Duración: 16 minutos
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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domingo, 30 de septiembre de 2018
SANTIAGO MARTÍN : PRESUNCIÓN DE INOCENCIA PARA EL PAPA (Vídeo comentado)
Duración 13:34 minutos
Hace unas dos semanas vi y escuché en Youtube este Vídeo del padre Santiago Martín, relativo al testimonio de Monseñor Viganò (1) del 22 de agosto de agosto de 2018 (aunque se hizo público el día 26 de agosto). Debo decir, aunque esto es algo que él mismo hace al principio, que discrepo de algunas de las cosas que dice; y, sobre todo, de lo que no dice.
Por ejemplo, ¿por qué no habla también de la presunción de inocencia para Monseñor Viganò, al cual se le está denigrando y llamando mentiroso en todos los medios, tanto mundanos como eclesiásticos? Creo que es injusto. Personalmente, aprecio mucho al padre Santiago, pues es un sacerdote íntegro y con una gran fe. Sin embargo, en mi opinión, adolece un poco de «papolatría». Dice que al Papa se le debe cariño, respeto y obediencia. Y estoy de acuerdo ... excepto en lo de la obediencia.
¿Obediencia a todo lo que diga el Papa? Eso no es correcto. El Papa, excepto cuando habla ex cathedra, puede equivocarse, al igual que el resto de los humanos, aunque, dada la función que le corresponde ejercer, como Vicario de Cristo, debería ser más prudente y reflexionar, en profundidad, y delante del Señor, todo cuanto dice, pues sus palabras van a tener una gran repercusión en todo el mundo. Los fieles cristianos y, más todavía, los que son anticatólicos, están muy pendientes de sus dichos, hechos y omisiones. El Papa puede hacer mucho bien, como así debe de ser, si cumple con su misión de confirmar en la fe a sus hermanos (es decir, a los católicos) ... pero puede hacer también mucho daño, si traiciona el Mensaje que le ha sido encomendado, y que debe transmitir con total fidelidad al Evangelio y a la Tradición de la Iglesia. Aunque no sea demasiado relevante se puede añadir como dato) que, debido a los grandes avances tecnológicos existentes, las noticias corren hoy a la velocidad de la luz. Y todo sale a relucir rápidamente.
Sobre el asunto de la infalibilidad papal hay vertida mucha tinta, a lo largo de la Historia de la Iglesia. Creo que puede ser de gran ayuda la lectura de un artículo de Roberto De Mattei, titulado « La Infalibilidad del Papa y el Sínodo». Entre otras cosas, refresca la memoria a quien ya lo tenga claro y enseña lo que la Iglesia dice acerca de ese tema a quien lo desconozca .
Me da la impresión, aunque posiblemente esté equivocado, de que al padre Santiago le asusta la situación en la que ha quedado directamente comprometido el Papa ... y cree que la solución pasa por meterse con Viganò. Si eso es así, sinceramente, pienso que es un error. La obediencia es a la verdad, no a lo que diga el Papa, por muy Papa que sea. Como se ha dicho, es infalible sólo cuando habla ex cathedra (lo cual no lo ha hecho nunca, en todo su Pontificado, que dura ya más de cinco años y medio)
Además, si el Papa ama la verdad, ¿por qué ese miedo a responder o a que se abra una investigación? ¿Por qué el padre Santiago ¿Acaso el mejor modo de responder es esconder la cabeza como el avestruz?
En su declaración inicial en la rueda de Prensa en el avión de vuelta de Irlanda, cuando fue preguntado por este tema, Francisco respondió: «Lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio. Yo no diré una palabra sobre esto; creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones (...) quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo»
Unos días después dijo: «a las personas que buscan sólo el escándalo hay que responderles con el silencio» (vídeo 1), reafirmándose, primero, en su idea de no decir una palabra sobre el tema y de guardar silencio ... aunque posteriormente -pero siempre sin negar nada de lo que se dice en el informe Viganò- pasa al ataque y ya dice algo: «el diablo es un gran acusador y está atacando a los obispos» (vídeo 2)
En su declaración inicial en la rueda de Prensa en el avión de vuelta de Irlanda, cuando fue preguntado por este tema, Francisco respondió: «Lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio. Yo no diré una palabra sobre esto; creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones (...) quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo»
Unos días después dijo: «a las personas que buscan sólo el escándalo hay que responderles con el silencio» (vídeo 1), reafirmándose, primero, en su idea de no decir una palabra sobre el tema y de guardar silencio ... aunque posteriormente -pero siempre sin negar nada de lo que se dice en el informe Viganò- pasa al ataque y ya dice algo: «el diablo es un gran acusador y está atacando a los obispos» (vídeo 2)
Duración 1:37 minutos ( 3 de septiembre)
Duración 1:59 minutos (11 de septiembre)
Al escuchar estos vídeos, queda bastante claro que Francisco se refiere a Monseñor Viganò, aun cuando no pronuncie su nombre. Pero ¿por qué supone que Monseñor Viganò está actuando con mala conciencia? ¿No es eso juzgar sus intenciones? -las cuales sólo Dios conoce- y, además, condenándolo.
«¿Quien soy yo para juzgar?» dijo el mismo Francisco con respecto a los gay. Pues, por la misma razón ( y con mayor razón, pues está en juego la permanencia de la Iglesia) tampoco su Santidad debería condenar a Monseñor Viganò. Lo que éste ha escrito lo ha hecho indicando que pone a Dios por testigo de lo todo lo que dice. Eso es algo muy serio, como para que sean falsas sus acusaciones. Toda la trayectoria de Monseñor Viganò, tanto cuando era Nuncio en Estados Unidos como anteriormente, ha sido coherente. En su informe-testimonio dice Viganò : «Mi conciencia me obliga a revelar hechos que he vivido en primera persona, relacionados con el papa Francisco (...) y que aquí afirmo, dispuesto a confirmarlos bajo juramento, llamando a Dios como mi testigo».
«¿Quien soy yo para juzgar?» dijo el mismo Francisco con respecto a los gay. Pues, por la misma razón ( y con mayor razón, pues está en juego la permanencia de la Iglesia) tampoco su Santidad debería condenar a Monseñor Viganò. Lo que éste ha escrito lo ha hecho indicando que pone a Dios por testigo de lo todo lo que dice. Eso es algo muy serio, como para que sean falsas sus acusaciones. Toda la trayectoria de Monseñor Viganò, tanto cuando era Nuncio en Estados Unidos como anteriormente, ha sido coherente. En su informe-testimonio dice Viganò : «Mi conciencia me obliga a revelar hechos que he vivido en primera persona, relacionados con el papa Francisco (...) y que aquí afirmo, dispuesto a confirmarlos bajo juramento, llamando a Dios como mi testigo».
¿Quién miente, Francisco o Viganò? Si Francisco está tan seguro de que Viganò miente y que sólo desea la división, ¿por qué tanto miedo en abrir una investigación y que se aclaren los hechos? ... Porque, al fin y al cabo, es la verdad lo único que importa (¡que debe de importar!) ... pues quien se aleja de la verdad se aleja de Nuestro Señor Jesucristo. De manera que es muy importante que salga a relucir la verdad, mediante la investigación que Monseñor Viganò ha pedido que se haga ... lo cual supondrá una purga en la Iglesia (¡una purga necesaria!) para que la Iglesia, como siempre lo ha hecho, se siga manteniendo fiel a Jesucristo y así el catolicismo vuelva a ser verdaderamente atractivo.
