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El cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, está desde el 13 de abril en la capital de Arabia Saudita, donde permanecerá hasta el 20 de abril, intercambiando la visita hecha al Vaticano, el 20 de setiembre de 2017, por el secretario general de la Liga Musulmana Mundial, el sheik Muhammad Abdul Karim Al-Issa.
Recibido por el príncipe Mohammed bin Abdurrahman bin Abdulaziz, vicegobernador de Riad, el cardenal Tauran pronunció en la sede la Liga Musulmana, en el encuentro con el sheik Al-Issa, un discurso que no tiene precedentes en la historia de las relaciones entre el cristianismo y el Islam, no por las cosas dichas, sino por el lugar en el que fueron pronunciadas.
De hecho, es la primera vez que en Arabia Saudita, en la patria del wahabismo, es decir, de una de las corrientes más radicales del Islam, un representante de primer nivel de la Iglesia Católica se haya expresado públicamente y con tanta nitidez sobre cuestiones capitales como la libertad religiosa y la igualdad de derechos entre los creyentes de toda fe.
A continuación, presentamos una breve antología de las cosas dichas en Riad por el cardenal Tauran, tomadas de "L'Osservatore Romano" del 17 de abril.
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SOBRE EL CHOQUE DE CIVILIZACIONES
"Lo que está amenazando a todos nosotros no es el choque de civilizaciones, más bien es el choque de ignorancias y radicalismos. Lo que amenaza la convivencia es, antes que nada, la ignorancia; por lo tanto, encontrarse, hablar, construir algo juntos, son una invitación a encontrar al otro, y significa también descubrirnos a nosotros mismos".
SOBRE LA APERTURA A TODOS DE LOS LUGARES SAGRADOS
El cardenal recordó cómo los lugares sagrados cristianos, "en Tierra Santa, en Roma o en otras regiones, junto a los numerosos santuarios en muchas partes del mundo", están "siempre abiertos para ustedes, nuestros hermanos y hermanas musulmanas, para los creyentes de otras religiones y también para cada persona de buena voluntad que no profesa una religión". Después de todo, agregó, "en muchos países también las mezquitas están abiertas a los visitantes" y "esto – dijo – es el tipo de hospitalidad espiritual que ayuda a promover el conocimiento mutuo y la amistad, contrarrestando los prejuicios".
SOBRE EL VERDADERO SENTIDO DEL MARTIRIO
"La religión es lo que una persona más quiere. Es por esto que algunos, cuando son llamados a elegir entre conservar la fe o mantener la vida, prefieren aceptar pagar un precio alto: son los mártires de todas las religiones y de todas las épocas".
SOBRE EL FUNDAMENTALISMO
"En todas las religiones hay radicalismos. Fundamentalistas y extremistas quizás son personas celosas, pero que lamentablemente se han desviado de una comprensión sólida y sabia de la religión. Además, consideran a todos los que no comparten su visión como infieles que deben convertirse o ser eliminados, para mantener la pureza. Son personas desviadas que pueden pasar fácilmente a la violencia en nombre de la religión, incluido el terrorismo. Están convencidos, a través del lavado de cerebro, que están sirviendo a Dios. La verdad es que solamente están haciéndose mal a sí mismos, destruyendo a los demás, arruinando la imagen de su religión y de sus correligionarios. Por eso tienen necesidad de nuestra oración y de nuestra ayuda ".
SOBRE LA IGUALDAD DE TRATAMIENTO ENTRE TODAS LAS RELIGIONES
Después de haber aclarado que "la religión puede ser propuesta, pero jamás impuesta, y luego aceptada o rechazada", el cardenal Tauran identificó como uno de los campos en el que los cristianos y musulmanes deben estar de acuerdo, dado que "en el pasado hubo muchas confrontaciones entre las dos comunidades", es el "de las reglas comunes para la construcción de lugares de culto". De hecho, "todas las religiones deben ser tratadas del mismo modo, sin discriminaciones, porque sus seguidores, junto a los ciudadanos que no profesan ninguna religión, deben ser tratados de la misma manera", remarcó haciendo alusión al tema siempre actual de la “plena ciudadanía” para todos. También porque "si no eliminamos la doble moral de nuestro comportamiento como creyentes, instituciones religiosas y organizaciones, alimentaremos la islamofobia y la cristianofobia".
SOBRE LA CONDENA DEL TERRORISMO POR PARTE DE LOS JEFES RELIGIOSOS
"Los líderes espirituales tienen un deber: evitar que las religiones están al servicio de una ideología y saber reconocer que algunos de nuestros correligionarios, como los terroristas, no se están comportando correctamente. El terrorismo es una amenaza constante, por eso debemos ser claros y no justificarlo nunca. Los terrorismos quieren demostrar que es imposible convivir. Nosotros creemos lo exactamente opuesto. Debemos evitar la agresión y la denigración".
SOBRE EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
"Todo diálogo interreligioso auténtico comienza con la proclamación de la propia fe. No decimos que todas las religiones son iguales, sino que todos los creyentes, los que buscan a Dios y todas las personas de buena voluntad pero que no tienen una afiliación religiosa, tienen igual dignidad. A cada uno se le debe permitir abrazar libremente la religión que quiere". De aquí la exhortación final a unir los esfuerzos "para que Dios, que nos ha creado, no sea motivo de división, sino más bien de unidad".
Sandro Magister