Los mensajes que nos dio la Virgen por medio de las niñas videntes son claros y sencillos, lo que aquellas almas sencillas y humildes debían saber, y por ellas el mundo entero.
Lo más importante de estas Apariciones es cumplir y dar a conocer al mundo los mensajes que la Virgen María dio para que el Mundo entero se convierta. La Virgen dijo a Conchita: “No te preocupes, mi Hijo hará todo”, porque todo lo que viene no es obra humana sino de Dios.
- El 18 de Octubre de 1961 las videntes dieron a conocer al mundo el primer mensaje y que a la letra dice:
“Hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia, y tenemos que visitar mucho al Santísimo, pero antes tenemos que ser muy buenos.Y si no lo hacemos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos vendrá un castigo”.El mensaje nos habla de elementos esenciales de la fe: sacrificio; penitencia, la Eucaristía y la conversión que da frutos en una vida virtuosa: “ser muy buenos”. También nos recuerda la misión de los ángeles y el cuidado maternal de la Virgen Santísima.
Garabandal nos recuerda que la vida cristiana requiere seriedad. Juan Bautista predicó: “Arrepentíos, pues el reino de Dios está cerca” (Mt 3, 1-3). El propio Cristo inaugura su predicación diciendo: “Arrepentíos y creed en la Buena Nueva…” (Mc 1,15). Es, pues, el mensaje eterno de los profetas y recordado insistentemente en estos tiempos por la Santísima Virgen, tanto en La Sallete, como en Lourdes y Fátima, pero desafortunadamente olvidado por la gran mayoría de los hombres; por eso, si no cambiamos, vendrá un castigo, que será manifestación de la Justicia de Dios como consecuencia del pecado de los hombres al hacer mal uso de su libertad.
“Ya se está llenando la copa”. Lenguaje bíblico apocalíptico que nos recuerda los 7 ángeles con las 7 copas de oro (15,7) que están rebosantes de la ira de Dios…
“Tenemos que visitar mucho el Santísimo”, que nos recuerda la presencia real de Cristo con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, en momentos que los católicos – y aun sacerdotes – han perdido la fe en la Eucaristía. “Pero antes tenemos que ser muy buenos”, es decir, tenemos ante todo que vivir en gracia de Dios, alejar de nuestra vida el pecado mortal, con la ayuda de la gracia de Dios y la participación de los Sacramentos.
- La Santísima Virgen comunicó su “segundo mensaje” cuatro años después, hacia el final de las apariciones. Nuestra Señora le dijo a Conchita el 1 de enero de 1965 que el Arcángel San Miguel se aparecería el 18 de junio y le daría un mensaje en su nombre, a todo el mundo. Por mediación de San Miguel, Nuestra Señora se quejó de que no se hubiere hecho caso a su primer mensaje y advirtió al mundo que éste sería el último. Dijo la Virgen:
“Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de octubre, de 1961, os diré que éste es el último; antes la copa se estaba llenando; ahora está rebosando. Los sacerdotes van muchos por el camino de la perdición, y con ellos llevan a muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debéis evitar la ira de Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras Él os perdonará. Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación; pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más; pensad en la pasión de Jesús”