La situación en la que se encuentra la Iglesia es, posiblemente, la más grave de las que ha tenido en toda su historia. Por otra parte, esta destrucción de la que habla Francisco ha sido, en buena parte, provocada por él: no hay más que constatar los hechos acontecidos en el seno de la Iglesia desde su toma de posesión como Pontífice el 13 de marzo de 2013 (Véase, por ejemplo, el Denzinger-Bergoglio)
En fin, que Dios ilumine al Papa y él se deje iluminar para que la verdad brille como luz que se coloca en lo alto: «El que ama la verdad viene a la Luz» (Jn 3, 21). «Quien obra mal aborrece la Luz, y no viene a la Luz para que no se reprueben sus obras» (Jn 3, 20).
La situación en la que se encuentra la Iglesia es, posiblemente, la más grave de las que ha tenido en toda su historia. Por otra parte, esta destrucción de la que habla Francisco ha sido, en buena parte, provocada por él: no hay más que constatar los hechos acontecidos en el seno de la Iglesia desde su toma de posesión como Pontífice el 13 de marzo de 2013 (Véase, por ejemplo, el Denzinger-Bergoglio)
En fin, que Dios ilumine al Papa y él se deje iluminar para que la verdad brille como luz que se coloca en lo alto: «El que ama la verdad viene a la Luz» (Jn 3, 21). «Quien obra mal aborrece la Luz, y no viene a la Luz para que no se reprueben sus obras» (Jn 3, 20).
Así, pues, contestando al padre Santiago, debo decir de nuevo que, al igual que el Papa, también Monseñor Viganò merece la presunción de inocencia.
Por cierto, con fecha 27 de septiembre de 2018, ha salido un segundo escrito de Monseñor Viganò (fechado el 29 de septiembre, festividad de san Miguel Arcángel), en el que se ratifica sobre lo que dijo en el primero sobre el encubrimiento del ex-cardenal McCarrick, y haciéndolo con más fuerza, si cabe. Así dice, entre otras muchas cosas:
Por cierto, con fecha 27 de septiembre de 2018, ha salido un segundo escrito de Monseñor Viganò (fechado el 29 de septiembre, festividad de san Miguel Arcángel), en el que se ratifica sobre lo que dijo en el primero sobre el encubrimiento del ex-cardenal McCarrick, y haciéndolo con más fuerza, si cabe. Así dice, entre otras muchas cosas:
Ni el Papa ni ninguno de los cardenales en Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio. Aquí se aplica seguramente "Qui tacet consentit"("El que calla otorga"), ya que si quieren negar mi testimonio, sólo tienen que decirlo y proporcionar documentación para respaldar esa negación. ¿Cómo se puede evitar llegar a la conclusión de que la razón por la que no proporcionan la documentación es porque saben que confirma mi testimonio?Éste es el modo de contarlo del medio Vaticano Rome Reports:
Duración 2:02 minutos (28 de septiembre)
En fin, siguen cumpliéndose, como siempre, las palabras bíblicas: «Nada podemos contra la verdad, sino en favor de la verdad» (2 Cor 13, 8).
No cabe duda de que «hay tiempo de callar y tiempo de hablar» (Eclesiastés 3, 7). Pero ahora, desde luego, no es tiempo de callar sino de hablar y de dar la cara, con valentía, para evitar la confusión que se está produciendo en el rebaño de nuestro Maestro y Señor.
Por cierto, es verdad que, en un principio, Cristo calló ante Pilato, aunque luego le habló para explicarle que toda autoridad viene de Dios. Sí calló completamente ante Herodes, a quien ni siquiera miró, pues Nuestro Señor no vino a este mundo a hacer el payaso.
En cambio, en el Sanedrín, cuando, al ver que callaba, el sumo Sacerdote le dijo: «Te conjuro por el Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios» ... Jesús habló, con toda claridad: «Tú lo has dicho. Además, os digo: a partir de ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Padre y venir sobre las nubes del cielo» (Mt 26, 63-64). En esa ocasión era momento de hablar y así lo hizo, aunque ello le condujo a la muerte: «Reo es de muerte» (Mt 26, 66).
¿Y acaso el discípulo es más que su Maestro? El momento de hablar ya ha llegado
En cambio, en el Sanedrín, cuando, al ver que callaba, el sumo Sacerdote le dijo: «Te conjuro por el Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios» ... Jesús habló, con toda claridad: «Tú lo has dicho. Además, os digo: a partir de ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Padre y venir sobre las nubes del cielo» (Mt 26, 63-64). En esa ocasión era momento de hablar y así lo hizo, aunque ello le condujo a la muerte: «Reo es de muerte» (Mt 26, 66).
¿Y acaso el discípulo es más que su Maestro? El momento de hablar ya ha llegado
José Martí
sábado, 29 de septiembre de 2018
El SILENCIO del VATICANO ante el Testimonio Viganò, según SPECOLA (7) [29 de septiembre de 2018]
SPECOLA, 29 de Septiembre de 2018 (Selección)
Como era de esperar, la nueva intervención del Arzobispo carlo Viganò está dando la vuelta el mundo y haciendo resucitar todos los fantasmas. Hoy tenemos dos noticias que a nuestro entender son significativas. La reducción al estado laical de Karadima y la petición del cardenal Becciu de realizar test psicológicos a los seminaristas para evitar lo que denomina ‘el flagelo’.
Algo no encaja en todo esto y es muy evidente y todo suena a una cortina de humo, posiblemente aquel que Satanás ha infiltrado. Karadima y los seminaristas son el último eslabón de la cadena. Y con ello sólo se está dando un golpe de efecto que nada soluciona. Casos como Karadima o McCarrick sólo han podido existir con la complicidad y el encubrimiento de las más altas instancias. Hemos llegado al punto que donde verdaderamente hace falta un buen estudio psicológico, de uno muy bueno, es en el colegio cardenalicio, sin excluir al de la brillante idea.
Con episcopados al completo dimitidos y tantos que han perdido la orientación y la palabra, más que un sínodo de obispos sería necesario un buen chequeo. No nos cansaremos de recordar que el problema no son los delitos gravísimos, de uno o de ciento, sino la situación de abuso de poder que, por años, ha permitido que todo esto sucediese.
No es creíble que los mismos que han conocido y encubierto a delincuentes en serie hasta llegar a las mas altas cotas de poder en la iglesia sean los que ahora nos quieren arreglar la vida. Es increíble que se pueda perder el sentido de la realidad hasta estos extremos. La verdad nos hace libres, y si es con mayusculas mejor. Mientras nos veamos rodeados de silencios extraños, de oportunas aclaraciones que nunca llegan, de juegos de artificio que no engañan ni al más tonto, no saldremos de esta.
En la ordenación sacerdotal el obispo pregunta si el candidato es digno y la respuesta es ” Según el parecer de quienes lo presentan, y después de consultar al pueblo cristiano, doy testimonio de que ha sido considerado digno”. El Papa Francisco ha dicho en muchas ocasiones que pecadores somos todos pero corruptos no. Aquí, Santidad, el problema es precisamente la corrupción. Tan corrupto es el que corrompe como el que se deja corromper o el que encubre y tolera la corrupción del corrompedor y el corrompido.
