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Francisco está realizando cambios drásticos en tu Iglesia, a base de Motus propios, exhortaciones apostólicas, encíclicas, charlas, homilías en santa Marta, etc ... en las que rompe con la Tradición de veinte siglos, para adaptarse y claudicar ante el mundo. Parece como si el Obispo de Roma hubiera apostatado públicamente de la fe en Tí; eso es, al menos, lo que se ve, por ejemplo, en el video de enero de 2016. Y tiene prisa: quiere atar bien todos los cabos, antes de morirse, para evitar que se pueda volver a la genuina Iglesia católica.
Se está dedicando a "renovar" casi todos los cargos de la Curia, (también aquí) en la que quedarían prácticamente sólo aquellos que "piensen" de manera análoga a la suya y estén de acuerdo en enfocar la vida de la Iglesia conforme a las disposiciones más heterodoxas del Concilio Vaticano II, un Concilio cuyo "espíritu" no es, desde luego, el Espíritu Santo, pues es mundano y no es tu Espíritu, no el de la Iglesia que Tú fundaste.
Y los elige entre los más "jóvenes". Para los más ortodoxos y fieles a la Tradición no hay nombramientos "prácticamente" (tal vez alguno por razones "tácticas", como en el caso del cardenal Sarah; aun así lo hace y luego le cambia de puesto de modo inesperado), hay algunos que presentan su renuncia directamente, antes de que los echen; y tal renuncia es admitida, sin dilaciones. En cuanto a los ortodoxos que aún se mantienen en la Curia están, casi todos, próximos a su jubilación. Cuando cumplan los 75 años no se les renovará el cargo, con toda seguridad, para que no creen problemas. Tenemos así el caso reciente del cardenal Müller (aquí y aquí) que, al menos en lo que se refiere a Amoris Laetitia, es ortodoxo. Pues bien: no se le renovó en el cargo por cinco años más, cuando esta práctica ha sido siempre lo usual para estos casos. Sin embargo, los que son claramente heterodoxos o "progres" (por así decirlo) no han tenido ningún tipo de problema en su renovación. Así ha ocurrido recientemente con el cardenal Maradiaga, pese a los escándalos económicos a los que ha dado lugar (aquí y aquí).
Francisco está "renovando" la Curia, eligiendo como papables a un conjunto de cardenales cuyo rasgo común o condición (sin importar su edad) ha de ser necesariamente (aunque esto no se diga de un modo expreso) que apoyen "su" manera "especial" de enfocar la vida de la Iglesia, una manera que es, como bien sabes, Señor, del más puro estilo modernista, del cual estuvo influenciado completamente el Concilio Vaticano II, desde sus comienzos, allá por el año 1962. Y, sin embargo, todos sabemos que "el modernismo es la suma de todas las herejías", al decir del papa san Pío X, cuyo lema era "Instaurare omnia in Christi": y esto sí es lo propio de un Papa.
Hoy no es el caso. A aquellos cardenales que optan por mantenerse fieles a Tí, Señor, y a tu Iglesia, tal y como se ha entendido siempre esta fidelidad a lo largo de casi dos mil años de cristianismo, desde que Tú la fundaste, a éstos, a los auténticamente católicos, se les considera como anclados en el pasado y rígidos aplicándoles también otros calificativos mucho peores, que inciden en faltas de caridad. La división entre los cardenales es un hecho (aquí, aquí) con el consiguiente escándalo del pueblo cristiano, que anda confundido y desorientado.
Muchos cardenales partidarios de Francisco se dedican a perseguir a los otros, más o menos solapadamente ... y también abiertamente, sin ningún tipo de tapujos, insultándoles con descaro y haciéndolo público. Así ocurrió, por ejemplo, con el cardenal Coccopalmerio y con Monseñor Papamanolis. Hay también otros que mienten, con total tranquilidad, como el cardenal Cupich.
