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martes, 20 de junio de 2017

PORTUGAL, LOS INCENDIOS Y FÁTIMA (P. Alfonso Gálvez)


La Humanidad actual se ha acostumbrado a no llamar a las cosas por su nombre o a ocultar lo que resulta desagradable. 
Disimular lo que resulta desagradable puede hacerse de dos modos: ocultando la verdad o fabricando falsedades. Aunque estas dos formas de distorsionar la realidad van generalmente unidas en estrecho connubio. 
De todos modos a nadie debería extrañar esta situación, dado que todo parece indicar que asistimos a un momento histórico en el que el Padre de la Mentira está desplegando todo su poder. 
De los dos procedimientos nombrados —ocultación de la verdad o su falsificación—, cada una de las dos Sociedades, la Civil y la Eclesiástica, ha mostrado distintamente sus preferencias por uno de los métodos: 
La Sociedad Civil se ha decidido, como instrumento más práctico y suficiente, por la Ley del Silencio, sin que eso suponga descartar el uso del otro procedimiento cuando sea necesario. 
La Sociedad Eclesiástica, en cambio, prefiere utilizar abiertamente el sistema de la Proclamación de la Mentira, después de haber comprobado que el conjunto de los fieles se halla ya suficientemente aborregado, sin capacidad de pensar y mucho menos de decidir. Es en este sentido, y sólo en este sentido, como puede decirse que la utilización del silencio tampoco anda lejos de ser ajena a quienes dirigen la Sociedad Eclesiástica.
Para la Sociedad Civil, el método del silencio, que también podría denominarse del disimulo, está resultando eminentemente práctico. No es que aquí se descarte la utilización de la mentira, como hemos dicho antes, pero evidentemente es el procedimiento de mayor uso. Íntimamente ligado a su vez con los sistemas de manipulación del lenguaje, que fueron inventados por el Modernismo y puestos en boga a lo grande por la misma Jerarquía de la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II.
Los resultados conseguidos son verdaderamente sorprendentes. Que Europa está siendo por completo islamizada es un hecho evidente para quien quiera verlo. Pero todo se debe, según se dice, a una legítima apertura a otras culturas con las cuales se da lugar a un enriquecimiento mutuo. Fue el señor Zapatero quien alumbró la luminosa idea de la Alianza de Civilizaciones, cuyos resultados están a la vista, además de regalar a la Humanidad con la teoría de que la tierra pertenece al viento. Todo lo cual podría hacerle recordar a cualquier desconsiderado lo que afirmaba el Salmo 73,22: Era como un necio y no lo sabía
La moderna Sociedad ha conseguido malabarismos asombrosos en el manejo del lenguaje. Los atentados de terroristas islámicos son calificados como obra de grupos incontrolados, o en todo caso como realizados por psicópatas inconformistas. Las oleadas de musulmanes que llegan continuamente a Europa (se cuentan por millares cada día), entre los que existen gentes de todo pelaje y hasta multitud de terroristas camuflados, son acogidos como refugiados a los que conviene hacer partícipes de la propia cultura y enriquecerse con la suya. 
Existen frases o expresiones cuyo solo hecho de ser pronunciadas puede acarrear multas o prisión. Como son, por ejemplo, la de terrorismo islámico o la de persecución sufrida actualmente por los cristianos. Esta última tiene lugar tanto en los países islámicos como en la propia Europa. Pero cualquiera que se atreviera a proferirlas necesitaría primero hacer alarde de valor: Pero, ¿cómo alguien puede achacar de terrorista a la religión de la paz? Y en cuanto a la persecución contra el Cristianismo, ¿pero en alguna parte existen cristianos perseguidos...? 
