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domingo, 2 de septiembre de 2018

"Si lo dice el Papa ... ¡será verdad!": GRAVE ERROR (José Martí) (9 de 9) - RELATIVISMO


Un ejemplo. Dice el papa Francisco que no se puede hablar de una verdad absoluta y que 
cada uno lee a Dios a su manera; por eso digo que no es católico, porque es universal. Una respuesta a esas afirmaciones se encuentra en los links a los que se dirige, tomados del Denzinger-Bergoglio.


También podemos leer lo que dijo Fray Gerundio acerca de esos dichos del Papa, cuando éste afirmó que "no existe un Dios católico"


Dios no es católico, dice el Papa. Luego, si esto lo dice el Papa, los católicos tenemos que decir: amén. ¿Verdad? ¡PUES NO, NO ES VERDAD ... ES COMPLETAMENTE ERRÓNEO! puesto que las palabras del Papa no pueden contradecir las palabras de Jesucristo, de quien se supone que es su Vicario. Además, si como el mismo Francisco dice, no existe la verdad absoluta, ¿por qué iba a ser verdad lo que él dice? Si así fuera, sí existiría esa verdad absoluta, de la cual él afirma que no existe, lo cual es contradictorio.

Como bien dijo Monseñor Schneider, en una entrevista que se le hizo en Adelante la Fe, el Papa no es dueño absoluto de la verdad, sino siervo y vicario de ella. Y sabemos todos muy bien lo que dijo Jesucristo de Sí mismo: "Yo soy la Verdad ... Nadie va al Padre sino por Mí" (Jn 14, 6). Y san Pablo: "Aunque nosotros o un ángel del cielo, os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!" (Gail 1,8). 

En los Hechos de los Apóstoles podemos leer: "En ningún otro [hablando de Jesucristo] hay salvación, pues ningún otro Nombre hay bajo el cielo, dado a los hombres, por el que podamos salvarnos" (Hech 4, 12). ¡Luego sí hay verdades absolutas!

Joseph Ratzinger (futuro Papa Benedicto XVI) ya en 1969 sostenía que criticar las declaraciones papales no solo es posible, sino incluso necesario, si el Pontífice se desviaba del Depósito de la Fe y la Tradición Apostólica.


Y ya Papa, como Benedicto XVI, en la homilía de la santa Misa de toma de posesión de su cátedra, el 7 de mayo de 2005, afirmó con toda claridad:
El Papa no es un soberano absoluto, cuyo pensamiento y voluntad son ley. Al contrario: el ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su Palabra. No debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse constantemente a sí mismo y la Iglesia a la obediencia a la Palabra de Dios, frente a todos los intentos de adaptación y alteración, así como frente a todo oportunismo
Siendo esto así, sin embargo, se cuentan por miles las declaraciones de Francisco en las que se desvía de la sana Doctrina

De ahí el deber de todo católico [en la medida de sus conocimientos y de sus posibilidades],  de actuar criticando todas aquellas declaraciones que (aunque hayan sido pronunciadas por el Papa) se oponen al Depósito de la Fe y suponen una ruptura con la Iglesia Católica de siempre que, al contrario de lo que algunos piensan, no surgió hace cincuenta años, con el Concilio Vaticano II, sino que su origen data de hace dos mil años: nos referimos, claro está, a la verdadera Iglesia, la que fue fundada por Jesucristo y cuyo Depósito ha sido transmitido fielmente desde entonces hasta nuestros días, pese a la debilidad y a los pecados de algunos de sus miembros, Papas incluidos.

Ese es el motivo de todos estos posts, relativos a las palabras que pronuncia el Papa, en cada momento, porque es preciso aprender a discernir (en un verdadero discernimiento, basado en la verdad) lo que es ortodoxo de lo que se aparta de la Doctrina de la Iglesia

Con relación a la idea de verdad absoluta, además de las expresiones señaladas más arriba, he aquí algunas más, pronunciadas por el papa Francisco:

“Cada uno tiene el derecho de seguir la religión que crea verdadera”

"Cada uno tiene su idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él los concibe



Dios está en la vida de toda persona

Los que son cristianos, con la Biblia, y los que son musulmanes con el Corán, con la fe que recibieron de sus padres. Dios es un solo: el mismo

Padre, ¿puedo rezar con un evangélico, con un ortodoxo, con un luterano? — ¡Debes, debes! Habéis recibido el mismo bautismo – Las diferencias entre los sacramentos católicos y el culto luterano son “las explicaciones, las interpretaciones”. Hacéis lo mismo, tanto en lengua luterana como en lengua católica, pero es lo mismo.

Amoris Laetitia versus Magisterio de la Iglesia

Y así podríamos continuar y no tendría fin. Mi interés aquí es analizar, aunque sea de paso, cómo es posible que sean verdad una cosa y su contraria.


Decir que el Dios de los cristianos es el mismo que el dios de los musulmanes y que comparten la misma fe, que todos son hijos de Dios y que, por lo tanto, Dios es el Padre de todos,  etc ... todo este relativismo lo que viene a significar, en definitiva, es que Dios es un invento del hombre ... o lo que es igual, que en realidad Dios no existe: es la "conciencia" de cada uno lo único que cuenta. No existen verdades absolutas. Nadie puede estar seguro de estar en la verdad y por lo tanto, el proselitismo es una solemne tontería. No existen reglas externas por las que tengamos que guiarnos. Cada cual se fabrica sus propias reglas de vida: "Viví y dejá vivir": esa es la fórmula de la felicidad, según Francisco.

