ACTUALIDAD COMENTADA 28 de Octubre de 2018
Duración 10:22 minutos
Escribo a continuación uno de los comentarios que se hicieron a este vídeo del padre Santiago Martín, en referencia al Sínodo de los Jóvenes - 2018.
Dice así:
Dice así:
"Documento final suavemente ambigüo pero no rupturista"???Acaso usted leyó la biblia alguna vez? Le parece que Jesús fue en algún momento "suavemente ambigüo" en su hablar o llamaba a las cosas por su nombre?? Acaso no se da cuenta, en su afán de defender lo indefendible que se requiere y espera de los sacerdotes católicos posiciones CLARAS y FIRMES y NO sujetas a INTERPRETACIONES?? Así pasó con el Amoris tristizia y por lo visto no hay clero que defienda las enseñanzas de nuestro Señor, que siga a Cristo y no al hombre. Qué decepción!
Ésta es mi respuesta a ese comentario, que incluí también allí y que ahora coloco en el blog:
Estoy de acuerdo en lo de la ambigüedad. Ciertamente este sínodo ha sido un desastre, como era de prever. Las consecuencias que se van a derivar del mismo, conociendo a Francisco, van a ser catastróficas, si se mantiene en la línea que lleva ya durante más de cinco años. Entiendo perfectamente su enfado. A mí me pasó igual cuando dijo que el Sínodo ha resultado mejor de lo que se esperaba. ¿Se puede definir como «mejor» a un sínodo tan ambiguo y desastroso?. Esto es lo que me desconcierta un poco con relación al padre Santiago, a quien aprecio de verdad. Creo que es un buen sacerdote ... pero le falta contundencia a la hora de hablar, al menos en este caso concreto, aunque no es el único. Eso me apena.
Ahora bien: pienso que no está bien contestarle diciendo: «¿Acaso usted leyó la biblia alguna vez?» Eso es una ironía ofensiva, pues sabe perfectamente que la respuesta es afirmativa. La ha leido y la ha meditado mucho. No obstante, somos humanos y, a veces, debido a la rabia, a la decepción o a lo que sea, nos expresamos de una manera que podría herir al otro. Y eso no está bien: la verdad siempre, por encima de todo. Por supuesto que sí ... pero con caridad. Bueno, esto no lo digo yo. Lo dijo San Pablo, aunque no recuerdo ahora mismo el lugar de la cita.
Si le sirve de algo, como le digo, yo me quedé también bastante triste y decepcionado al oír lo que decía el padre Santiago sobre este Sínodo, hasta el punto de dejar de suscribirme a esta página web. Pero luego, con más calma, he pensado que el tiempo que dedico a disgustarme estaría mucho mejor empleado dedicándolo a querer más al Señor y a la Virgen María, nuestra Madre. Sufrir sí, porque es mucho lo que está en juego, pero que sea un sufrimiento por amor al Señor. Indignarse ... pues también, porque este mensaje llega a mucha gente. Y -en mi opinión- pienso que el padre Santiago, aunque no me cabe duda de su buena intención, se ha equivocado al considerar este Sínodo tan ambiguo y amañado, como algo positivo, cuando no lo es, ni muchísimo menos.
Pero, dicho eso, pienso también que es preciso controlarse y no lanzar -sin pensar- palabras que puedan ser ofensivas: eso no agrada al Señor (máxime cuando se sabe que dichas palabras no se corresponden con la realidad): ¿Cómo puede decirle al padre Santiago si se ha leído la Biblia alguna vez? Es evidente que lo ha hecho y no una, sino infinidad de veces ... algo que usted ya sabe.
Además, se trata de un sacerdote, razón de más para no expresarse de ese modo, primero por el respeto que se le debe a cualquier persona, pero mucho más aún si se trata de un sacerdote quien, por definición, es un hombre de Dios.
No quiero repetirme. Rezaré por el padre Santiago para que hable con más energía y sin miedo; y rezaré también por usted para que su decepción no le lleve al desánimo ni a la falta de esperanza. Es una prueba más que, tanto usted como yo, debemos superar con la ayuda del Señor, la cual nunca nos va a faltar. Espero no haberle ofendido. El consejo que le doy me lo he dado primero a mí mismo. Que Dios le bendiga.
José Martí
NOTA: Es de agradecer a Dios el hecho de que la mayoría de los comentarios a este vídeo van en este sentido. La ambigüedad no es buena. Y, desde luego, no es cristiana, ni mucho menos católica. Parece que el «sensus fidei» de la gente de buena voluntad está funcionando. Y pienso que Dios se va a servir de esto para dar una solución a la grave crisis por la que está atravesando la Iglesia de hoy.