Se trata del S. E. R. Mons. Tomash Peta, Arzobispo Metropolitano de la Archidiócesis de Santa María en Astaná (Kazajistán), S. E. R. Mons. Jan Pawel Lenga, Arzobispo emérito de Karagandasu y S. E. Mons Athanasius Schneider, Obispo auxilar de Santa María en Astaná, quienes hace un año hicieron un llamamiento de oración (ver aquí) para que el Papa Francisco revocara las orientaciones pastorales heterodoxas derivadas de la aplicación de "Amoris laetitia", a los que también se han sumado en este nuevo documento S. E. R. Mons. Luigi Negri, Arzobispo emérito de Ferrara-Comacchio y S. E. R. el Arzobispo Carlo Maria Viganò, Nuncio Apostólico emérito de los Estados Unidos.
En dicho documento, que puede leerse completo en español en este enlace, hacen afirmaciones tan obvias (y católicas) como éstas:
Las relaciones sexuales entre personas que no están unidas entre sí por el vínculo de un matrimonio válido son siempre contrarias a la voluntad de Dios.
Ninguna circunstancia o finalidad pueden hacer de tales relaciones sexuales una realidad moral positiva y agradables a Dios.
La Iglesia no juzga el estado de gracia interno de un fiel, por lo que la no admisibilidad a la Santa Comunión de los adúlteros es un juicio del carácter visible, público y objetivo de su situación, ya que la recepción de los sacramentos depende necesariamente de la situación visible y objetiva de los fieles.
No es moralmente lícito tener relaciones sexuales con una persona que no es el propio cónyuge legítimo, para evitar un supuesto otro pecado (no es lícito 'hacer el mal para que venga el bien', según Rom 3, 8).
La admisión de tales personas a la Santa Comunión puede ser permitida solamente cuando hacen un sincero propósito de cesar de allí en adelante tales relaciones sexuales y de evitar el escándalo.
Las personas que mantienen relaciones sexuales no conyugales de modo habitual, violan con tal estilo de vida el indisoluble vínculo nupcial matrimonial respecto al legítimo cónyuge y por tanto no pueden participar de la Comunión eucarística.
El cumplimiento de la voluntad de Dios, revelada en Sus Diez Mandamientos y en Su explícita prohibición del divorcio, constituye el verdadero bien espiritual de las personas aquí en la Tierra, permitiendo así que sean conducidas a la salvación de la vida eterna.
Véase también, al respecto, el siguiente enlace (incluyendo los comentarios):
Siguen aumentando: 63 Prelados (28 Cardenales, 9 Arzobispos y 26 Obispos) apoyan las "dubia" sobre "Amoris laetitia" enviadas al Papa Francisco, defienden la Doctrina y Magisterio de la Iglesia y rechazan dar los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía a los adúlteros
CATHOLICVS