Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
Por la vía de los hechos se está cambiando la Doctrina, aunque se diga, por activa y por pasiva, que hay continuidad con la Tradición. No la hay. Tenemos ojos para ver, oídos para oír e inteligencia para pensar. Y para algo nos los ha dado Dios: para que hagamos un buen uso de ellos.
El cerrar los ojos como el avestruz no es lo propio de quien busca la verdad, no es lo que define a un cristiano que se precie de serlo pues, como dice san Pablo: "Nada podemos contra la verdad sino en favor de la verdad" (2 Cor 13, 8). Y es que la verdad se identifica con Dios, que es Verdad infinita. Esto es tan importante que no se salvarán quienes no se abran al amor de la verdad y prefieran la iniquidad en vez de creer en la verdad (cfr 2 Tes 2, 10-12). El rechazo de la verdad es, en definitiva, un rechazo a Tí, Señor, que dijiste de Tí mismo: "Yo soy la Verdad" ... "Nadie va al Padre sino por Mí" (Jn 14, 6). Y, sin embargo, hoy lo único que importa, no sólo en el mundo sino también en Tu Iglesia, es lo que podríamos llamar "hermandad" universal así como el "ecumenismo" (mal entendido), en donde se identifica la felicidad como el "vive y deja vivir". Nos hemos construido una "religión" meramente humana, que es un invento de los hombres y que es, por lo tanto, falsa, como lo son el resto de las "religiones" a las que se quiere equiparar con la Religión Católica en igualdad de condiciones. Mucho se ha hablado sobre este asunto del Ecumenismo, un auténtico desastre para el devenir de la Iglesia, la cual tendría que ceder ante otras "religiones" cristianas (y no cristianas) para dar lugar a una especie de "religión universal para todos" ... un extraño sincretismo que sería cualquier cosa menos la verdadera y única Religión que puede salvar a la humanidad, cual es la que Tú fundaste, cuando fundaste la Iglesia. He aquí algunos artículos que pueden leerse en este blog: Ecumenismo bobalicón (Fray Gerundio)
Añádase a ello, además, las constantes diatribas que lleva dirigiendo ya durante cinco años-en sus homilías de santa Marta- contra estos cristianos cuyo único pecado consiste en mantenerse fieles a tu Mensaje, a la Tradición y al Magisterio Perenne de la Iglesia. Para ellos usa todo tipo de calificativos "misericordiosos" y llenos de "ternura", calificándolos de corazones cerrados, autorreferenciales, con cara de pepinillo avinagrado, anclados en el pasado, fundamentalistas y toda una retahíla de epítetos, algunos de los cuales, que no todos, están incluidos en una entrada de este blog.