Nuestro diccionario define la corrupción como “la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de las organizaciones, especialmente las públicas, en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”. Más claro agua para quien lo quiere ver. Cuando la corrupción se mezcla con lo más sagrado se convierte en crimen repugnante y abominable, que es evidente que está en las antípodas de la dignidad exigida al candidato a ordenes sagradas, no digamos ya de la ‘dignidad’ episcopal y cardenalicia.
Los fieles no son convidados de piedra en este festín. Todo lo que está sucediendo es una gran tomadura de pelo al pueblo de Dios al que los sacerdotes y obispos están llamados a servir, y no a engañar o entretener con juegos de artificio . Estamos viendo como muchos no soportan la situación y simplemente dejan la iglesia ante tanta locura. Pero también los hay que no están dispuestos a abandonar y han decidido luchar y en esas estamos.
Algo no encaja en todo esto y es muy evidente y todo suena a una cortina de humo, posiblemente aquel que Satanás ha infiltrado. Karadima y los seminaristas son el último eslabón de la cadena. Y con ello sólo se está dando un golpe de efecto que nada soluciona. Casos como Karadima o McCarrick sólo han podido existir con la complicidad y el encubrimiento de las más altas instancias. Hemos llegado al punto que donde verdaderamente hace falta un buen estudio psicológico, de uno muy bueno, es en el colegio cardenalicio, sin excluir al de la brillante idea.
Con episcopados al completo dimitidos y tantos que han perdido la orientación y la palabra, más que un sínodo de obispos sería necesario un buen chequeo. No nos cansaremos de recordar que el problema no son los delitos gravísimos, de uno o de ciento, sino la situación de abuso de poder que, por años, ha permitido que todo esto sucediese.
No es creíble que los mismos que han conocido y encubierto a delincuentes en serie hasta llegar a las mas altas cotas de poder en la iglesia sean los que ahora nos quieren arreglar la vida. Es increíble que se pueda perder el sentido de la realidad hasta estos extremos. La verdad nos hace libres, y si es con mayusculas mejor. Mientras nos veamos rodeados de silencios extraños, de oportunas aclaraciones que nunca llegan, de juegos de artificio que no engañan ni al más tonto, no saldremos de esta.
En la ordenación sacerdotal el obispo pregunta si el candidato es digno y la respuesta es ” Según el parecer de quienes lo presentan, y después de consultar al pueblo cristiano, doy testimonio de que ha sido considerado digno”. El Papa Francisco ha dicho en muchas ocasiones que pecadores somos todos pero corruptos no. Aquí, Santidad, el problema es precisamente la corrupción. Tan corrupto es el que corrompe como el que se deja corromper o el que encubre y tolera la corrupción del corrompedor y el corrompido.
Nuestro diccionario define la corrupción como “la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de las organizaciones, especialmente las públicas, en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”. Más claro agua para quien lo quiere ver. Cuando la corrupción se mezcla con lo más sagrado se convierte en crimen repugnante y abominable, que es evidente que está en las antípodas de la dignidad exigida al candidato a ordenes sagradas, no digamos ya de la ‘dignidad’ episcopal y cardenalicia.
Los fieles no son convidados de piedra en este festín. Todo lo que está sucediendo es una gran tomadura de pelo al pueblo de Dios al que los sacerdotes y obispos están llamados a servir, y no a engañar o entretener con juegos de artificio . Estamos viendo como muchos no soportan la situación y simplemente dejan la iglesia ante tanta locura. Pero también los hay que no están dispuestos a abandonar y han decidido luchar y en esas estamos.
Continuará
El SILENCIO del VATICANO ante el Testimonio Viganò, según SPECOLA (6) [28 de septiembre de 2018]
SPECOLA, 28 de Septiembre de 2018 (Selección)
Qui tacet, consentire videtur, Viganò ataca de nuevo y van dos
Iniciamos el día con la nueva sorpresa, o no tanta para quienes conocen bien a Viganò, de una nueva carta, sin moverse un ápice de sus principios y ratificándose en todo con mucha más fuerza que hace un mes. Podemos decir que está crecido.
Son acusaciones tan serias y razonadas que alargarlas en el tiempo sólo puede complicarlo todo. Nos suponemos que no estará en vigor el decreto de Bonifacio VIII (Decretale di Bonifacio VIII, Libro V, Tit. 12, reg. 43) «Qui tacet, consentire videtur», que podemos traducir como «quien calla parece que otorga», indicando que quien no responde a una pregunta que le viene propuesta significa que comparte su contenido: es el viejo principio de silencio = asentimiento.
La historia de la humanidad es sabia y fuente de sabiduría y sin duda ilumina los sucesos que estamos viviendo. El silencio en temas tan serios no hace otra cosa que dar la razón al acusador. Mucho nos tememos que tendremos mucha más información antes del turrón y mucho antes de la reunión de ‘presidentes’ del lejano febrero, casi marzo de 2019. A estas alturas de la película, vistos los nerviosismos y silencios, nadie duda de la veracidad del contenido del testimonio y sólo es cuestión de tiempo que tengamos los documentos en la mano.
Viganò le pide al cardenal Marc Oullet un imposible. Es evidente que Oullet sabe, con precisión, tantas cosas por su delicado cargo. Los informes de los nombramientos de obispos pasan todos por sus manos y él bien sabe que, en estos últimos tiempos, se han dejado de lado demasiadas cosas, porque ha primado la ideología del candidato sobre sus cualidades morales, demasiado conocidas. Se está queriendo imponer al pueblo de Dios, con el que nunca se cuenta para nada, a unos obispos que son nombrados con defecto de fábrica y ya son demasiados los casos de devolución.
La ordenación sacerdotal, no digamos la episcopal, son cosas serias, muy serias; y en la Iglesia actual se ha frivolizado demasiado. Dejando a un lado la teoría de que la culpa es del demonio, el gran acusador, que actúa a través de seres humanos concretos, salvo que se demuestre una infestación o posesión diabólica -que todo es posible- alguna responsabilidad personal queda.
El tambaleante pontificado se quiere salvar echando la culpa a los anteriores pontífices. En Roma hasta las piedras saben que Papa Benedicto era inflexible y analizaba las cosas a fondo. En este caso sí es justo afirmar que era rigorista empedernido y nunca hablaba de ningún gran acusador y alucinaciones similares. Baste recordar el caso Maciel que fue bloqueado y entonces el Papa actuó de forma inmediata (1)
Papa Francisco se ha empeñado en no investigar los casos de cardenales abusadores y hoy sabemos que el pretendido tribunal para abusos de obispos fue bloqueado directamente por él.
(1) El 19 de mayo de 2006 la Santa Sede confirmó que el papa Benedicto XVI había ordenado al padre Maciel que se abstuviera de ejercer su ministerio públicamente para llevar «una vida de oración y penitencia». De esta manera le prohibió el ejercicio del sacerdocio luego de ser acusado de abuso sexual contra seminaristas. (Wikipedia)
Qui tacet, consentire videtur, Viganò ataca de nuevo y van dos
Iniciamos el día con la nueva sorpresa, o no tanta para quienes conocen bien a Viganò, de una nueva carta, sin moverse un ápice de sus principios y ratificándose en todo con mucha más fuerza que hace un mes. Podemos decir que está crecido.
