Dice San Pablo que cuando el Señor resucitó, con Él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús (Ef 2,6). Esto es lo que aún tenemos que aprender : nuestro sitio, lugar y situación como hijos de Dios, miembros de Cristo y herederos del Reino de los cielos (Beato cardenal Newman).
116.- Qué nos enseña el quinto artículo: DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS: AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS?
– El quinto artículo del Credo nos enseña: que el alma de Jesucristo, separada ya del cuerpo, fue al Limbo de los Santos Padres y que al tercer día se unió de nuevo a su cuerpo para no separarse jamás.
117.- ¿Qué se entiende aquí por Infierno?
– Por infierno se entiende aquí el Limbo de los Santos Padres, es decir, el lugar donde las almas de los justos eran recogidas y esperaban la redención de Jesucristo.
118.- ¿Por qué las almas de los Santos Padres no fueron introducidas en el cielo antes de la muerte de Jesucristo?
– Las almas de los Santos Padres no fueron introducidas en el cielo antes de la muerte de Jesucristo porque por el pecado de Adán el cielo estaba cerrado, y convenía que el primero que entrase en él fuese Jesucristo, que con su muerte lo abrió de nuevo.
119.- ¿Por qué Jesucristo quiso dilatar hasta el tercer día su propia resurrección?
– Jesucristo quiso dilatar hasta el tercer día su propia resurrección para mostrar con evidencia que verdaderamente había muerto.
120.- ¿Fue la resurrección de Jesucristo semejante a la resurrección delos otros hombres resucitados?
– No, señor; la resurrección de Jesucristo no fue semejante a la resurrección de los otros hombres resucitados, porque Jesucristo resucitó por su propia virtud, y los demás fueron resucitados por la virtud de Dios.