. Por eso es muy difícil de entender lo que pasa. Lo que lo hace actuar es su relación a las personas. Entonces si le gusta una persona hará bien a ella. Y gracias a estas relaciones de Argentina, ahora continúa así. Ha leído dos veces el libro de Mons. Lefebvre. Y ha dicho a nuestro Padre: “Fueron duros con vosotros”.
Hay que bien entender eso, es difícil, es complicado. Así que en el mismo momento que él ha causado un caos en la Iglesia, especialmente cuando no quiere dar claridad a las cuestiones morales, al mismo tiempo continúa haciendo bien a nosotros. Claro que es una situación delicada pero hay que aprovechar las cosas al máximo, esto es, hacer avanzar la causa de la Tradición en la Iglesia para el futuro.
Entonces si vamos o no a obtener un reconocimiento próximo, yo no lo sé, a mí me parece que no, pero el papa puede hacer una sorpresa que parece imposible pero ya ha hecho varias veces. Entonces hay que continuar a rezar muchísimo, de pedir a nuestra Protectora María Santísima que continúe a conducirnos. Pero realmente lo que dijimos es estupendo, se ve que la Mano de Dios nos protege a través de todos estos peligros gravísimos. Si nos ha conducido hasta ahora, ¿por qué pensar que ahora nos deja caer? (...)