Son acusaciones tan serias y razonadas que alargarlas en el tiempo sólo puede complicarlo todo. Nos suponemos que no estará en vigor el decreto de Bonifacio VIII (Decretale di Bonifacio VIII, Libro V, Tit. 12, reg. 43) «Qui tacet, consentire videtur», que podemos traducir como «quien calla parece que otorga», indicando que quien no responde a una pregunta que le viene propuesta significa que comparte su contenido: es el viejo principio de silencio = asentimiento.
La historia de la humanidad es sabia y fuente de sabiduría y sin duda ilumina los sucesos que estamos viviendo. El silencio en temas tan serios no hace otra cosa que dar la razón al acusador. Mucho nos tememos que tendremos mucha más información antes del turrón y mucho antes de la reunión de ‘presidentes’ del lejano febrero, casi marzo de 2019. A estas alturas de la película, vistos los nerviosismos y silencios, nadie duda de la veracidad del contenido del testimonio y sólo es cuestión de tiempo que tengamos los documentos en la mano.
Viganò le pide al cardenal Marc Oullet un imposible. Es evidente que Oullet sabe, con precisión, tantas cosas por su delicado cargo. Los informes de los nombramientos de obispos pasan todos por sus manos y él bien sabe que, en estos últimos tiempos, se han dejado de lado demasiadas cosas, porque ha primado la ideología del candidato sobre sus cualidades morales, demasiado conocidas. Se está queriendo imponer al pueblo de Dios, con el que nunca se cuenta para nada, a unos obispos que son nombrados con defecto de fábrica y ya son demasiados los casos de devolución.
La ordenación sacerdotal, no digamos la episcopal, son cosas serias, muy serias; y en la Iglesia actual se ha frivolizado demasiado. Dejando a un lado la teoría de que la culpa es del demonio, el gran acusador, que actúa a través de seres humanos concretos, salvo que se demuestre una infestación o posesión diabólica -que todo es posible- alguna responsabilidad personal queda.
El tambaleante pontificado se quiere salvar echando la culpa a los anteriores pontífices. En Roma hasta las piedras saben que Papa Benedicto era inflexible y analizaba las cosas a fondo. En este caso sí es justo afirmar que era rigorista empedernido y nunca hablaba de ningún gran acusador y alucinaciones similares. Baste recordar el caso Maciel que fue bloqueado y entonces el Papa actuó de forma inmediata (1)
Papa Francisco se ha empeñado en no investigar los casos de cardenales abusadores y hoy sabemos que el pretendido tribunal para abusos de obispos fue bloqueado directamente por él.
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(1) El 19 de mayo de 2006 la Santa Sede confirmó que el papa Benedicto XVI había ordenado al padre Maciel que se abstuviera de ejercer su ministerio públicamente para llevar «una vida de oración y penitencia». De esta manera le prohibió el ejercicio del sacerdocio luego de ser acusado de abuso sexual contra seminaristas. (Wikipedia)
De Mattei califica el concilio de “catástrofe de dimensiones históricas” en la presentación de su libro
Duración 33:46 minutos
En este vídeo puede escucharse la intervención del doctor Roberto De Mattei el jueves, 27 de Septiembre de 2018, en Madrid. Dicha intervención, que tuvo como título « La Iglesia no tiene miedo a la verdad» puede leerse aquí (Adelante la Fe) o bien aquí (Infovaticana):
¡De lectura o escucha imprescindible para entender mejor muchos de los acontecimientos que están hoy ocurriendo en la Iglesia!
viernes, 28 de septiembre de 2018
El SILENCIO del VATICANO ante el Testimonio Viganò, según SPECOLA (5) [15 al 24 de septiembre de 2018]
SPECOLA 15 de Septiembre (Selección)
La pandemia de la infiltración homosexual en la Iglesia sigue y con mucha fuerza. Tenemos que empezar a llamar las cosas por su nombre y dejarnos de aplicar el término pedofilia a lo que no lo es. Es uno de los problemas del pensamiento débil el no querer llamar a las cosas por su nombre. Ya tenemos claro que el gran culpable de todo lo que está sucediendo es el ‘clericalismo’ y que el gran luchador revolucionario y amado del pueblo que nos librara de esta lacra se llama ‘Francisco’. Hemos discernido y el que no esté de acuerdo a la hoguera. Con silenciar a los que provocan problemas todo resuelto, la paz universal habrá llegado.
Jesucristo no hablaba de la verdad porque Él mismo es la Verdad. Todo lo demás es dominio del príncipe de la mentira. Tener miedo a la verdad es tenérselo al mismo Dios. Buscar la mentira es servir a Satanás ... y en ésas estamos.
SPECOLA 18 de septiembre (Selección)
Europa está colapsando, defensores de Viganó
Es más que evidente que la sociedad llamada occidental, muy especialmente la Europea, está colapsando. El bajísimo nivel de sus dirigentes está facilitando la ideologización de ámbitos sociales, que están perdiendo su prestigio y su autonomía. Las noticias de hoy nos indican que la Iglesia Católica no es ajena a este proceso que le está afectando de lleno. El acceso a los más altos niveles de gobierno de personas indignas en su vida personal y absolutamente inadecuadas está destruyendo el sustrato social que en otro tiempo la hacía fuerte. La ausencia de vocaciones hará que en muy poco tiempo la Iglesia desaparezca en grandes ámbitos. Son muchos los fieles que se han alejado y continúan haciéndolo, reduciendo las en otro tiempo florecientes parroquias e instituciones católicas a un erial.
Dentro de esta crisis sin precedentes siempre se ha mantenido un núcleo de intelectuales que quedaban como el resto de Israel y eran la esperanza de una renovación seria de tantas cosas. Hasta esto esta cayendo. Hoy tenemos algunas entrevistas muy interesantes que denotan que lo que pueda suceder en lo que quede de pontificado del Papa Francisco ya no interesa en absoluto y ya se lanza la mirada al cercano futuro. George Weigel nos ofrece una interesante reflexión sobre los hechos actuales. Todos esperamos las clarificaciones que no llegan, no creemos que lleguen nunca, del contenido del testimonio Viganò. Weigel se muestra muy del lado del ex nuncio y añade muchos matices sobre el estado actual de la Iglesia. Steve Bannon está detrás de la academia que intenta formar lo que los críticos definen como populistas conservadores. Lo cierto es que algo se está moviendo ... y no es precisamente en la dirección que le gusta al Papa Francisco.
Tenemos nueva constitución sobre la comunión episcopal. Cuando suenan voces de cisma tenemos que ser conscientes que la unidad en la Iglesia sólo se puede producir en torno a una Persona, que es Jesucristo. El intentar cerrar filas de otras maneras no da resultados, ni los ha dado nunca. La sensación es que ante un episcopado desacreditado y de muy evidente bajo nivel se quieren diluir responsabilidades en un organismo. Al final son las personas valiosas las que cambian la historia; y en la Iglesia éstos tienen un nombre y son los santos. Todo lo demás es hojarasca que el viento de la historia hace desaparecer con una crueldad absoluta.
Un mes del Viganògate
Ha pasado casi un mes desde que conocimos el testimonio de Viganò y seguimos esperando las ‘oportunas aclaraciones’ que se nos han anunciado pero que no tenemos ninguna esperanza de recibir.