Para entender este conjunto de ideas no hay sino imaginar una hipótesis disparatada: ¿Alguien conoce de algún lugar en el que sean perseguidos o maltratados los musulmanes? 
Hemos dicho que existen realidades en la Sociedad actual sobre las que se ha extendido un riguroso manto de silencio. No existe de lo que no se habla y no se habla de lo que no existe. La inminente desaparición de Europa invadida por el Islam, la absoluta y total destrucción del Cristianismo con su inminente desaparición, la destrucción de todos los principios de raigambre cristiana que dieron forma a la Civilización Occidental, el Gobierno de las Naciones en manos de incompetentes o malvados manejados como títeres por la Masonería, la legitimación y exaltación de aberraciones que hasta ahora habían avergonzado a la Humanidad desde su creación, la destrucción de la familia, la corrupción de la infancia, la eliminación de la Enseñanza como medio de convertir en meros robots a las nuevas generaciones, la apostasía de la Iglesia y la traición de su Jerarquía... 
Sin embargo las masas están suficientemente preparadas para guardar silencio. Nadie replica en un mundo donde impera El Silencio de los Corderos. Y los corderos, como las ovejas, son mansos y se dejan conducir sin protestar. Los Gobiernos masónicos pueden dedicarse impunemente a la sistemática destrucción de las Naciones..., ante el más absoluto silencio de los ciudadanos. La Jerarquía de la Iglesia, Cardenales, Obispos, teólogos y capitostes, realizan una admirable labor de burla de la Palabra de Dios, de propagación de doctrinas que muchos calificarían como herejías, de destrucción del culto y de ridiculizar a todo lo que antaño se revestía de dignidad en el Catolicismo... Cabe, no obstante, el recurso de imitar a Diógenes: ir con la linterna buscando, si no ya al Hombre, al menos a algún Cardenal, Obispo o teólogo dotados de la suficiente valentía para mantener la propia dignidad y defender la Fe. 
Uno los casos más patentes y escandalosos de silencio que está ocurriendo en la actualidad es el de Portugal, sus terribles incendios..., y Fátima. A nadie se le ha ocurrido la posibilidad de que exista una relación que proporcione la clave de ciertos hechos. Bajo la advertencia, sin embargo, de que aquí no se dice que los incendios sean un castigo del Cielo por las profanaciones realizadas últimamente en Fátima. Lo cierto es que aquí se habla de una posibilidad. ¿Y quién goza de la suficiente autoridad para negar la posibilidad de tal posibilidad? 
Téngase en cuenta lo ocurrido en la celebración del Centenario.Se ha desvirtuado y falsificado el Mensaje de la Virgen, se ha degradado y hasta ridiculizado a la Persona de la Madre de Dios, se han llevado a cabo cultos que nada tienen que ver con el verdadero culto a Dios que siempre ha practicado la Iglesia, se ha revestido de caracteres masónicos la Basílica, se han adornado con estandartes gay las columnatas del recinto exterior, y se ha llevado a cabo lo que cualquiera denominaría como una burla general a los auténticos devotos de la Virgen y a la verdadera Fe
Es evidente que establecer una posible relación entre tales profanaciones y los incendios, aparte de lo que pueda ocurrir todavía, escandalizará a muchos. A los cuales sería útil recomendar que reflexionen en la necesidad que tendrían de demostrar que tal posibilidad es absurda y no puede darse. ¿Y por qué no podría darse? 

