¿Cómo puede entenderse que a este señor se le permita decir tales barbaridades y que no sea expulsado? ¿Cómo encaja esto con la rápida e inmediata "dimisión" (expulsión) del padre Weinandy por escribirle una carta al Papa Francisco, hace tres meses y en privado (el 31 de julio) en el mismo momento en el que se hizo pública el 1 de Noviembre ...? Una carta en la que afloran los verdaderos problemas por los que está atravesando hoy la Iglesia. No tiene explicación humana. Sólo hay una explicación: el gran Enemigo, el Diablo, al que se le ha permitido actuar, el Príncipe de este mundo, como así lo llamaba Jesús, ha tomado las riendas del mundo ... y también de la Iglesia, porque ha conseguido, a través de sus aliados, infiltrados en el Vaticano, como caballo de Troya, que la Iglesia se haya mundanizado casi en su totalidad. Como serpiente astuta que es, no da la cara, pero actúa ... ¡y muy eficazmente, por cierto! Este tipo de demonios no podrán ser arrojados si no es mediante la oración y la penitencia. Que Dios nos ayude.
José Martí
