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domingo, 2 de septiembre de 2018

El mundo, Jesucristo y Fe en la Iglesia (José Martí)


El único "gobierno" por el que hoy se rige la humanidad, en su conjunto, es la "MENTIROCRACIA" [no encuentro otra palabra mejor para expresar la situación actual]. Democracia, libertad, derechos humanos, cambio climático, ser uno mismo y vivir la propia vida, ... , todo esto son palabras huecas que no significan absolutamente nada. Una farsa y una mentira. Pero, ¿quién es el padre de la mentira sino el Diablo, al cual llamaba ya Jesús [¡hace 2000 años!] el príncipe de este mundo y homicida desde el principioHoy domina la cultura de la muerte (abortos, guerras, homicidios, suicidios, drogas, aberraciones sexuales ...) se quiere justificar lo injustificable y se persigue, incluso, a todo aquel que llame a las cosas por su nombre
Pero las consecuencias están a la vista. Desde que el hombre se ha erigido "dios" a sí mismo, reina el vacío, la soledad y la desesperanza. El hombre no es feliz. Y no lo es porque ha olvidado lo único importante: el amor a Dios.
Dios ha venido y se ha revelado en Jesucristo. Ha venido para salvarnos y ha venido porque nos quiere (sin mérito alguno por nuestra parte). Pero le hemos dado la espalda y lo hemos rechazado, preferimos las tinieblas a la luz, el pecado que esclaviza a la gracia que Él nos ofrece para que seamos auténticamente libres y felices. 

Dios quiere elevarnos a Él y hacernos participar de su divinidad, quiere que vivamos su propia Vida,  cada uno, de una manera personal y única, sin que perdamos, por ello, nuestra propia identidad y nuestra personalidad ... y quiere también vivir nuestra vida, por incomprensible que nos parezca. La única explicación a esto es su Amor, que no es una mera palabra, sino una realidad. Por eso se hizo hombre, sin dejar de ser Dios, para que pudiéramos verlo y amarlo también nosotros, pues sin reciprocidad no podría haber amor verdadero. ¿Y cómo íbamos a amarlo así si no podíamos verlo, ni tocarlo? De este modo siendo, como es, nuestro Dios y Señor, es también nuestro amigo. Y, amando su Persona, que es divina, le amamos a Él, el único Dios verdadero que es, asimismo, verdadero hombre: Jesucristo.

Si Jesucristo no hubiese resucitado entonces no sería Dios sino un farsante. Pero la realidad histórica de los Evangelios es un hecho: no sólo tenemos el hecho innegable de que existen infinidad de pergaminos que lo atestiguan, sino - también y sobre todo- el hecho, igualmente real, aunque no creído por muchos, de que el contenido de esos pergaminos, lo que se lee en ellos, corresponde a una realidad, a algo que ocurrió en un momento determinado de la historia humana, hace 2000 añosY de lo cual dieron testimonio sus apóstoles, aquéllos que lo vieron, lo oyeron y lo tocaron; que vieron su muerte y también su resurrección y su ascensión a los cielos.  ¿Cómo, si no, dieron la vida antes que negar a Jesús? ¿Puede alguien dar su vida por algo que él mismo se ha inventado? Es absurdo. 

Por eso, fueron muchos quienes creyeron en ese testimonio y creyeron en Jesús, aun sin haberle visto: los discípulos de los apóstoles y los discípulos de esos discípulos y así hasta el día de hoy, en perfecta continuidad con la Tradición de la Iglesia que el mismo Cristo fundó para que se extendiera su Mensaje por toda la faz de la tierra. 

Cristo vivió realmente; y era realmente un hombre, como nosotros; era uno de nosotros. Pero no era sólo un hombre. Era, igualmente, Dios: el único Dios, Aquél por quien fue hecho todo cuanto ha sido hecho (Jn 1, 3). Y a ese Dios-hombre es a quien adoramos y a quien queremos, pues nos llama amigos. Y nos habla de transmitir con fidelidad todo lo que hemos recibido a los demásGratis lo habéis recibido, dadlo gratis (Mt 10, 8). De ahí la necesidad y la urgencia de conocer a Jesús, tal y como Él es, y de darlo a conocer a toda la gentecada uno en función de los dones que haya recibido ... y todos esos dones ponerlos al servicio de los demás (1 Pet 4, 10).