El nivel de información ha crecido desde entonces y el número de noticias citadas por esta Specola es una prueba de lo que decimos. Todas las actuaciones del Papa Francisco y de los citados en el testimonio, se interpretan con el problema de fondo que existe, y no poco, y del que nadie quiere hablar. Estamos ante un cuerpo en descomposición y cada día nos llegan noticias que solo son síntomas de la metástasis que se está produciendo. Amputar es doloroso pero es la única forma de que las partes sanas puedan volver a una cierta vitalidad y puedan recomponer los tejidos dañados. El trabajo es delicadísimo, sin duda, pero el no hacer nada, o hacer como si el mal no existiera, no hará otra cosa que acelerar la muerte y contagiar más partes sanas. La sensación de que se ocultan cosas y que el Vaticano no colabora, ni colaborará, en una investigación independiente para llegar a las famosas ‘oportunas aclaraciones’ es cada vez más solida. Nos tememos que esto no gustará mucho a los amigos americanos que pueden desenterrar el hacha de guerra en cualquier momento: la pipa de la paz ya hace tiempo que no humea.
En este tiempo y después de la embestidas iniciales contra su autor, ningún desmentido, ninguna aclaración; sólo silencio que, como bien saben en las tierras italianas, es sinónimo de complicidad. Este fin de semana tenemos el viaje del Papa Francisco a los países bálticos que el único interés mediático que suscita son las declaraciones que pueda o no hacer a su regreso, en las ya famosas ruedas de prensa de altura. Nos tememos que seguiremos en el silencio. El Sínodo de jóvenes se presenta movido por quién viene y quién ni viene. En este tiempo todo se leerá en la óptica de los ‘recientes sucesos’ que son lo único que interesa
SPECOLA 23 de Septiembre (Selección)
Mientras el orbe espetó paciente las ‘oportunas aclaraciones, de los ‘recientes sucesos’ que ya no son tan recientes, entramos de lleno en una nueva y desconcertante polémica.
Es difícil encontrar en la historia milenaria de la iglsia frases tan duras de un arzobispo en primera linea contra el Papa Francisco. Por ahora nei desmentidas ni aclaradas y que pesan y pesaran mucho más con el paso del tiempo en la valoración que se hace de este pontificado.
Ya nos vamos acostumbrando a que la táctica increíble en cualquier situación, en cualquier sociedad humana y mucho más en la iglesia, es desacreditar al que habla con esta fortaleza. Que si chochea, que si esta nervioso porque es anciano, que si tiene aspiraciones frustradas, y cosas así que lo único que hacen es desacreditar al que las utiliza por lo burdas y injustas.
SPECOLA 24 de Septiembre (Selección)
El pasado del papa Francisco
El tema de los abusos sigue y seguirá y cada día surgen más interrogantes y preguntas que se complican por los casos documentados de las actuaciones del cardenal Bergoglio, a las víctimas [...] hasta que no estalla una bomba delante de las narices. Todo esto está haciendo creer que la Iglesia está cubriendo y protegiendo a indeseables. La indignación por la falta de arrestos y eso… en tantos obispos está dejando a los curas a los pies de los caballos y haciendo creer que todos son iguales. La inmensa mayoría de buenos sacerdotes está hasta la coronilla por verse mezclados en semejantes crímenes y con unos superiores que solo piensan en la agenda más amplia. Si creen que por hablar de mundos arco iris y de salvar el planeta esto se arregla es que alguien está necesitando hacérselo mirar y de uno bueno. Las ‘oportunas aclaraciones’ no llegan y los ‘recientes sucesos’ siguen más vivos que nunca.
Dentro de esta crisis sin precedentes siempre se ha mantenido un núcleo de intelectuales que quedaban como el resto de Israel y eran la esperanza de una renovación seria de tantas cosas. Hasta esto esta cayendo. Hoy tenemos algunas entrevistas muy interesantes que denotan que lo que pueda suceder en lo que quede de pontificado del Papa Francisco ya no interesa en absoluto y ya se lanza la mirada al cercano futuro. George Weigel nos ofrece una interesante reflexión sobre los hechos actuales. Todos esperamos las clarificaciones que no llegan, no creemos que lleguen nunca, del contenido del testimonio Viganò. Weigel se muestra muy del lado del ex nuncio y añade muchos matices sobre el estado actual de la Iglesia. Steve Bannon está detrás de la academia que intenta formar lo que los críticos definen como populistas conservadores. Lo cierto es que algo se está moviendo ... y no es precisamente en la dirección que le gusta al Papa Francisco.
Tenemos nueva constitución sobre la comunión episcopal. Cuando suenan voces de cisma tenemos que ser conscientes que la unidad en la Iglesia sólo se puede producir en torno a una Persona, que es Jesucristo. El intentar cerrar filas de otras maneras no da resultados, ni los ha dado nunca. La sensación es que ante un episcopado desacreditado y de muy evidente bajo nivel se quieren diluir responsabilidades en un organismo. Al final son las personas valiosas las que cambian la historia; y en la Iglesia éstos tienen un nombre y son los santos. Todo lo demás es hojarasca que el viento de la historia hace desaparecer con una crueldad absoluta.
SPECOLA 21 de septiembre (Selección)
Todo el orbe espera las anunciadas ‘oportunas aclaraciones’ que no terminan de llegar y que según nuestra humilde opinión no llegaran nunca. ¿que está sucediendo?
El Papa Francisco intenta seguir con su agenda y todo lo que dice y hace se interpreta con los ‘sucesos recientes’ como fondo. Habla del ‘gran acusador’ y todos pensamos en Viganò y sus ejércitos. Nos cruzamos con un hipócrita escandalizado y sin duda pensamos que es Viganò y familia. Y está cadena continuará, además, creciendo y ampliando sus ramificaciones.
En el Vaticano todo esta más que parado y nadie mueve un dedo por miedo a meter la pata y pagarlo con la vida. El Papa Francisco es imprevisible en sus reacciones y lo que es muy claro es que está digiriendo una situación imposible. Silencios que inundan los sacros palacios y que se imponen en todos los organismos: “de esto mejor no hablar”.
Los obispos del orbe están más que noqueados y no saben a quien mirar. De Roma sólo llega confusión e incluso los afectados obispos americanos están desaparecidos, después del encuentro con el Papa Francisco ... no sabemos si por la resaca de las carcajadas o por la vergüenza del silencio complice.
Y lo más preocupante son nuestras parroquias y nuestros párrocos, el despreciado e ignorado cura de parroquia y sus feligreses. La iglesia es esto y a nadie parece importarle. Los fieles, muchos con asco y preocupación, preguntan a sus curas y obtienen pocas respuestas. Lo que pueda hacer un pobre laico por defender a su Iglesia o un párroco en su parroquia no interesa a nadie y los obispos los están dejando a los pies de los caballos. Incluso si alguno se pasa de claro pues lo destituyen en horas 24. Por crímenes gravísimos podemos estar años cubriendo y tolerando pero no mentir, hablar con claridad tiene penas canónicas inmediatas.
