Aclarando ideas [Froilán Aulé]
(9) La Eucaristía es menospreciada. Medidas de gobierno inmisericordes
(10) Sínodo de la familia
(11) Enseñanzas del Papa Francisco sobre la Santísima Virgen
(12) Debacle pontificia: suma y sigue
CONCLUSIÓN PROVISORIA
(10) Sínodo de la familia
(11) Enseñanzas del Papa Francisco sobre la Santísima Virgen
(12) Debacle pontificia: suma y sigue
CONCLUSIÓN PROVISORIA
Se ha hecho un repaso, no exhaustivo, de algunos escritos, dichos y gestos de este pontificado …
... y de todos se desprende la connotación modernista con un falso ecumenismo en el que la Iglesia Católica pierde su identidad como única Iglesia de Cristo y detentora de la fe y la verdad:
- se permiten comuniones de adúlteros impenitentes con lo que además del sacrilegio cometido contra la Eucaristía se degrada el sacramento del matrimonio y vuelve inútil la confesión, además de romper la unidad de la Iglesia en materia de moral y -en el fondo- también de fe;
- se trata despectivamente y se niega la misión evangelizadora de la Iglesia;
- se ignoran y no se defienden a los cristianos perseguidos y brutalmente asesinados;
- se persigue a quienes son fieles al Magisterio de la Iglesia;
- se exalta la herejía como ahora con la "rehabilitación" de Lutero;
- se confunde al pueblo de Dios con falsas enseñanzas y lenguaje ambiguo;
- se promueve acercamientos con los enemigos de Cristo y de su verdadera Iglesia en tanto ninguno de éstos se convierte;
- se menosprecia la historia de la acción evangelizadora de la Iglesia;
- se condena a los corruptos y luego se los recibe con gran boato,
- se corrige al Señor haciendo del Jueves Santo lo que no fue (lavatorio de pies de mujeres, no creyentes, homosexuales) en desmedro de lo que sí fue: el don de la Eucaristía y del sacerdocio, totalmente ignorados.
Suma y sigue.
Esto es parte de la realidad. Lo más preocupante es que todos los -llamémosle así- equívocos apuntan en la misma dirección: la destrucción de la fe, la desacralización de los sacramentos y un humanismo en cuyo centro está el hombre, no Dios, que se erige en Religión Universal. En pocas palabras todo se dirige, y rápidamente, a la demolición de la Iglesia.
¿Qué hacer ante esta trágica situación en que nos encontramos?
Pues confiar en que el Señor conduce y protege a su Iglesia y, al mismo tiempo, ponerlo todo en manos de la Santísima Virgen. La purificación es necesaria, pero el triunfo de su Corazón Inmaculado está a las puertas.
Mientras tanto nos toca alertar, denunciar el error y la impostura, permanecer vigilantes e informados ... pero por encima de todo amar, rezar, adorar, hacer penitencia y reparar, permaneciendo siempre fieles a Cristo y a su verdadera Iglesia, bajo la guía de su Madre y la protección de San José.
¡Alabado sea Jesucristo!
Froilán Aulé
Noviembre 14, 2016