El Mundo moderno se ha acostumbrado a prescindir por completo de Dios. Pero la existencia de Dios no depende de que los hombres la admitan o la dejen de admitir. Y por otra parte, según advertía San Pablo, de Dios nadie se ríe
Se suele hablar de la infinita paciencia de Dios. Lo grave, y hasta peligroso, es que se desconoce por completo hasta donde puede llegar esa paciencia cuando se trata de insultos a su Madre.
Padre Alfonso Gálvez

Los cardenales de los «dubia» piden una audiencia al Papa. Una nueva carta que Francisco no ha respondido (INFOCATÓLICA Y SETTIMO CIELO)



La misiva en la que piden audiencia fue entregada al Papa Francisco hace casi un mes y medio, pero todavía no ha recibido respuesta. 


(NCR/InfoCatólica) El periodista norteamericano Edward Pentin, experto vaticanista, ha publicado una carta dirigida al Papa Francisco y firmada por el Cardenal Carlo Caffarra en nombre de los cuatro cardenales de los dubia. En ella, los purpurados solicitan al Pontífice una audiencia para discutir su honda preocupación con respecto a la exhortación apostólica del Papa sobre la familia, Amoris Laetitia.
La misiva en la que pedían audiencia, fechada el 25 de abril, fue entregada en mano al Papa el 6 de mayoEl Santo Padre todavía no ha acusado recibo de la petición escrita de los cardenales ni ha respondido a la misma.
Esta petición de audiencia se debe a que los dubia no han sido aclaradas después de ocho meses de su presentación, lo que ha provocado una situación de gran confusión en la Iglesia con respecto a la doctrina sobre los sacramentos del Matrimonio y la Eucaristía. Además, podría estar relacionada con la intención manifestada hace meses por el cardenal Burke de realizar una corrección al Papa en caso de que no contestara a la petición de aclaración de la doctrina de Amoris Laetitia y de su verdadera interpretación conforme al Magisterio de la Iglesia.
A continuación, se incluye el texto completo de la misiva:
Santo Padre,
Con cierta inquietud, me dirijo a Vuestra Santidad durante estos días de Pascua. Lo hago en nombre de Sus Eminencias los cardenales Walter Brandmüller, Raymond L. Burke, Joachim Meisner y yo mismo.
Queremos comenzar renovando nuestra dedicación absoluta y nuestro amor incondicional a la Cátedra de Pedro y a su augusta persona, en la que reconocemos al Sucesor de Pedro y al Vicario de Jesús: el «dulce Cristo en la tierra», como le gustaba decir a Santa Catalina de Siena. No compartimos en absoluto la postura de aquellos que consideran vacante la Sede de Pedro, ni la de quienes quieren atribuir a otros la responsabilidad indivisible del munus petrino. Actuamos motivados únicamente por la conciencia de la grave responsabilidad que conlleva el munus de cardenales: ser consejeros del Sucesor de Pedro en su ministerio soberano. Y la responsabilidad que también conlleva el sacramento del episcopado, que «nos ha colocado como obispos para pastorear la Iglesia que Él compró con su sangre» (Hch 20,28).
El 19 de septiembre de 2016, entregamos a Vuestra Santidad y a la Congregación para la Doctrina de la Fe cinco dubia, pidiéndole que resolviese las incertidumbres y aclarase algunos puntos de la Exhortación Apostólica postsinodal Amoris Laetitia.
No habiendo recibido ninguna respuesta de Vuestra Santidad, hemos tomado la decisión de pedirle respetuosa y humildemente una audiencia, si le parece bien a Vuestra Santidad.

Adjuntamos, como es costumbre, una Hoja de Audiencia en la que indicamos los dos puntos que deseamos discutir con usted.
Santo Padre,
Ha transcurrido un año desde la publicación de Amoris Laetitia. Durante este tiempo se han manifestado públicamente interpretaciones de algunos pasajes objetivamente ambiguos de la Exhortación postsinodal que no solo divergen del Magisterio permanente de la Iglesia, sino que son contrarias al mismo. A pesar de que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha declarado repetidas veces que la doctrina de la Iglesia no ha cambiado, han aparecido numerosas declaraciones de obispos, cardenales e incluso conferencias episcopales que aprueban lo que el Magisterio de la Iglesia nunca ha aprobado: no solo el acceso a la Sagrada Eucaristía por parte de aquellos que objetiva y públicamente viven en una situación de pecado grave y tienen la intención de permanecer en ella, sino también una concepción de la conciencia moral contraria a la Tradición de la Iglesia. De este modo, sucede -¡Qué doloroso es ver esto!- que lo que es pecado en Polonia se considera bueno en Alemania y que lo que está prohibido en la archidiócesis de Filadelfia se permite en Malta. Y lo mismo en otros lugares. Esta situación recuerda la amarga observación de Blaise Pascal: «Justicia a este lado de los Pirineos, injusticia al otro; justicia en la orilla izquierda del río, injusticia en la orilla derecha».
Numerosos fieles laicos bien preparados, profundamente enamorados de la Iglesia y firmemente leales a la Sede Apostólica, se han dirigido a sus pastores y a Vuestra Santidad para ser confirmados en la sagrada doctrina sobre los tres sacramentos del Matrimonio, la Confesión y la Eucaristía. Y en estos mismos días, en Roma, seis fieles laicos de todos los continentes han presentado un seminario de estudio muy concurrido con el significativo título de «Traer claridad».
Frente a esta grave situación, en la que muchas comunidades cristianas se ven divididas, sentimos el peso de nuestra responsabilidad y nuestra conciencia nos obliga a solicitar humilde y respetuosamente una audiencia.
Pedimos a Vuestra Santidad que nos recuerde en sus oraciones y nos comprometemos a recordarle en las nuestras, a la vez que solicitamos su bendición apostólica.
Cardenal Carlo Caffarra
Roma, 25 de abril de 2017
Fiesta de San Marcos Evangelista
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HOJA DE AUDIENCIA
1. Solicitud de aclaración de los cinco puntos indicados por los dubia; razones de esta solicitud.
2. Situación de confusión y desorientación, especialmente entre los pastores de almas, in primis los párrocos.
Traducido por Bruno Moreno para InfoCatólica