Y este ataque a los cardenales ortodoxos no proviene sólo se los otros cardenales sino que esto ocurre igualmente en determinados medios "católicos" on-line, como Religión digital, y revistas, como Alfa y Omega. Es el caso de Juan Vicente Boo, miembro del Opus Dei, quien en su libro "El Papa de la alegría", arremete contra el cardenal Burke sin piedad, comparándolo con el hereje Hans Küng (aquí )
Entre los ortodoxos, me vienen ahora a la mente otros nombres de personas o asociaciones que han sufrido en sus propias carnes el efecto Francisco. Es el caso de Monseñor Liviéres (del Opus Dei), de los Franciscanos de la Inmaculada (aquí, aquí, aquí, etc...) de los Cardenales de las Dubia (Burke, Brandmüller, Meisner, Caffarra), del cardenal Pell, etc... Habría que tener en cuenta, igualmente, a otros cardenales que se han sumado a las Dubia. Afortunadamente, todavía quedan y van surgiendo voces nuevas de personas que siguen manteniendo la integridad del Mensaje, tanto obispos (aquí, aquí, etc.) como sacerdotes: caso del padre Thomas Weinandy (aquí, aquí) y seglares. La lista sería interminable si, además, tenemos en cuenta a todos aquellos, incluidos los laicos o seglares que le han hecho una corrección filial a Francisco. Finalmente ha habido una iniciativa de tres obispos de Kajastán (Tomash Peta, Jan Pawel Lenga y Athanasius Schneider) que han realizado una profesión de fe sobre las verdades inmutables del matrimonio sacramental, (31 de diciembre de 2017) a la que se van adhiriendo, paulatinamente, unos cuantos Jerarcas más. Es ésta:
No es lícito (no licet ) justificar, aprobar o legitimar, ya sea directa o indirectamente, el divorcio y una relación sexual estable no conyugal mediante la disciplina sacramental de admitir a los llamados "divorciados y vueltos a casar" a la Sagrada Comunión, una disciplina ajena a toda la Tradición de la fe católica y apostólica.
Tranquiliza un poco, Señor, el saber que no todo es corrupción en tu Iglesia y que sigue habiendo católicos (desde la más alta Jerarquía hasta los seglares) de toda clase y condición, que no están dispuestos a renegar de su fe en la Tradición viva de la Iglesia por Tí fundada.
Son pocos, pero los hay. Sí, hoy también hay santos que son los que salvarán a la Iglesia ... porque son personas que están íntimamente unidas a Tí y que reflejan en su cuerpo tu propia Vida. En ellos estás Tú actuando, porque han sabido ser generosos y dártelo todo.
Y Tú, Señor, no te dejas vencer nunca en generosidad. Por eso seguiremos rezando y luchando, permaneciendo siempre vigilantes para no dejarnos engañar por las fuerzas del Maligno que están actuando hoy con un gran Poder en todo el mundo. Tenemos tu gracia, que no nos va a faltar, pues sin ella nada podríamos hacer en orden a nuestra salvación.
Nuestro sufrimiento, unido al Tuyo, tiene un Poder Redentor mucho mayor que el "Poder" del pecado que asola a toda la humanidad. Mientras tanto, vivimos de esperanza, con la confianza y la seguridad de que Tú no nos dejarás nunca, por muchos obstáculos que encontremos en nuestro camino hacia Tí ... Tú nos ayudarás, siempre en el seno de la verdadera Iglesia, fuera de la cual no hay salvación posible.
Como te iba diciendo, Señor, ése es el estilo que ha seguido el papa Francisco desde que fue elevado a la categoría de Sumo Pontífice, hace ya cinco años: Ordeno y mando ... y se hace lo que yo digo, por más que hable de colegialidad y de descentralización en la Iglesia y de darle mayor poder a las distintas Conferencias Episcopales (lo que, por otra parte, es un disparate, dado que les ha dado potestad, incluso, para traducir la Biblia, cada una a su manera, con lo que Tu Palabra quedaría relativizada y no sería ya Tu Palabra sino inventos humanos que no dan la Vida y que dejan vacías a las personas).