O esto se corrige y mala pinta tiene, o cada vez se parece más a una secta mafiosa de ésas que el propio Papa Francisco ha proclamado que son contrarias al cristianismo. Las cadenas de silencios crean las complicidades y así crecen las sectas mafiosas. Toda la cadena de macarreo es esto y los implicados y encubridores, siguen dando lecciones: Citando al maestro Aberasturi : «Y callar estas cosas es “otorgar» , como dice el refrán. No da ninguna luz. No aporta nada, No se defiende nada: SE CALLA: Se está MUERTO»
O esto se corrige y mala pinta tiene, o cada vez se parece más a una secta mafiosa de ésas que el propio Papa Francisco ha proclamado que son contrarias al cristianismo. Las cadenas de silencios crean las complicidades y así crecen las sectas mafiosas. Toda la cadena de macarreo es esto y los implicados y encubridores, siguen dando lecciones: Citando al maestro Aberasturi : «Y callar estas cosas es “otorgar» , como dice el refrán. No da ninguna luz. No aporta nada, No se defiende nada: SE CALLA: Se está MUERTO»
SPECOLA 22 de septiembre (Selección)
Un mes del Viganògate
Ha pasado casi un mes desde que conocimos el testimonio de Viganò y seguimos esperando las ‘oportunas aclaraciones’ que se nos han anunciado pero que no tenemos ninguna esperanza de recibir.
El nivel de información ha crecido desde entonces y el número de noticias citadas por esta Specola es una prueba de lo que decimos. Todas las actuaciones del Papa Francisco y de los citados en el testimonio, se interpretan con el problema de fondo que existe, y no poco, y del que nadie quiere hablar. Estamos ante un cuerpo en descomposición y cada día nos llegan noticias que solo son síntomas de la metástasis que se está produciendo. Amputar es doloroso pero es la única forma de que las partes sanas puedan volver a una cierta vitalidad y puedan recomponer los tejidos dañados. El trabajo es delicadísimo, sin duda, pero el no hacer nada, o hacer como si el mal no existiera, no hará otra cosa que acelerar la muerte y contagiar más partes sanas. La sensación de que se ocultan cosas y que el Vaticano no colabora, ni colaborará, en una investigación independiente para llegar a las famosas ‘oportunas aclaraciones’ es cada vez más solida. Nos tememos que esto no gustará mucho a los amigos americanos que pueden desenterrar el hacha de guerra en cualquier momento: la pipa de la paz ya hace tiempo que no humea.
En este tiempo y después de la embestidas iniciales contra su autor, ningún desmentido, ninguna aclaración; sólo silencio que, como bien saben en las tierras italianas, es sinónimo de complicidad. Este fin de semana tenemos el viaje del Papa Francisco a los países bálticos que el único interés mediático que suscita son las declaraciones que pueda o no hacer a su regreso, en las ya famosas ruedas de prensa de altura. Nos tememos que seguiremos en el silencio. El Sínodo de jóvenes se presenta movido por quién viene y quién ni viene. En este tiempo todo se leerá en la óptica de los ‘recientes sucesos’ que son lo único que interesa
SPECOLA 23 de Septiembre (Selección)
Mientras el orbe espetó paciente las ‘oportunas aclaraciones, de los ‘recientes sucesos’ que ya no son tan recientes, entramos de lleno en una nueva y desconcertante polémica.
Es difícil encontrar en la historia milenaria de la iglsia frases tan duras de un arzobispo en primera linea contra el Papa Francisco. Por ahora nei desmentidas ni aclaradas y que pesan y pesaran mucho más con el paso del tiempo en la valoración que se hace de este pontificado.
Ya nos vamos acostumbrando a que la táctica increíble en cualquier situación, en cualquier sociedad humana y mucho más en la iglesia, es desacreditar al que habla con esta fortaleza. Que si chochea, que si esta nervioso porque es anciano, que si tiene aspiraciones frustradas, y cosas así que lo único que hacen es desacreditar al que las utiliza por lo burdas y injustas.
El pasado del papa Francisco
El tema de los abusos sigue y seguirá y cada día surgen más interrogantes y preguntas que se complican por los casos documentados de las actuaciones del cardenal Bergoglio, a las víctimas [...] hasta que no estalla una bomba delante de las narices. Todo esto está haciendo creer que la Iglesia está cubriendo y protegiendo a indeseables. La indignación por la falta de arrestos y eso… en tantos obispos está dejando a los curas a los pies de los caballos y haciendo creer que todos son iguales. La inmensa mayoría de buenos sacerdotes está hasta la coronilla por verse mezclados en semejantes crímenes y con unos superiores que solo piensan en la agenda más amplia. Si creen que por hablar de mundos arco iris y de salvar el planeta esto se arregla es que alguien está necesitando hacérselo mirar y de uno bueno. Las ‘oportunas aclaraciones’ no llegan y los ‘recientes sucesos’ siguen más vivos que nunca.
Continuará
¡MUY IMPORTANTE! : NUEVA CARTA DE MONSEÑOR VIGANÓ
(La traducción al español de la nueva carta de Monseñor Viganò, que coloco en esta entrada, la he tomado del blog Adoración y Liberación, de Infovaticana)
El asunto es sumamente grave y ha salido en prácticamente todos los medios. Señalo algunos de los más importantes:
Life Site News
One Peter Five
The Remnant Newspaper
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Nuncio Apostólico del Arzobispado de Ulpiana
Scio Cui credidi
(2 Tim 1:12)
Antes de empezar a escribir, ante todo quisiera dar gracias y gloria a Dios Padre por cada situación y prueba que Él ha preparado y preparará para mí durante mi vida. Como sacerdote y obispo de la santa Iglesia, cónyuge de Cristo, soy llamado como todo bautizado a dar testimonio de la verdad. Por el don del Espíritu que me sostiene con alegría en el camino que estoy llamado a viajar, tengo la intención de hacerlo hasta el final de mis días. Nuestro único Señor también me ha dirigido la invitación: «¡ Sígueme!» Y tengo la intención de seguirlo, con la ayuda de su gracia, hasta el final de mis días.
Hace un mes que ofrecí mi testimonio, sólo por el bien de la Iglesia, sobre lo que ocurrió en la audiencia con el Papa Francisco el 23 de junio de 2013 y sobre ciertos asuntos que me fueron dados conocer en las tareas que se me confiaron en la Secretaría de Estado y en Washington, en relación con aquellos que tienen la responsabilidad de encubrir los crímenes cometidos por el ex-arzobispo de esa capital.
Mi decisión de revelar esos hechos graves fue para mí la decisión más dolorosa y seria que haya tomado en mi vida. Lo hice después de largas reflexiones y oraciones, durante meses de profundo sufrimiento y angustia, durante un crescendo de noticias continuas de terribles acontecimientos, con miles de víctimas inocentes destruidas y las vocaciones y vidas de jóvenes sacerdotes y religiosos perturbadas. El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y evitar nuevas víctimas se volvió cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia.
Scio Cui credidi
(2 Tim 1:12)
Antes de empezar a escribir, ante todo quisiera dar gracias y gloria a Dios Padre por cada situación y prueba que Él ha preparado y preparará para mí durante mi vida. Como sacerdote y obispo de la santa Iglesia, cónyuge de Cristo, soy llamado como todo bautizado a dar testimonio de la verdad. Por el don del Espíritu que me sostiene con alegría en el camino que estoy llamado a viajar, tengo la intención de hacerlo hasta el final de mis días. Nuestro único Señor también me ha dirigido la invitación: «¡ Sígueme!» Y tengo la intención de seguirlo, con la ayuda de su gracia, hasta el final de mis días.
«Mientras tenga vida, cantaré al Señor,
cantaré alabanzas a mi Dios mientras viva.
Que mi canción sea agradable para Él;
Porque me regocijo en el Señor»
(Salmo 103: 33-34)
Hace un mes que ofrecí mi testimonio, sólo por el bien de la Iglesia, sobre lo que ocurrió en la audiencia con el Papa Francisco el 23 de junio de 2013 y sobre ciertos asuntos que me fueron dados conocer en las tareas que se me confiaron en la Secretaría de Estado y en Washington, en relación con aquellos que tienen la responsabilidad de encubrir los crímenes cometidos por el ex-arzobispo de esa capital.
