Lo ha dicho y escrito de mil maneras diferentes, para quien se quiera enterar.
El Papa, que ha sido puesto como ejemplo de dique frente a los poderosos, se ha aliado con el mundo en todo lo referente a moral sexual.
Es una de las muchas paradojas de estos tiempos. Hay católicos alborozados por el prestigio de este Papa, por lo bien que hablan de él los medios de comunicación, etc ... sin pararse a pensar en los fundamentos propios de la Fe.
Es Verdad Evangélica que la Cruz es escándalo para el mundo, que quien quiera salvar la vida la perderá o que si a Cristo le persiguieron también lo harán con nosotros.
Frente a eso se ha predicado el rechazo a la Cruz: no otra cosa es bendecir todos los pecados de la carne, premiándolo incluso con la profanación de la Comunión.
Se ha enfatizado una supuesta Misericordia que obviaría todos los pecados, sean los que sean, con lo que trasgredir los mandamientos en lugar de llevarte por el camino de perdición te acercaría al de la salvación. Y, si como consecuencia de todo esto, el mundo ya nos acepta, hay que celebrarlo con alegría.
El mundo más podrido que ha conocido la humanidad, donde es habitual la blasfemia pública de muchos prelados, donde se legisla única y exclusivamente contra Dios, y donde el asesinato de infantes es moneda de uso común.
Viene esto a cuenta de una noticia de hace unos días. Religión Digital, con una alegría no disimulada, la titulaba así “Dominique Wolton: “El Papa defiende que la ‘unión civil’ de los homosexuales es posible”.
El cuerpo de la noticia hacía referencia a la presentación del libro del sociólogo francés:
El Papa defiende que la ‘unión civil’ de los homosexuales es posible”, asegura Wolton, y a fe que es cierto (ver página 232 del volumen).
“El matrimonio es la unión de un hombre con una mujer. Ése es el término preciso. Llamemos a las uniones del mismo sexo ‘unión civil”.
“Francisco no ha puesto ninguna condición, no me hizo ninguna censura. Sólo me pidió omitir el nombre de una pareja de homosexuales argentinos para que no se les conociera”,
“Francisco quiere tender puentes, está convencido del papel de las mujeres en la Curia, defiende que la unión civil para los homosexuales es posible, y que habrá hombres casados en la Iglesia”
“¿Cuál es el principal pecado?, le pregunté. Y su respuesta…. ‘Todo lo que está debajo de la cintura es lo de menos, y si un sacerdote os pregunta ¿por qué?, ¿con quién?, o ¿cómo?… que se lleven a ese sacerdote a un psicólogo'”.
Quiero resaltar 3 cosas de las palabras del Papa:
El mundo más podrido que ha conocido la humanidad, donde es habitual la blasfemia pública de muchos prelados, donde se legisla única y exclusivamente contra Dios, y donde el asesinato de infantes es moneda de uso común.
Viene esto a cuenta de una noticia de hace unos días. Religión Digital, con una alegría no disimulada, la titulaba así “Dominique Wolton: “El Papa defiende que la ‘unión civil’ de los homosexuales es posible”.
[También The wanderer habla sobre este asunto]
El cuerpo de la noticia hacía referencia a la presentación del libro del sociólogo francés:
El Papa defiende que la ‘unión civil’ de los homosexuales es posible”, asegura Wolton, y a fe que es cierto (ver página 232 del volumen).
“El matrimonio es la unión de un hombre con una mujer. Ése es el término preciso. Llamemos a las uniones del mismo sexo ‘unión civil”.
“Francisco no ha puesto ninguna condición, no me hizo ninguna censura. Sólo me pidió omitir el nombre de una pareja de homosexuales argentinos para que no se les conociera”,
“Francisco quiere tender puentes, está convencido del papel de las mujeres en la Curia, defiende que la unión civil para los homosexuales es posible, y que habrá hombres casados en la Iglesia”
“¿Cuál es el principal pecado?, le pregunté. Y su respuesta…. ‘Todo lo que está debajo de la cintura es lo de menos, y si un sacerdote os pregunta ¿por qué?, ¿con quién?, o ¿cómo?… que se lleven a ese sacerdote a un psicólogo'”.
Quiero resaltar 3 cosas de las palabras del Papa:
1. A las uniones entre personas del mismo sexo sólo opone la terminología, el resto no le importa. El bien común, el escándalo que para los más pequeños pueda suponer, la normalización de un pecado que hasta el Concilio Vaticano II “clamaba al cielo”, la salvación de las personas que entran en esas dinámicas etc son cosas que le importan absolutamente NADA.
2. La obsesión de este Papa con los psicológos. No es la primera vez que se refiere de esta forma a cuestiones relacionadas con la homosexualidad, los pecados de la carne etc. Con los cual, no deja de dar la razón al mundo cuando se persigue a alguien por oponerse a estos temas. El diagnóstico del Papa es exactamente igual al resto, quien se opone a esto sólo puede ser un desequilibrado.
3. Las apariciones de Fátima, en perfecta consonancia con la tradición de la Iglesia, señalan los pecados de la carne como los mayores causantes de llevar almas al infierno. Estamos hablando de 1917. Desde entonces sólo ha ocurrido la Revolución Sexual, el divorcio masivo, el aborto como un método más de planificación, la anticoncepción generalizada y la promoción de la homosexualidad, también entre los niños. Pero el Papa lo despacha con desprecio, señalando de paso, al sacerdote que en el confesionario quiera indagar un poco para conocer la situación real del penitente y orientarlo mejor. Para el Papa de la misericordia ese sacerdote está, simplemente, desequilibrado. No sabemos qué pensará de las palabras pronunciadas por la Virgen en Fátima.Sólo tengo una pregunta, todo esto que importa tan poco, lo que pasa de cintura para abajo, ¿incluye también la pederastia?
Capitán Ryder
P.D: Este sarao, la presentación, no se la perdió ese pan sin sal que es el Cardenal de Madrid, señor Osoro. Ya sabemos que cuando se trata de insultar a la Virgen allá está él.