Homilía del 22 de noviembre de 2015 (Mt 24, 15-35)
El evangelio de hoy nos habla de los tiempos finales y de la segunda venida de Cristo. Los tiempos finales irán precedidos de una serie de señales que serán clamorosas y espectaculares, aunque nadie les hará caso.
1.- Cuando veáis la abominación de la desolación establecerse en el lugar santo.
2.- En aquellos tiempos surgirán falsos cristos y profetas que engañarán a muchos.
3.- Habrá una gran tribulación, como no la hubo desde el principio del mundo.
4.- Se alzará pueblo contra pueblo, nación contra nación, habrá guerras y rumores de guerras.
5.- Pero antes de que todo eso suceda habrá contra vosotros una gran persecución.
6.- Se producirá la apostasía universal, tanto de la jerarquía como de los fieles.
A pesar de que todas estas señales serán tan claras, el momento final será sorpresivo e inesperado.
De hecho, vivimos ya en una situación de apostasía general y estamos sumidos en la mentira. ¿Es esta situación culpable? El mismo Señor nos lo dice: Serán engañados los que quieran perderse, pero no los que quieran ser fieles a Cristo.
Esto explica el silencio actual de las ovejas y de los pastores.
- Juicio sobre la masacre de Madrid del 11 de marzo del 2004.
- La sustitución de Benedicto XVI por el papa actual.
- La actitud de la Conferencia Episcopal Española.
Una situación difícil, pero que no tiene que llevar a la angustia a todo aquel que de verdad quiera ser fiel a Cristo. Para la justicia final tendremos que esperar, como nos dice San Pedro en su segunda carta, al cielo nuevo y a la tierra nueva donde brillará la justicia.
Padre Alfonso Gálvez