De eso va la Religión Católica, la única verdadera, la única que puede dar sentido a la vida. Privados de ella estamos condenados al vacío más horrendo. La vida se queda reducida a un "comamos y bebamos que mañana moriremos" (1 Cor 15, 32). O, como decía Sartre, un existencialista de fama: "La vida es una pasión inútil"

¿Por qué se dan hoy tantos suicidios de jóvenes, hijos de padres adinerados y con "todas" sus necesidades cubiertas? Puede haber muchas razones para ello, pero es común a todos o a casi todos los casos que no soportan el vacío de una vida sin sentido, abocada a la muerte, lo cual no ocurriría si hubiesen conocido a Jesucristo, pues Él daría sentido completo a su vida. En realidad, es el único que puede darla.

Tanta "preocupación" por la gente y por los "pobres" suele ser, con frecuencia, una farsa, un engañoLo único que nos lleva, de verdad, a preocuparnos por los demás, es la fe en Jesucristo, es el conocimiento de que en Él todos somos uno

Concretando: si creemos que Jesús es el Hijo de Dios y nos bautizamos y procuramos vivir conforme a las leyes que Él nos dio [que se resumen en la ley del Amor], entonces pasamos a formar parte de su propio Cuerpo. Somos con Él y en Él ... y entonces se hace realidad aquello de que cuando un miembro sufre todo el cuerpo se conduele.(1 Cor 12, 26-27) También entendemos un poco mejor aquellas palabras de San Pablo: "La caridad de Cristo nos urge" (2 Cor 5, 14) Tremendo misterio éste del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, y en el que hemos profundizado muy poco. Decía el Apóstol: "Ahora me alegro en los padecimientos por vosotros y completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo por su Cuerpo, que es la Iglesia(Col 1, 24). La importante Encíclica Mystici CorporisChristi, de Pío XII (29 de junio de 1943) profundiza en este Misterio. 

Dice san Pablo que  "Cristo amó a la Iglesia y se entregó a Sí mismo por ella, para santificarla, (...) para presentarla resplandeciente ante Sí mismo, sin mancha ni arruga o cosa semejante, sino para que sea santa e inmaculada" (Ef 5, 25.27). Tengamos en cuenta que la Iglesia no es sólo la Iglesia Peregrina, la Iglesia militante, de la que formamos parte todos los bautizados que aún vivimos en esta tierra, sino que forman también parte de ella todos aquellos cuyas almas se encuentran en el Purgatorio (Iglesia purgante) o en el Cielo (Iglesia triunfante). 

Si bien es cierto que la Iglesia militante está formada por personas humanas, hombres y mujeres, que han sido bautizadas, sin embargo, no todos los miembros de la Iglesia militante son fieles; y nos encontramos con muchos miembros de la Iglesia, incluidos altos Jerarcas, que llevan una vida corrupta y que en nada se parece a la Vida de su Maestro ... lo cual no debe de ser motivo de escándalo, si tenemos fe, porque sabemos que la Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólicaverdad de fe, que proclamamos cada vez que rezamos el Credo.  Y así es: es santa en sus miembros que purgan y en aquellos que están ya en la Gloria, así como lo es también en sus santos, que aún sufren en este destierro. Por eso, la conducta inmoral o pecadora de algunos miembros de la Iglesia, no afecta a la Santidad de la Iglesia, como Cuerpo Mïstico de Cristo que es

En cierto modo, se puede decir que la Iglesia es santa y pecadora al mismo tiempo, aunque no en el mismo sentidoÉste es el Misterio. Y por eso cuando decimos "CREO en la Iglesia" se trata de un verdadero acto de fe.
José Martí

"Si lo dice el Papa ... ¡será verdad!": GRAVE ERROR (José Martí) (9 de 9) - RELATIVISMO


Un ejemplo. Dice el papa Francisco que no se puede hablar de una verdad absoluta y que 
cada uno lee a Dios a su manera; por eso digo que no es católico, porque es universal. Una respuesta a esas afirmaciones se encuentra en los links a los que se dirige, tomados del Denzinger-Bergoglio.


