El cardenal Angelo de Donatis, quien es vicario de Roma, aprobó un pedido de la Compañía de Jesús para abrir una causa de santificación para el padre Pedro Arrupe, SJ (1907-1991), quien se desempeñó como superior general de los jesuitas desde 1965 a 1983.
Incluso Time magazine, en enero de 2008, tuvo que admitir que el reinado de Arrupe estuvo marcado por “desafíos progresivos al establishment de la Iglesia, incluyendo enfrentamientos con Pablo VI y Juan Pablo II” y por el activismo izquierdista del movimiento contrario a la guerra en Estados Unidos, durante la década del ’60, hacia la teología de la liberación.
Bajo el reinado de Arrupe, los jesuitas expresaron su desacuerdo con la doctrina católica, en temas como la naturaleza del sacerdocio, la necesidad de la Iglesia Católica y la aceptación de la homosexualidad.
Durante el período en que Arrupe estuvo en su cargo los jesuitas experimentaron una declinación dramática, tanto en números como en calidad.