En Estados Unidos, el ‘affaire Viganò’ está dañando la imagen de un Papa que, hasta ahora, se mantenía como uno de los más populares de los últimos pontificados. Hace un año y medio, dos de cada tres americanos tenía una visión positiva del actual pontífice, según encuesta realizada por la cadena de televisión americana CNN. Hoy, según esa misma encuesta, ni siquiera llegaría a uno de cada dos, situándose en el 48%.
La encuesta se realizó entre el 6 y el 9 de este mes, en plena polémica sobre las acusaciones contra el Papa y la Curia contenidas en el explosivo testimonio del ex nuncio en Estados Unidos, el arzobispo Carlo Maria Viganò. Entre los católicos, que veían de forma positiva al Papa en un 83% de los casos en enero del año pasado, la proporción ha caído al 63%.
Los resultados contrastan, asimismo, con un estudio más reciente, de enero de este mismo año, realizado por el gigante americano de la demoscopia Pew Research, en el que todavía aproximadamente seis de cada diez americanos tenía una opinión positiva del Santo Padre, más de ocho de cada diez entre los católicos.
Aunque especialmente acusado, por ser allí donde se concentran los casos más graves conocidos hasta la fecha, el caso americano parece no ser excepcional. Más cerca, en la propia Italia, el Papa también ha visto descender su grado de aceptación en una reciente encuesta de La Repubblica, que muestra un descenso del 88% al 71% en sus cinco años de pontificado.
En la encuesta norteamericana, la caída es más fuerte entre los votantes conservadores, solo un 36% de los cuales tiene una opinión favorable de Francisco, lo que no debe extrañar a nadie en un Papa que considera un timbre de honor ser llamado “revolucionario”.
Pero la caída se ha dado en todos los segmentos de población. Entre las mujeres ha pasado del 71% al 51%, y entre los votantes progresistas ha caído del 79% al 59%.
Carlos Esteban