Müller agregó que no es posible inventar una “nueva pastoral” y simultáneamente dejar intacta la doctrina de la Iglesia. Eso “no es una reforma, sino una herejía”.
Según él, es una herejía ubicar a Cristo, el maestro de la Verdad divina, en oposición a Cristo el Buen Pastor.
Las palabras de Müller contradicen a Francisco, quien afirmó que el “clericalismo” está en la raíz de la crisis de los abusos, implicando que el “clericalismo” afecta solamente a homosexuales y pedófilos.