'Yo fui parte del problema', papa Francisco a las víctimas de abuso de Chile.
-------
Su Santidad,
No. Usted no es parte del problema … usted es el problema.
Usted nombró y elevó al protector de un depredador. Usted lo protegió incondicionalmente durante tres años, a pesar de la enorme evidencia en favor de su remoción del obispado y del ministerio sacerdotal.
Usted reprimió e ignoró el tsunami de pedidos, súplicas y evidencias sobre la complicidad del obispo Juan Barros y su involucramiento con el sacerdote depredador, el P. Fernando Karadima. En 2011, Karadima fue removido de sus deberes sacerdotales y desterrado a una vida de penitencia tras ser encontrado culpable por la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
Usted se burló de su propia “política de tolerancia cero”.
Su arrogancia y clericalismo le impidieron ver las súplicas evidentes y prolongadas de las víctimas de abuso de Karadima y Barros.
Como astuto Papa dictador, usted despreció desdeñosamente las protestas de Chile. Usted creyó que amenazar y ridiculizar a las víctimas haría que se callen. Después de todo, sus tácticas intimidatorias dieron resultado a lo largo de sus años como obispo y cardenal en Buenos Aires.
Tal como le dijo a su amigo, el rabino Skorka, en el libro Sobre el Cielo y la Tierra, “En mi diócesis jamás ocurrió [acusaciones de abuso sexual eclesiástico]”.
Allí no sucedía, dice Bergoglio.
Sin embargo, los medios de comunicación de Argentina estaban repletos de docenas de casos de abuso sexual eclesiástico durante los años en que Bergoglio fue obispo y cardenal en Buenos Aires.
Así que utilizó sus tácticas de encubrimiento, utilizando sus clásicas desmentidas e insultos para el escándalo de Barros.
Y casi se sale con las suyas. Excepto por una fotografía …
Usted juzgó equivocadamente a las víctimas de Karadima/Barros. Las víctimas de abuso sexual eclesiástico son de las más quebradas y traumatizadas víctimas de abuso sexual. Rara vez poseen la perseverancia y la fuerza para desafiar la burocracia de la Iglesia, especialmente la jerarquía Vaticana, y el mismo Papa.
Usted pensó arrogantemente que si los atacaba verbalmente, los llamaba ‘calumniadores’ e ignoraba sus protestas, ellos desaparecerían, como la mayoría de las víctimas de abuso sexual eclesiástico. En el pasado le funcionó, cuando era cardenal en Buenos Aires. Mejor aún, ahora es usted el poderoso Papa, el Vicario de Cristo.
Y sin embargo juzgó erróneamente a estos sobrevivientes de Karadima. Estos hombres están dañados, pero de pie. No fueron intimidados por su infame mal carácter y desatinadas burlas. Estos hombres han sobrevivido el peor abuso imaginable y no iban a ser silenciados por sus repetidas amenazas vacías y viciosos ataques verbales.
Jamás esperó que las víctimas de Karadima/Barros lo superaran. A pesar del vicioso abuso que sufrieron, estos hombres son inteligentes, persistentes. Tienen poder; se llama Verdad.
Ellos sabían que necesitaban pruebas demostrables de que usted, papa Francisco, estaba al tanto de los alegatos específicos del horrendo abuso del padre Karadima mientras el obispo Barros miraba y no hacía nada. Imagine el enojo y el estupor de estas víctimas frente al sacerdote que miraba el abuso y no hacía nada. Nada. ¿Imagina su furia cuando se enteraron que usted honraba y elevaba a Barros como obispo de Osorno?
Usted fue arrinconado cuando el mundo vio la fotografía con el sobre de Juan Carlos Cruz, que detallaba su sufrimiento por el abuso del padre Karadima.
Con la evidencia fotográfica y la documentación entregada al cardenal Sean O’Malley de manos de Marie Collins en abril 2015 ¡lo atraparon! Lo arrinconaron cuando el cardenal O’Malley dijo a las víctimas que la carta de Juan Carlos Cruz había sido entregada al papa Francisco.
Pasarían casi tres años hasta que la fotografía se hiciera pública para que el mundo viera que usted recibió la evidencia, la sórdida evidencia de la incompatibilidad de Barros para cualquier rol clerical.
Debajo está la línea de tiempo con su encubrimiento. Establece incontrovertidamente que usted tenía el conocimiento sobre la conducta reprensible e inadecuada de Juan Barros. Usted condujo una campaña mediática personal y pública para destruir toda crítica contra el obispo Barros. Usted defendió personalmente a Barros y vituperó a las víctimas de Barros. Su propia Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) investigó que este caso tenía toneladas de archivos y documentos sobre Karadima y el obispo Barros. Usted se negó a escuchar a todo aquel que tuviera los datos y la verdad.
El Caso Contra Francisco
Este es el caso contra el papa Francisco por ignorar y no adherirse a su propia política de tolerancia cero:
- 31 de ene., 2015 Carta de la Conferencia Episcopal de Chile al Vaticano protestando por el nombramiento del obispo Barros- Ignorada y Ocultada
- Feb. 2015 Un mes después, más de 1300 católicos de Osorno, junto con unos 30 sacerdotes diocesanos y varios miembros del parlamento chileno enviaron una carta al papa Francisco suplicando que cancele el nombramiento del obispo Barros planeado para el 21 de marzo de 2015. La carta fue entregada al papa Francisco, sin embargo el nombramiento no fue cancelado por Francisco. Como más tarde aprendieron los católicos de Osorno, la política interna de la Iglesia triunfa sobre la voluntad del pueblo. Ignorados y Reprimidos.