De este modo se niega la ley natural: cada uno es ley para sí mismo. Pero, ¿qué es esto, en el fondo, sino admitir que lo único que hay y que tenemos es esta vida terrena y que no existe otra ... puesto que la conciencia individual es lo único que importa y la única regla por la que hay que guiarse?. 

Y, sin embargo, este "aparente" engrandecimiento del hombre y de su libertad es una gran mentira. La "libertad" se "eleva" a tal categoría que le "posibilita" cambiar la realidad, una realidad que se identifica con los propios deseos. De tomarse en serio este engendro todo estaría justificado: el divorcio, el aborto, la homosexualidad, etc. Evidentemente esto es una barbaridad y un absurdo, pero es lo que se desprende de esas ideas, si aplicamos la lógica. Y, de hecho, ¿qué es, si no, lo que está ocurriendo hoy en este mundo, que ha rechazado toda idea de trascendencia y que lucha con odio por borrar a Jesucristo de la faz de la tierra? 

Esta guerra no es contra el resto de las religiones porque se sabe que todas ellas son inventos humanos y que, por lo tanto, no son demasiado problemáticas. La Religión Católica, en cambio, es la única verdadera, es la  única mediante la cual es posible llegar a Dios, al único Dios, manifestado en su Hijo, hecho hombre: Jesucristo, que es igualmente Dios. Esa es la verdad. Y la verdad no se soporta: "Llegará un momento en el que los hombres no soportarán la sana doctrina sino que, dejándose llevar de sus caprichos, reunirán en torno a sí maestros que halaguen sus oídos, y se apartarán de la verdad, volviéndose a las fábulas" (2 Tim 4, 3-5)

Esa lucha a muerte contra la verdad, es decir, contra Jesucristo, es algo inconcebible y sólo puede explicarse, a mi entender, como algo diabólico, como algo que Dios está permitiendo, habida cuenta de que el hombre no quiere saber nada de Él. En mi opinión -que es sólo eso, una opinión para intentar explicar lo que está sucediendo- Dios le ha dado permiso al Diablo para que actúe a sus anchas.  La existencia del Diablo no es ninguna metáfora o algo obsoleto, propio de situaciones históricas más ignorantes que la nuestra. De hecho, según Jesucristo, que es Dios y cuyas palabras son Espíritu y Vida, y en quien no cabe engaño alguno (Jn 8, 45-46), habla del Diablo como del "Príncipe de este mundo" (Jn 12, 31) ... "homicida desde el principio y padre de la mentira" (Jn 8, 44).

Pues, al fin y al cabo, no debemos olvidar que "no es nuestra lucha contra la sangre o la carne, sino contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos que están por las regiones aéreas" (Ef 6, 12).  Y en el Apocalipsis, que es un libro revelado por Dios, como lo son todos los de la Biblia, se habla de la Bestia, diciendo que "se le concedió hacer la guerra contra los santos y vencerlos; se le concedió también potestad sobre sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adorarán todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyo nombre no está inscrito, desde el origen del mundo, en el libro de la Vida del Cordero, que fue sacrificado. Quien tenga oídos, oiga" (Ap 13, 7-9). 

Y la gran mentira a la que hoy está sometido el mundo es pensar que si hay alguna verdad ésta está ligada a lo que le dicte su propia conciencia, la cual adquiere un valor absoluto. Se cae así en el relativismo más despótico que podamos imaginar, al que ya hacía referencia el papa Benedicto XVI , en la Misa Pro Eligendo Pontífice, 18 de abril de 2005. La dictadura del relativismo está alcanzando hoy niveles alarmantes. Esto decía BXVI:
A quien tiene una fe clara, según el Credo de la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalista. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse «llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina», parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos.
Y como consecuencia inevitable, las personas no se entiendan entre sí. Puesto que se considera que no hay nada absoluto y que todo es relativo [todo excepto decir que todo es relativo, afirmación que es absoluta y que no se puede discutir, de modo que sí hay algo absoluto, cayendo así en una contradicción] ¿qué diálogo cabe esperar?  Si lo que para mí es blanco para tí es negro, y para el vecino amarillo, ¿qué puede unirnos? ¿De qué vamos a hablar? ¿Qué tipo de "diálogo" es ése en el que nadie escucha al otro, porque está convencido de que todo lo que el otro diga es falso, excepto si coincide con lo que él piensa? 

Como digo, este ambiente de relativismo que hoy domina  el mundo es una de las principales causas de la incomunicación existente entre las personas ... curiosamente una incomunicación que se da, precisamente, en la era de las comunicaciones.

No hay verdadero diálogo, no hay comunicación entre las personas, porque se ha rechazado la verdad ... el amor por la verdad que es lo único que podría sacarlas de su aislamiento y de su vacía soledadLa negación de la realidad, la seducción por la mentira, el no poder soportar la verdad ... el rechazo de Dios, del único Dios, manifestado en Jesucristo,...,  el pecado, en definitiva, es la verdadera causa de donde provienen todos los males que aquejan a este mundo

José Martí