Mi decisión de revelar esos hechos graves fue para mí la decisión más dolorosa y seria que haya tomado en mi vida. Lo hice después de largas reflexiones y oraciones, durante meses de profundo sufrimiento y angustia, durante un crescendo de noticias continuas de terribles acontecimientos, con miles de víctimas inocentes destruidas y las vocaciones y vidas de jóvenes sacerdotes y religiosos perturbadas. El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y evitar nuevas víctimas se volvió cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia.
Consciente de las enormes consecuencias que podría tener mi testimonio, porque lo que estaba a punto de revelar involucraba al mismo sucesor de Pedro, decidí hablar para proteger a la Iglesia, y declaro con la conciencia tranquila ante Dios que mi testimonio es verdad. Cristo murió por la Iglesia, Servus servorum Dei , y me siento llamado a servir a la Esposa de Cristo.
Ciertamente, algunos de los hechos que iba a revelar estaban cubiertos por el secreto pontificio, que había prometido observar y que había observado fielmente desde el comienzo de mi servicio a la Santa Sede. Pero el objetivo de cualquier secreto, incluido el secreto pontificio, es proteger a la Iglesia de sus enemigos, no ocultarla y convertirse en cómplice de los crímenes cometidos por algunos de sus miembros. Fui testigo, no por mi elección, de hechos impactantes y, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica (2491), el sello del secreto no es vinculante cuando un daño grave puede evitarse únicamente al divulgar la verdad. Sólo el sello de la confesión podría haber justificado mi silencio.
Ni el Papa ni ninguno de los cardenales en Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio. «Qui tacet consentit» seguramente se aplica aquí, ya que si niegan mi testimonio, sólo tienen que decirlo y proporcionar documentación para respaldar esa negación. ¿Cómo se puede evitar concluir que la razón por la que no proporcionan la documentación es porque saben que confirma mi testimonio?
El centro de mi testimonio fue que desde por lo menos el 23 de junio de 2013, el Papa sabía por mí lo perverso y malvado que era McCarrick en sus intenciones y acciones, y en lugar de tomar las medidas que todo buen pastor hubiera tomado, el Papa hizo de McCarrick uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia, con respecto a los Estados Unidos, la Curia e incluso China, y estamos viviendo estos días con gran preocupación y ansiedad por esa Iglesia mártir.
Después, la respuesta del Papa a mi testimonio fue: « ¡No voy a decir una palabra!» Pero luego, contradiciéndose a sí mismo, comparó su silencio con el de Jesús en Nazaret y ante Pilatos, y me comparó con el gran acusador, Satanás, que siembra el escándalo y la división en la Iglesia, aunque sin pronunciar mi nombre.
Si él hubiera dicho: « Viganò mintió» , habría desafiado mi credibilidad al tratar de afirmar la suya. Al hacerlo, habría intensificado la demanda del pueblo de Dios y del mundo de la documentación necesaria para determinar quién ha dicho la verdad. En cambio, puso en su lugar una sutil calumnia contra mí: calumniar es una ofensa que a menudo ha comparado con la gravedad del asesinato. De hecho, lo hizo repetidas veces, en el contexto de la celebración del Santísimo Sacramento, la Eucaristía, donde no corre el riesgo de ser desafiado por los periodistas.
Cuando habló con periodistas, les pidió que ejercitaran su madurez profesional y sacaran sus propias conclusiones. Pero, ¿cómo pueden los periodistas descubrir y saber la verdad si los que están directamente involucrados en el asunto se niegan a responder alguna pregunta o a publicar algún documento?
La falta de voluntad del Papa para responder a mis acusaciones y su sordera a las llamadas de rendición de cuentas por parte de los fieles difícilmente concuerdan con sus llamadas a la transparencia y la construcción de puentes.
Además, el encubrimiento de McCarrick por parte del Papa claramente no fue un error aislado. Recientemente se han documentado muchos casos más en la prensa, lo que demuestra que el Papa Francisco ha defendido al clero homosexual que cometió graves abusos sexuales contra menores o adultos. Éstos incluyen su papel en el caso del padre Julio Grassi en Buenos Aires, la reincorporación del padre Mauro Inzoli después de que el Papa Benedicto lo había sacado del ministerio (hasta que fue a prisión, momento en el cual el Papa Francisco lo laicizó), y la detención de la investigación de acusaciones de abuso sexual contra el Cardenal Cormac Murphy O’Connor.
Mientras tanto, una delegación de la USCCB, encabezada por su presidente, el cardenal DiNardo, fue a Roma para solicitar una investigación del Vaticano sobre McCarrick. El cardenal DiNardo y los otros prelados deben decirle a la Iglesia en América y en el mundo: ¿se negó el Papa a llevar a cabo una investigación del Vaticano sobre los crímenes de McCarrick y de los responsables de encubrirlos? Los fieles merecen saber.
Me gustaría hacer un llamamiento especial al Cardenal Ouellet, porque como nuncio siempre trabajé en gran armonía con él, y siempre tuve gran estima y afecto hacia él. Recordará cuando, al final de mi misión en Washington, me recibió en su apartamento en Roma, por la noche, para una larga conversación. Al comienzo del pontificado del Papa Francisco, él había mantenido su dignidad, como lo había demostrado con valentía cuando era arzobispo de Québec. Más tarde, sin embargo, cuando su trabajo, como prefecto de la Congregación para los Obispos, estaba siendo socavado porque dos amigos homosexuales de su dicasterio pasaban directamente al Papa Francisco las recomendaciones para los nombramientos episcopales, eludió al cardenal y se dio por vencido. Su largo artículo en L’Osservatore Romano, en el que se manifestó a favor de los aspectos más controvertidos de Amoris Laetitia, representa su rendición.
Cuando habló con periodistas, les pidió que ejercitaran su madurez profesional y sacaran sus propias conclusiones. Pero, ¿cómo pueden los periodistas descubrir y saber la verdad si los que están directamente involucrados en el asunto se niegan a responder alguna pregunta o a publicar algún documento?
La falta de voluntad del Papa para responder a mis acusaciones y su sordera a las llamadas de rendición de cuentas por parte de los fieles difícilmente concuerdan con sus llamadas a la transparencia y la construcción de puentes.
Además, el encubrimiento de McCarrick por parte del Papa claramente no fue un error aislado. Recientemente se han documentado muchos casos más en la prensa, lo que demuestra que el Papa Francisco ha defendido al clero homosexual que cometió graves abusos sexuales contra menores o adultos. Éstos incluyen su papel en el caso del padre Julio Grassi en Buenos Aires, la reincorporación del padre Mauro Inzoli después de que el Papa Benedicto lo había sacado del ministerio (hasta que fue a prisión, momento en el cual el Papa Francisco lo laicizó), y la detención de la investigación de acusaciones de abuso sexual contra el Cardenal Cormac Murphy O’Connor.
Mientras tanto, una delegación de la USCCB, encabezada por su presidente, el cardenal DiNardo, fue a Roma para solicitar una investigación del Vaticano sobre McCarrick. El cardenal DiNardo y los otros prelados deben decirle a la Iglesia en América y en el mundo: ¿se negó el Papa a llevar a cabo una investigación del Vaticano sobre los crímenes de McCarrick y de los responsables de encubrirlos? Los fieles merecen saber.