Independientemente de esto, Francisco tiene una agenda que cumplir y eso es lo que hará, ignorando todo lo que se oponga a ella ... sean sínodos o lo que fuese. Amoris Laetitia, por ejemplo, no fue el resultado de los dos Sínodos sobre la familia, sino algo que ya estaba programada desde hacía mucho tiempo (aquí, aquí ). Luego ha ignorado las Dubia (aquí, aquí, aquí) que, con sumo respeto le han dirigido cuatro cardenales (dos de ellos ya fallecidos), no les ha recibido y ha rechazado el hablar con ellos (aquí, aquí). Y todo el que le ha hecho la contra ha acabado perdiendo su puesto. Por eso se respira un ambiente de miedo en el Vaticano (aquí, aquí) y en toda la Iglesia, en general. Y expulsan a todo el que es crítico con Amoris Laetitia (aquí, aquí, aquí)
Hace falta gente valiente, que la hay. Saldrán a la superficie esos santos que ahora están escondidos, rezando con fuerza por tu Iglesia. Y lo harán si Tú se lo pides, porque Tu Iglesia no puede desaparecer. Así lo has prometido y Tú cumples siempre tus Promesas.
La gente está totalmente al margen de la gravedad de lo que está ocurriendo porque estas noticias no salen en los grandes medios de comunicación de masas, que están en poder del Maligno. Jurídicamente Francisco es el Papa: sin embargo, no tiene autoridad para decir la cantidad de herejías que está diciendo, como si la Iglesia fuera suya. Él no está cumpliendo con su misión de conservar el Depósito recibido. Y por eso un católico no puede obedecerle cuando diga algo que se oponga a la Sagrada Doctrina que nos ha sido transmitida por la Tradición (escrita y hablada) y por el Magisterio Perenne de la Iglesia.
En su carta a los Gálatas les decía el apóstol Pablo: "Me sorprende que abandonéis tan deprisa a quien os llamó por la gracia de Cristo, para ir a otro evangelio; no que haya otro, sino que hay quienes os perturban y quieren trastocar el Evangelio de Cristo. Pero aunque nosotros o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!. Como hemos dicho, y ahora vuelvo a decirlo: si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! ¿Busco yo acaso el favor de los hombres o de Dios? ¿O es que deseo agradar a los hombres? Si aún tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo" (Gal 1, 6-10)
Esta lectura es lo suficientemente clara como para que los católicos sepamos bien a qué atenernos. Eso sí: es necesario que vivamos vigilantes; y que adquiramos una mínima formación acerca de nuestra fe, para que no nos engañen: ¡es mucho lo que está en juego como para que no nos preocupemos y pensemos que lo que está ocurriendo no va con nosotros! Tal actitud, propia del avestruz, no sólo no soluciona los problemas sino que los agrava. Los católicos tenemos que estar dispuestos a dar testimonio de nuestra fe y de nuestro amor a Tí, Señor.
Es una pena que los cuatro cardenales que se le enfrentaron no hayan sido lo suficientemente enérgicos como para hacer la corrección formal, sin dar tantas vueltas como han ido dándole al asunto. El cardenal Burke dijo que lo haría después de la Epifanía de 2017 (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí ). Burke fue enviado a Guam primero y luego a Malta. El problema es que más adelante se acobardó. Para entonces (Diciembre de 2017) ya había fallecido Meisner y Caffarra. Todos los que le hacen la contra (¡no sé si será "providencial"!) van desapareciendo, bien porque fallecen: Cardenales Meisner y Caffarra ... bien porque son despedidos (Cardenal Müller: aquí, aquí, aquí, aquí ) o bien porque se les cambia de oficio (cardenal Sarah ... aunque luego le reprende) o los envía afuera (cardenal Pell, uno de los del G-9: aquí, aquí, aquí, aquí ) ...
¡Con la reforma total de la Curia no queda ya casi ningún cardenal que no sea de los que piensan a su manera! Francisco está haciendo una purga de mucho cuidado. Y todos le tienen miedo.
Yo, desde luego, pienso que, además de escribir en el blog, o de hablar con los pocos medios de que se dispone, la solución al problema actual de la Iglesia y del mundo sólo puede venir de Tí, Señor. Esto, en realidad, no es nada nuevo: "Sin Mí nada podéis hacer" (Jn 15, 5). Sin embargo, esto aparece ahora más claro que nunca. Así, pues, pienso que lo más importante de mi labor y de la labor de todo católico ha de ser, sin dejar de luchar en lo que nos concierne, orar con más fuerza y con más insistencia, sin desfallecer ... porque, como Tú bien decías: "esta clase de demonios no se puede vencer si no es con la oración y el ayuno" (Mt 17, 21; Mc 9, 29)
Continuará
