Lógicamente, no estamos de acuerdo en todo, pero su fe y su celo pastoral han sido para nosotros una luz en las tinieblas y prueba de que Dios no nos ha dejado huérfanos.
Y ahora, por fin, tenemos a un obispo con valor para agarrar al toro por los cuernos y decir, sin pelos en la lengua, quién es el enemigo.
Y lo ha hecho en un momento en que es objeto de feroces ataques y acusado de odio por defender la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio. Ataques que, por cierto, nos motivaron a los que hacemos The Remnant a defender al obispo Morlino el año pasado.
¡Esto es un obispo valiente! En nuestra opinión, en medio del mayor escándalo sexual en la historia del clero, todo obispo del país debería hacer lo mismo que ha hecho Morlino: publicar una declaración de fidelidad a la teología moral de la Iglesia, en concreto a su doctrina relativa al pecado mortal que constituyen los actos homosexuales.
¡Esto es un obispo valiente! En nuestra opinión, en medio del mayor escándalo sexual en la historia del clero, todo obispo del país debería hacer lo mismo que ha hecho Morlino: publicar una declaración de fidelidad a la teología moral de la Iglesia, en concreto a su doctrina relativa al pecado mortal que constituyen los actos homosexuales.
Es innegable que al hacerlo los prelados se harán blanco de las iras de los enemigos de la Iglesia. Es innegable que los crucificarán en los medios. Pero también cumplirán su sagrado deber para con Dios al tranquilizar a su escandalizada y horrorizada grey demostrándoles que están entregados en cuerpo y alma a defender y hacer valer la doctrina moral de la Iglesia cuándo ésta es objeto de graves ofensivas desde dentro.
Es lo menos que pueden hacer. Morlino ya lo ha hecho, y exigimos respetuosamente al resto de los obispos de EE.UU. que imiten su ejemplo para no ser cómplices de los pastores degenerados e incluso delictivos, cuya perfidia y viciosa conducta ocupa en estos momentos tanto espacio en los noticieros.
Que Dios bendiga y guarde a monseñor Roberto Morlino.
Michael Matt
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José Martí