NOTA: La misma noticia en CATHOLICVS y también en SETTIMO CIELO. Reproduzco  aquí, a continuación, los comentarios de Sandro Magister, pues aporta hechos muy graves que han sido cometidos desde el 6 de mayo (fecha en que el papa Francisco recibió la segunda carta) y el 19 de Junio (fecha en la que se publicó). La traducción de la misiva realizada por Bruno Moreno la considero más inteligible, por lo que no repito el contenido de dicha misiva. Sólo las consideraciones de Sandro Magister. Véase también un artículo de Roberto de Mattei en ADELANTE LA FE , titulado "El escándalo del silencio"


A siete meses de distancia de los "dubia", el papa Francisco recibió a mediados de esta primavera otra carta de los mismos cuatro cardenales, firmada por Carlo Caffarra en nombre de los otros tres: Walter Brandmüller, Raymond L. Burke y Joachim Meisner.
Y también a esta carta, como ya había sucedido con los "dubia", no la ha respondido.
Los cuatro cardenales pedían al Papa ser recibidos en audiencia. Para hablar con él de las divisiones generadas por "Amoris laetitia" y de la consiguiente "situación de confusión y de desconcierto" en gran parte de la Iglesia.
La carta está en las manos de Francisco desde el 6 de mayo. Pero la prolongada ausencia de una respuesta ha ampliado la naturaleza. Como ya sucedió con los "dubia", los cuatro cardenales consideran ahora justo que la carta sea ofrecida a la reflexión de todo el "pueblo de Dios", del cual sale el pedido de clarificación al que ellos dan voz.
El texto íntegro de la carta, traducida del original italiano, se reproduce más abajo [también aquí].
Pero entre tanto es también útil advertir que en los 45 días transcurridos entre la entrega al Papa de la carta y su publicación, la Babel de las interpretaciones de "Amoris laetitia" – pero no sólo eso – ha ido creciendo posteriormente.
Se pueden señalar, en este sentido, estos otros hechos.
– En Polonia, la Conferencia Episcopal anunció que en octubre publicará las directrices para la aplicación de "Amoris laetitia" que mantendrán firme, sin excepciones, la enseñanza de Juan Pablo II sobre los divorciados que se han vuelto a casar, quienes podrán recibir la comunión sólo si se comprometen a vivir "como hermano y hermana".
– En Italia, la Conferencia Episcopal de la región de Sicilia publicó las "Orientaciones pastorales" sobre el capítulo octavo de "Amoris laetitia" que prevén "soluciones prácticas diferenciadas según las situaciones", incluyendo la absolución y la Comunión para los divorciados que se han vuelto a casar que viven "more uxorio".
– También en Bélgica los obispos dieron vía libre, en una "Carta pastoral", a la Comunión para los divorciados que se han vuelto a casar, aunque simplemente "decidida en conciencia".
– En Argentina, en la diócesis de Reconquista, el obispo Ángel José Macín, incardinado allí por el papa Francisco en el 2013, festejó públicamente la readmisión plena en la Iglesia de casi treinta pareja de divorciados que se han vuelto a casar y que siguen viviendo "more uxorio", dándoles la Comunión – ha dicho – al término de un recorrido colectivo de preparación sobre la base de las indicaciones de "Amoris laetitia" y de la posterior carta escrita por el Papa a los obispos de la región del Río de la Plata.
– También en Italia, el teólogo Maurizio Chiodi publicó en el último número de la conocida "Rivista del Clero Italiano" un ensayo en el que argumenta, a la luz de "Amoris laetitia", la posibilidad de la Comunión para los divorciados que se han vuelto a casar, sobre la base de "una teoría de la conciencia más allá de la alternativa de la norma". La "Rivista del Clero Italiano" es editada por la Universidad Católica de Milán, bajo la dirección de tres obispos: Gianni Ambrosio, Franco Giulio Brambilla y Claudio Giuliodori. Y hace pocos días Chiodi ha sido nombrado por el Papa miembro ordinario de la renovada Academia por la Vida.
– Siempre en Italia, en Turín, el sacerdote católico Fredo Olivero confirmó que el grupo interconfensional "Spezzare il pane" [Partir el pan], en el que participa, se reúne una vez al mes para celebrar la Eucaristía ya sea en el rito católico o protestante, con todos los presentes que toman la Comunión. Se ha dicho con certeza que éste es el verdadero "pensamiento personal" del papa Francisco, según cuanto ha dicho el 15 de noviembre del 2015 durante la visita a la iglesia luterana de Roma. Agregó que el dogma de la transustanciación se debe releer en clave "espiritual" y que, estando en Jesús, la Misa la puede celebrar cualquiera, no sólo un ministro ordenado. Don Olivero hizo esta "excursión" en el último número de "Riforma", el semanario de la Iglesia Valdense.
– Y por último, en el Vaticano, resulta que ha sido instituida una comisión encargada de "reinterpretar" a la luz de "Amoris laetitia" la encíclica de Pablo VI sobre la anticoncepción, la "Humanae vitae". Forman parte de esta comisión Pierangelo Sequeri, director del Pontificio Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia; Angelo Maffeis, director del Instituto Pablo VI, de Brescia, y Philippe Chenaux, docente de historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Lateranense. El coordinador es Gilfredo Marengo, docente de antropología teológica en el mencionado instituto fundado por Juan Pablo II y partidiario desde hace tiempo de tesis revisionistas.
Éste es el estado de los hechos

