“Dolor y vergüenza”. Estas son las palabras que ocupan hoy más titulares en las noticias.
Los obispos de Estados Unidos reconocen que los fieles han perdido la paciencia y la confianza está dañada. Son bellas palabras que tendrán que convertirse en hechos concretos para que todos las podamos creer. Predicar es fácil. Tomar decisiones de gobierno cuesta; y de hecho no se toman.
Son muchos los que creen que ocultar los crímenes horrendos que estamos conociendo ayudan a la Iglesia. Esperamos que nadie, en su sano juicio, piense hoy esto.
La “cadena de mando” en la Iglesia Católica está corrompida y éste es el verdadero problema de fondo. No es creíble que los mismos que durante decenios han conocido y encubierto estos gravísimos crímenes nos vendan ahora que van a solucionar la situación. Esto ya no lo cree nadie ni dentro ni fuera de la Iglesia.
Sabemos que nos enfrentamos a la destitución de una gran parte de la jerarquía por delincuentes, por cómplices o por inútiles. El verdadero desastre es que personas indignas sigan dando lecciones. Estamos a las puertas de que el Papa Francisco sea citado en tribunales civiles por encubrimiento y complicidad de horrendos crímenes.
La renuncia del Papa Benedicto XVI y la situación creada está marcando un tiempo de la historia de la Iglesia peculiar. Si releemos los discursos de sus últimos días veremos como hoy tienen más sentido que entonces. Su renuncia no es una huida y decide quedarse en el Vaticano y ayudar en lo que pueda, pero reconoce que sus fuerzas hacen imposible afrontar los problemas que ya conocía o podía intuir. Es la respuesta de una persona que es consciente de que su misión es de gobierno y no de consejero o denunciador. Los tiempos no han cambiado y, o se actúa, o se deja paso a otros.
La renuncia del Papa Benedicto XVI y la situación creada está marcando un tiempo de la historia de la Iglesia peculiar. Si releemos los discursos de sus últimos días veremos como hoy tienen más sentido que entonces. Su renuncia no es una huida y decide quedarse en el Vaticano y ayudar en lo que pueda, pero reconoce que sus fuerzas hacen imposible afrontar los problemas que ya conocía o podía intuir. Es la respuesta de una persona que es consciente de que su misión es de gobierno y no de consejero o denunciador. Los tiempos no han cambiado y, o se actúa, o se deja paso a otros.
Los católicos no merecen lo que está sucediendo y que nos estén tomando el pelo todos los días. Cuanto antes se suelte el lastre mejor. Esto no hará daño a la Iglesia sino que la fortalecerá para afrontar los desafíos de nuestro tiempo con autoridad y energía.
Si añadimos a esto la terrible confusión doctrinal en la que estamos sumidos y que hace que queramos vestir con casullas de diseño encuentros de familias en los que los ponentes oficiales intentaran imponer, con todas las bendiciones, ideologías caducas y con raíces corrompidas. Los cardenales y obispos han perdido su autoridad y esto es un daño enorme a la Iglesia Católica.
Si añadimos a esto la terrible confusión doctrinal en la que estamos sumidos y que hace que queramos vestir con casullas de diseño encuentros de familias en los que los ponentes oficiales intentaran imponer, con todas las bendiciones, ideologías caducas y con raíces corrompidas. Los cardenales y obispos han perdido su autoridad y esto es un daño enorme a la Iglesia Católica.
La separación entre pastores y fieles siempre es demoniaca destruye al Cuerpo de Cristo. Hasta ahora siempre la culpa era de los ignorantes, sufridos e inútiles fieles que no querían seguir la ilustrada e indiscutida voz de sus maravillosos e inmerecidos pastores. Terminamos pensando que para lo único que interesa el pueblo de Dios es para que sean generosos en sus donaciones.
Hoy sabemos que muchos de los pastores que han gobernado la iglesia en los últimos decenios estaban profundamente corrompidos. Cuanto más claridad en todo esto mejor para que no salpique a los buenos pastores, que los hay, y puedan dejar de tener miedo al poder de los mercenarios sin escrúpulos que se hacen pasar por buenos pastores. A Jesucristo le daban pena las ovejas sin pastor, situación mucho mas cómoda para el rebaño que someterlas por orden superior a un mercenario.
La situación del Cardenal Donald Wuerl en Washington es complicada y no se entiende su continuidad por lo de Pensilvania y por su sede actual. Por ahora, ha suspendido su asistencia a Irlanda y todas sus intervenciones (...)
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La situación del Cardenal Donald Wuerl en Washington es complicada y no se entiende su continuidad por lo de Pensilvania y por su sede actual. Por ahora, ha suspendido su asistencia a Irlanda y todas sus intervenciones (...)
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El cambio sobre la pena de muerte en el catecismo sigue siendo objeto de polémica, no tanto por la pena de muerte en sí misma, sino por el cambio en un punto de doctrina bimilenaria que hace pensar que todo puede ser cambiado. Se está alimentando el pensamiento de que todo es modificable y se está contribuyendo al caos doctrinal.
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La ausencia de O’Malley al encuentro de las familias no se puede justificar solamente por los problemas de su seminario. La Iglesia de Estados Unidos tendrá que tomar decisiones muy dolorosas con urgencia y el cardenal es una figura fundamental. El Vaticano ha contratado desde hace tiempo costosos consultores americanos para impedir que las responsabilidades judiciales le salpiquen. Hasta ahora se han salvado los muebles, pero todo apunta a que las cosas se compliquen y los fiscales empiecen a actuar. (...)
Buena lectura.
Abusi, il Vaticano sul report Pennsylvania: “Vergogna e dolore”
Editorial: ¿Por qué el papa Francisco no ha eliminado al cardenal Donald Wuerl?
DUBLINO, MEETING FAMIGLIE. SIMBOLI PAGANI MULTICOLORI (ARCOBALENO?) SULLE CASULE PER LA MESSA.
Il cardinale messicano contro le vittime di pedofilia
Abusi, Zollner: “Le leggi non bastano se non cambia la mentalità”
La Chiesa e gli abusi. Il dibattito negli Usa dopo il caso Pennsylvania
Pedofilia. La dichiarazione dei vescovi degli Stati Uniti. “La fiducia dei fedeli è stata danneggiata da questi peccati e fallimenti”
Pena capitale e polemiche: il Concilio non è ancora stato recepito
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