Me gustaría hacer un llamamiento especial al Cardenal Ouellet, porque como nuncio siempre trabajé en gran armonía con él, y siempre tuve gran estima y afecto hacia él. Recordará cuando, al final de mi misión en Washington, me recibió en su apartamento en Roma, por la noche, para una larga conversación. Al comienzo del pontificado del Papa Francisco, él había mantenido su dignidad, como lo había demostrado con valentía cuando era arzobispo de Québec. Más tarde, sin embargo, cuando su trabajo, como prefecto de la Congregación para los Obispos, estaba siendo socavado porque dos amigos homosexuales de su dicasterio pasaban directamente al Papa Francisco las recomendaciones para los nombramientos episcopales, eludió al cardenal y se dio por vencido. Su largo artículo en L’Osservatore Romano, en el que se manifestó a favor de los aspectos más controvertidos de Amoris Laetitia, representa su rendición.
Su Eminencia, antes de irme a Washington, usted fue quien me contó las sanciones del Papa Benedicto sobre McCarrick. Tiene a su disposición documentos clave que incriminan a McCarrick y a muchos en la curia por sus encubrimientos. Su Eminencia, le insto a que testifique la verdad.
Finalmente, deseo alentarles, queridos fieles, mis hermanos y hermanas en Cristo: ¡nunca se desanimen! Hagan suyo el acto de fe y completa confianza en Cristo Jesús, nuestro Salvador, de San Pablo en su segunda Carta a Timoteo, Scio cui credidi, que elegí como mi lema episcopal.
Éste es un tiempo de arrepentimiento, de conversión, de oraciones, de gracia, para preparar a la Iglesia, la novia del Cordero, a estar lista para luchar y ganar, con María, la batalla contra el viejo dragón.
Finalmente, deseo alentarles, queridos fieles, mis hermanos y hermanas en Cristo: ¡nunca se desanimen! Hagan suyo el acto de fe y completa confianza en Cristo Jesús, nuestro Salvador, de San Pablo en su segunda Carta a Timoteo, Scio cui credidi, que elegí como mi lema episcopal.
Éste es un tiempo de arrepentimiento, de conversión, de oraciones, de gracia, para preparar a la Iglesia, la novia del Cordero, a estar lista para luchar y ganar, con María, la batalla contra el viejo dragón.
« Scio cui credidi» (2 Tim 1:12)
[«Sé a quién he creído»]
In you, Jesus, my only Lord, I place all my trust.
« Diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum» (Rom 8:28).
[«Todas las cosas contribuyen al bien de los que aman a Dios» ]
Nota: Coloco aquí un enlace a la carta completa, en inglés, que termina con su firma, de fecha 29 de Septiembre de 2018, festividad del arcángel san Miguel.
NOTA: ADELANTE LA FE TAMBIÉN TIENE SU TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL en un artículo titulado Viganò vuelve a escribir: «¿Es que Cristo se ha vuelto invisible para su vicario?»
URGENTE: Les ofrecemos en español el nuevo comunicado de monseñor Viganó reafirmándose en todas sus denuncias y contestando al silencio del papa Francisco, con nuevos datos, más pruebas, y el desafío al cardenal Ouellet de que saque todo a la luz (Vicente Montesinos)
El arzobispo Carlo Maria Viganò acaba de emitir un nuevo comunicado, refiriéndose a la negativa del Papa Francisco a responder a la acusación de que conocía los abusos sexuales del Cardenal Theodore McCarrick, a pesar de lo cual convirtió a McCarrick en “uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia “.
En el documento de cuatro páginas, el ex Nuncio Apostólico en los Estados Unidos también responde a las recientes homilías del Papa que parecen ponerle en el papel de Cristo y a Viganò como el diabólico “Gran Acusador”.
« ¿Acaso Cristo se ha vuelto invisible para su vicario? ¿Tal vez está siendo tentado a tratar de actuar como un sustituto de nuestro único Maestro y Señor?» , pregunta el Arzobispo Viganò en su nuevo comunicado. Fechado el 29 de septiembre, fiesta litúrgica de San Miguel Arcángel, y con el escudo y lema episcopal del Arzobispo, Viganò explica por qué cree que tenía el deber de hablar y agrega que “el motivo de cualquier secreto, incluido el pontifical, es proteger a la Iglesia de sus enemigos, no encubrir y convertirse en cómplice de crímenes cometidos por algunos de sus miembros ”
Y de nuevo, y sin vacilar, reafirma con vigor su acusación central de que « desde al menos el 23 de junio de 2013, el Papa sabía por mí lo perverso y malvado que era McCarrick en sus intenciones y acciones, y en lugar de tomar las medidas que todo buen pastor habría tomado, el Papa hizo de McCarrick uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia, con respecto a los Estados Unidos, la Curia e incluso China, y estamos viviendo estos días con gran preocupación y ansiedad por esa Iglesia mártir» .
Viganó resalta la respuesta inicial del Papa de que « no diría una palabra», pero luego nota cómo se contradice a sí mismo, al comparar su silencio con el de Jesús en Nazaret ante Pilato, y a Viganò como «al gran acusador, Satanás, quien siembra el escándalo y la división en la Iglesia, aunque nunca pronuncia mi nombre» .
Por otra parte, expresa su gran preocupación por las revelaciones de que el Papa Francisco desempeñó un papel fundamental en el encubrimiento o bloqueo de las investigaciones sobre otros sacerdotes y prelados, incluido el padre Julio Grassi, el padre Mauro Inzoli y el cardenal Cormac Murphy-O’Connor.
Por si fueran pocos los datos que el ex-nuncio aporta, afirma que fue el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, quien le habló de las sanciones del Papa Benedicto contra McCarrick.
«Mi decisión de revelar esos graves hechos fue para mí la más dolorosa y seria que he tomado en mi vida» , escribe Viganò. «Lo hice después de largas reflexiones y plegarias, durante meses de profundo sufrimiento y angustia, durante un crescendo de noticias continuas de terribles acontecimientos, con miles de víctimas inocentes destruidas y las vocaciones y vidas de jóvenes sacerdotes y religiosos perturbadas» .
«El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y evitar nuevas víctimas se volvió cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia» , afirma.
«Consciente de las enormes consecuencias que podría tener mi testimonio, porque lo que estaba a punto de revelar involucraba al mismo sucesor de Pedro, decidí hablar para proteger a la Iglesia, y declaro con la conciencia tranquila ante Dios que mi el testimonio es verdadero».
En la declaración, el Arzobispo Viganò también alienta a los fieles a que nunca se desanimen, y exhortándonos a todos escribe:
« Hagan suyo el acto de fe y confíen plenamente en Cristo Jesús, nuestro Salvador, como San Pablo en su segunda Carta a Timoteo, Scio cui credidi, que elegí como mi lema episcopal. Éste es un tiempo de arrepentimiento, de conversión, de oraciones, de gracia, para preparar a la Iglesia, la novia del Cordero, a que esté lista para luchar y ganar, con María, la batalla contra el viejo dragón» .
Vicente Montesinos
Les proporcionamos abajo el texto completo en español, traducido para ustedes por Adoración y Liberación.
NOTA: Para no hacer esta entrada excesivamente larga, coloco dicho texto en la siguiente entrada
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