Y ésta es la carta al Papa de cuatro cardenales que no se resignan [Remito, como he dicho, a la traducción hecha en Infocatólica]
Además de en italiano, en inglés, en español y en francés, la carta está disponible también en portugués y en alemán:

> "A nossa consciência força-nos…"
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NOTA 2: Esta misma noticia, que ha salido ya en infinidad de medios, se puede leer en inglés en Life Site News

TODOS LOS ANTICONCEPTIVOS SON ABORTIVOS

Duración 2:49 minutos

La Secuencia de la fiesta de Corpus condena el Capítulo VIII de Amoris Laetitia





Si uno lee atentamente la letra de la Secuencia de la Fiesta del Corpus Christi, compuesta por Santo Tomás de Aquino, verá una exposición detallada del dogma de la Santísima Eucaristía

Este himno basta para que los católicos de hoy que tienen dudas o se permiten interpretaciones libres sobre la presencia real, la comunión en la mano, o las disposiciones que se necesitan para comulgar con provecho se convenzan de la doctrina revelada por Cristo mismo y guardada celosamente por la Iglesia

Naturalmente, en él ya está resuelto el presunto dilema de la "comunión" a las personas en pecado mortal. De hecho ya lo estaba en San Pablo y en el Evangelio.

En la procesión de la fiesta, en Roma este año, se cantó la secuencia según surge de un vídeo que circula en Internet. [Es el que sigue, aun cuando no es de este año]

Duración 7:06 minutos


Los clérigos y el papa presentes ¿habrán discernido el sentido del texto? ¿Y los fieles?


1. Lauda Sion Salvatórem, lauda ducem et pastórem, in hymnis et cánticis.

Alaba, ¡oh Sión! Alaba al Salvador, al Rey y Pastor con himnos y cánticos.

2. Quantum potes, tantum aude: quia major omni láude, nec laudáre sufficis.

Alaba cuanto más puedas, y sin descanso; porque la mayor alabanza que se haga no será suficiente.

3. Laudis thema speciális, panis vivus et vitális, hódie propónitur.

Alaba sin medida, al Pan vivo de Vida, al que hoy se celebra.

4. Quem in sacrae mensa coénae, turbae fratrum duodénae, datum non ambígitur.

Al Pan que en la mesa de la Santa Cena, Cristo entregó a los Doce reunidos como hermanos.

5. Sit laus plena, sit sonóra, sit jucúnda, sit decóra, mentis jubilatio.

Que la alabanza sea de todo corazón, sonora, gozosa, bella, con el alma jubilosa.

6. Dies enim solémnis ágitur, in qua mensae prima recólitur, huius institútio.

Porque hoy celebramos un solemne día, aquel que rememora la institución de la Santísima Eucaristía.

7. In hac mensa novi Regis, novum Pascha nove legis, phase vetus términat.

En esta mesa del nuevo Rey, la Pascua de la Nueva Alianza, pone fin a la Pascua antigua.

