“A la luz de las recientes revelaciones, pensamos que es respetuosamente opbligado pedir aclaraciones sobre el uso específico de estos fondos”, ha escrito en una nota publicada por The Wall Street Journal Thomas Monaghan, presidente de Legatus (“Embajadores de Cristo en los Mercados”) y fundador del gigante de la comida rápida Domino’s Pizza.
Legatus informa que ha decidido dejar en fideicomiso las donaciones recibidas, por el momento. “Los sucesos de las últimas semanas han movido a muchos miembros a contactar con nuestra sede principal y con miembros de la Junta Directiva en relación con la actual crisis de la Iglesia”, añade la nota.
“Este es un momento en el que se necesita a cada uno de los miembros de Legatus. Nuestra misión de estudiar, vivir y difundir la fe católica en nuestras vidas empresariales, laborales y personales es más crucial que nunca”, señala, antes de informar de la decisión de dejar los fondos donados en fideicomiso».
“A la luz de las recientes revelaciones y dilemas, estamos convencidos de que es adecuado exigir respetuosamente una clarificación sobre el uso específico que se haga del dinero donado”.La asociación habría recaudado en los primeros ocho meses de 2018 unos 820.000 dólares, un porcentaje insignificante del presupuesto del Vaticano, pero la decisión tiene más importancia como síntoma y, quizá, precedente de una nueva renuencia por parte del católico norteamericano a seguir cumpliendo con el diezmo y destinar parte de su dinero a una Iglesia que, por lo que dejan traslucir los casos de McCarrick o los desgranados por el gran jurado de Pensilvania, no son ni transparentes ni excesivamente ‘santos’.
Desde el inicio de la crisis, son numerosas las voces que urgen a utilizar la palanca económica de los fieles para forzar a las diócesis a tomar decisiones valientes y tajantes ante un escándalo que sume en la tristeza a toda la Iglesia.
Siendo el laicado impotente para llevar a cabo las medidas que muchos querrían adoptar y que están, a menudo, en manos de obispos en los que han perdido la confianza, retirar las ayudas directas a la Iglesia se ve como el único medio de hacer sentir su protesta.
Siendo Estados Unidos el país más rico de la tierra, al menos entre los que cuentan con un número significativo de católicos, una ‘huelga de bolsillos cerrados’ podría forzar cambios o, en el peor de los casos, colaborar a construir esa “Iglesia pobre para los pobres” con la que sueña el Papa Francisco.
Siendo Estados Unidos el país más rico de la tierra, al menos entre los que cuentan con un número significativo de católicos, una ‘huelga de bolsillos cerrados’ podría forzar cambios o, en el peor de los casos, colaborar a construir esa “Iglesia pobre para los pobres” con la que sueña el Papa Francisco.
Carlos Esteban