- 3 de feb., 2015- Juan Carlos Cruz entregó una carta al embajador del Vaticano objetando el nombramiento del obispo Barros, detallando la protección de Barros al padre Karadima. Ignorada y ocultada.
- 21 de mar., 2015- Protesta en la misa de asunción de Barros- los medios de comunicación mundiales cubrieron la masiva protesta de los católicos chilenos por el nombramiento de Barros. Ignorada y reprimida.
- 31 de mar., 2015– El Vaticano de Francisco defiende públicamente al obispo Barros, diciendo que “examinaron cuidadosamente la candidatura del prelado y no encontraron razones objetivas para impedir el nombramiento.” Ignorados y Reprimidos.
- Abril 2015- Miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores relata que en abril 2015, enviaron una delegación a Roma para entregar personalmente al Papa una carta sobre Barros. Marie Collins entregó la carta al cardenal O’Malley, se le tomó una foto, y O’Malley admitió haberle dado la carta a Francisco. Ocultada e ignorada.
- Mayo 2015 Surge un video de los chilenos en la plaza de San Pedro suplicando personalmente al papa Francisco que anule el nombramiento de Barros: en el video, el papa Francisco se enoja y los llama ‘estúpidos.’ Reprimidos e ignorados.
- Mayo 2015– La Corte Suprema de Chile envía una citación al Vaticano por información sobre el obispo Barros. Reprimida e ignorada.
- Enero 2018– Viaje papal a Chile. El papa Francisco defiende nuevamente el nombramiento de Barros en la conferencia de prensa en el avión.
El papa Francisco dijo que “el día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia ¿Está claro?” También dijo: “No han venido, no se han presentado, no han ofrecido la evidencia en un juicio. Ha quedado todo en el aire.” “El caso del obispo Barros lo hice estudiar, investigar, lo hice trabajar mucho. No hay evidencias de culpabilidad y, al parecer, no se van a encontrar.” Suprimidas e ignoradas.
- Enero 2018 Vuelo papal del regreso al Vaticano … confrontado por un reportero de AP, el Papa dijo: “Yo nunca oí a una víctima de Barros. No vinieron, no dieron la evidencia”. Suprimidos e ignorados.
Este autor ha investigado muchos casos de abuso sexual eclesiástico. Fui testigo de mentiras, amenazas, y tácticas de encubrimiento episcopal. No es nada nuevo ni particularmente complejo. Las tácticas de intimidación del papa Francisco demuestran los clásicos encubrimientos insidiosos de un obispo … el obispo de Roma.
Francisco fue forzado a rendirse y aceptar la derrota por la foto con el sobre, llena de sórdidos y violentos alegatos sobre un infame depredador que cazaba menores. El papa Francisco recibió “la evidencia y la prueba” de manos de su propio cardenal, el jefe de la Comisión para la Protección de Menores. Al papa Francisco le entregaron “la evidencia y la prueba” en abril 2015.
Francisco ya no podía evadirlo.
Pensó que podía negar, reprimir, e ignorar las súplicas de las víctimas heridas, como había hecho tantas veces en Argentina.
Francisco, y sólo Francisco, es personalmente y autoritariamente responsable por este encubrimiento despreciable.
Francisco negó repetidamente los alegatos, utilizando el poder y el prestigio del Santo Oficio papal, cubriendo la evidencia. Y cuando lo atrapan en su red de mentiras, ¿qué hace?
Ahora Francisco acusa y utiliza como chivo expiatorio a los 34 obispos chilenos de la Conferencia Episcopal Chilena, quienes originalmente habían protestado contra el nombramiento de Juan Barros.
La tolerancia cero es un tropo vacío, a menos que el papa Francisco renuncie avergonzado y pase el resto de sus años en penitencia por su fracaso en proteger a los niños chilenos y responder a las súplicas de los fieles católicos chilenos, las víctimas de abuso del clero, e incontables sacerdotes chilenos.
¿Qué más podían haber hecho las víctimas y los católicos chilenos para llamar la atención del Papa sobre este asunto? Utilizaron todos los medios humanamente posibles para detener este peligroso nombramiento. Como respuesta, Francisco se burló de ellos, los ridiculizó y los insultó repetidas veces. Qué, Santo Padre.
Hasta aquí llegó la misericordia del Papa.
El Colegio Cardenalicio debiera reunirse inmediatamente y remover a Francisco, el obispo de Roma, por su grosera y grave negligencia y complicidad, desobedeciendo sistemáticamente y abusando de su propia política de tolerancia cero, provocando un escándalo de proporciones épicas en la Iglesia Católica global y en la Iglesia Católica chilena.
En los lineamientos del nuevo Motu Proprio de Francisco sobre la Remoción de un Obispo, el estándar para la remoción “En el caso de abuso de menores o adultos vulnerables, es suficiente que la falta de diligencia sea grave.” § 3. Tres años de evasivas papales y encubrimiento es la definición de grave.
La línea de tiempo del encubrimiento de Francisco fácilmente demuestra la evidencia arrolladora del incumplimiento pernicioso y excesivo del deber eclesiástico de asegurar la protección de los niños y la integridad moral del episcopado.
Finalmente, ¿protegerán los príncipes de la Iglesia a los niños? ¿O continuarán temblando en sus mitras frente al Papa dictador?
Próximo capítulo: Continúa el encubrimiento …
Elizabeth Yore*
*Elizabeth Yore es una abogada internacional por la defensa del niño, quien investigó casos de abuso sexual eclesiástico.
Traducido por Marilina Manteiga. (Artículo original)