Él restauró inmediatamente las palabras naturales “padre” y “madre”.
“Es algo pequeño, un signo pequeño, pero es cierto que haré todo lo máximo posible como ministro del Interior”, explicó señalando que llamar al padre y a la madre “progenitor 1” y “progenitor 2” contradice la Constitución italiana.
Salvini es odiado por los obispos italianos y por el papa Francisco, quienes solían ser amigos del ex gobierno comunista, que entre otras cosas introdujo el pseudo matrimonio homosexual con el tácito acuerdo del papa Francisco.