La arquidiócesis de Múnich está tratando de clausurar a las Hermanas Franciscanas, de Reutberg (Alemania), según escribió el 6 de junio Peter Seewald en kath.net. Seewald publicó varios libros-entrevista con Joseph Ratzinger.
Actualmente, sólo viven dos hermanas en Reutberg, apoyadas por ciudadanos locales, incluyendo el alcalde. Si el monasterio es clausurado, todos sus bienes pasan a la arquidiócesis.
Desde el 2010 el cardenal de Múnich, Reinhard Marx, un íntimo aliado del papa Francisco, impuso por encima de las hermanas un superior externo y una compañía de administración. Hasta hoy, las hermanas pagaron por los servicios de ésta última 500.000 euros. El esposo de la propietaria de la compañía es miembro del comité financiero de la arquidiócesis de Múnich.
La arquidiócesis rechazó hermanas de al menos cinco diferentes comunidades que querían ir y ayudar. Otra hermana logró quedarse por breve tiempo. Pero luego la arquidiócesis le ordenó que se fuera, porque ella estaba “estabilizando” la comunidad de Reutberg.
Oficialmente, la arquidiócesis afirmó que en un acuerdo con la abadesa a la hermana se le pidió que retornara [a su comunidad], pero la abadesa dijo por escrito que ésa fue una decisión exclusiva de la arquidiócesis.
Una mujer que conoce a las hermanas desde su niñez consideró ingresar a la Orden, pero se le ordenó (¡sic!) que se alejara. Otras mujeres que mostraron interés también fueron echadas.