La anticoncepción debe ser rechazada no sólo porque la Iglesia la prohíbe, sino porque es intrínsecamente mala, dijo el cardenal Robert Sarah en una conferencia pronunciada el 4 de agosto en la abadía benedictina Anne de Kergonan, ubicada en Plouharnel (Francia).
Según la página web FamilleChretienne.fr, Sarah declaró que la anticoncepción reduce a la mujer a “objeto de placer”.
Sarah advierte sobre esos documentos [como Amoris Laetitia del papa Francisco] que afirman que las circunstancias o las situaciones concretas pueden justificar el uso de anticonceptivos.
“Esas palabras son mentiras”.
Sarah agregó que a esas teorías hay que llamarlas “aberraciones”.