8. Vetustátem nóvitas, umbram fugat véritas, noctem lux elíminat.

El nuevo rito sustituye al viejo, las sombras se disipan ante la verdad, la luz elimina a la noche.

9. Quod in coena Christus gessit, faciéndum hoc expréssit, in sui memoriam.

Lo que Cristo hizo en la Cena, mandó que se repitiera en su memoria.

10. Docti sacris institutis, panem vinum in salútis, consecrámus hóstiam.

Instruidos por sus sagradas enseñanzas, consagramos el pan y el vino para la salvación.

12. Dogma datur Christiánis, quod in carnem transit panis, et vinum in sánguinem.

Se les da un Dogma a los cristianos: que el pan se convierte en la Carne y el vino en la Sangre de Cristo.

13. Quod non capis, quod non vides, animósa firmat fides, praeter rerum órdinem.

Lo que no comprendes porque no lo ves, que lo afirme tu fe viva, más allá del orden natural.

14. Sub divérsis speciébus, signus tantum, et non rebus, latent res exímiae.

Bajo diversas formas, tan solo se ven los signos, y no la realidad que late escondiendo una realidad sublime.
15. Caro cibus, sanguis potus: manet tamen Christus totus, sub utráque spécie.

Su Carne es comida, y su Sangre bebida, pero bajo cada uno de estos signos está Cristo todo entero.
16. A suménte non concísus, non confráctus, non divísus: ínteger accípitur.

Se lo recibe íntegramente, sin que nadie pueda dividirlo, ni quebrarlo, ni partirlo.

17. Sumit unus, sumunt mílle: quantum isti, tantum ille: nec súmptus consúmitur.

Lo recibe uno, lo reciben mil, tanto éstos como aquél, sin que nadie pueda consumirlo.

18. Súmunt boni, sumunt mali: sortem tamen inaequáli, vitae vel intéritus.

Lo reciben los buenos, y lo reciben los malos: pero con desigual fruto: para unos la Vida, para otros, la muerte.

19. Mors et malis, vita bonis: vide paris sumptiónis, quam sit dispar éxitus.

Es muerte para los pecadores y vida para los justos: mira cómo un mismo alimento tiene efectos tan contrarios.

20. Fracto demum Sacraménto, ne vacilles, sed meménto, tantum esse sub fragménto, quantum toto tégitur.

Cuando se parte la hostia: no vaciles: recuerda que en cada fragmento está Cristo todo entero.

21. Nulla rei fit scisúra: signi tantum fit fractúra: qua nec status nec statúra, signáti minúitur.

Ninguna division se hace a esta realidad (del Cuerpo todo entero en cada parte): solamente se hace un signo de fractura, que no altera ni el estado ni la estatura (del Cuerpo de Cristo).

22. Ecce panis Angelórum, factus cibus viatórum: vere panis filiórum, non mitténdus cánibus.

Este es el pan de los Ángeles, convertido en alimento de los peregrinos: es el verdadero pan de los hijos, que no debe tirarse a los perros.

23. In figuris praesignátur, cum Isaac immolatur: Agnus Paschae deputátur: datur manna pátribus.

Por varias figuras ha sido profetizado: (por ejemplo) en Isaac es inmolado; se lo ve en el Cordero Pascual, y cuando es dado como maná a nuestros padres.

24. Bone pastor pannis vere, Jesu nostri miserére: tu nos pasce, nos tuére: tu nos bona fac vidére in terra vivéntium.

¡Oh Buen Pastor, Pan verdadero, oh Jesús nuestro, ten misericordia de nosotros!: ¡apaciéntanos y cuídanos; y haznos contemplar los bienes verdaderos en la tierra de los vivientes!

25. Tu qui cuncta scis et vales, qui nos pascis hic mortáles: tuos ibi comensales, coherédes et sodales fac sanctórum cívium. Amen. Allelúia.

¡Tú que sabes todo, y todo lo puedes, tú que apacientas a los mortales, haznos tus invitados, herederos y compañeros con los Santos del cielo!. Amén, aleluya.

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Algún que otro dogma queda también ratificado: Como dice otro himno de Santo Tomás:

Et antiquum Documentum novo cedat ritui.

Un poco libremente traducido dice:

Ceda el antiguo culto judío al Rito neotestamentario, la misa, del cual ha sido una mera sombra.