También podemos leer lo que dijo Fray Gerundio acerca de esos dichos del Papa, cuando éste afirmó que "no existe un Dios católico"


Dios no es católico, dice el Papa. Luego, si esto lo dice el Papa, los católicos tenemos que decir: amén. ¿Verdad? ¡PUES NO, NO ES VERDAD ... ES COMPLETAMENTE ERRÓNEO! puesto que las palabras del Papa no pueden contradecir las palabras de Jesucristo, de quien se supone que es su Vicario. Además, si como el mismo Francisco dice, no existe la verdad absoluta, ¿por qué iba a ser verdad lo que él dice? Si así fuera, sí existiría esa verdad absoluta, de la cual él afirma que no existe, lo cual es contradictorio.

Como bien dijo Monseñor Schneider, en una entrevista que se le hizo en Adelante la Fe, el Papa no es dueño absoluto de la verdad, sino siervo y vicario de ella. Y sabemos todos muy bien lo que dijo Jesucristo de Sí mismo: "Yo soy la Verdad ... Nadie va al Padre sino por Mí" (Jn 14, 6). Y san Pablo: "Aunque nosotros o un ángel del cielo, os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!" (Gail 1,8). 

En los Hechos de los Apóstoles podemos leer: "En ningún otro [hablando de Jesucristo] hay salvación, pues ningún otro Nombre hay bajo el cielo, dado a los hombres, por el que podamos salvarnos" (Hech 4, 12). ¡Luego sí hay verdades absolutas!

Joseph Ratzinger (futuro Papa Benedicto XVI) ya en 1969 sostenía que criticar las declaraciones papales no solo es posible, sino incluso necesario, si el Pontífice se desviaba del Depósito de la Fe y la Tradición Apostólica.


Y ya Papa, como Benedicto XVI, en la homilía de la santa Misa de toma de posesión de su cátedra, el 7 de mayo de 2005, afirmó con toda claridad:
El Papa no es un soberano absoluto, cuyo pensamiento y voluntad son ley. Al contrario: el ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su Palabra. No debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse constantemente a sí mismo y la Iglesia a la obediencia a la Palabra de Dios, frente a todos los intentos de adaptación y alteración, así como frente a todo oportunismo
Siendo esto así, sin embargo, se cuentan por miles las declaraciones de Francisco en las que se desvía de la sana Doctrina

De ahí el deber de todo católico [en la medida de sus conocimientos y de sus posibilidades],  de actuar criticando todas aquellas declaraciones que (aunque hayan sido pronunciadas por el Papa) se oponen al Depósito de la Fe y suponen una ruptura con la Iglesia Católica de siempre que, al contrario de lo que algunos piensan, no surgió hace cincuenta años, con el Concilio Vaticano II, sino que su origen data de hace dos mil años: nos referimos, claro está, a la verdadera Iglesia, la que fue fundada por Jesucristo y cuyo Depósito ha sido transmitido fielmente desde entonces hasta nuestros días, pese a la debilidad y a los pecados de algunos de sus miembros, Papas incluidos.

Ese es el motivo de todos estos posts, relativos a las palabras que pronuncia el Papa, en cada momento, porque es preciso aprender a discernir (en un verdadero discernimiento, basado en la verdad) lo que es ortodoxo de lo que se aparta de la Doctrina de la Iglesia

Con relación a la idea de verdad absoluta, además de las expresiones señaladas más arriba, he aquí algunas más, pronunciadas por el papa Francisco:

“Cada uno tiene el derecho de seguir la religión que crea verdadera”

"Cada uno tiene su idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él los concibe



Dios está en la vida de toda persona

Los que son cristianos, con la Biblia, y los que son musulmanes con el Corán, con la fe que recibieron de sus padres. Dios es un solo: el mismo

Padre, ¿puedo rezar con un evangélico, con un ortodoxo, con un luterano? — ¡Debes, debes! Habéis recibido el mismo bautismo – Las diferencias entre los sacramentos católicos y el culto luterano son “las explicaciones, las interpretaciones”. Hacéis lo mismo, tanto en lengua luterana como en lengua católica, pero es lo mismo.

Amoris Laetitia versus Magisterio de la Iglesia

Y así podríamos continuar y no tendría fin. Mi interés aquí es analizar, aunque sea de paso, cómo es posible que sean verdad una cosa y su contraria.


Decir que el Dios de los cristianos es el mismo que el dios de los musulmanes y que comparten la misma fe, que todos son hijos de Dios y que, por lo tanto, Dios es el Padre de todos,  etc ... todo este relativismo lo que viene a significar, en definitiva, es que Dios es un invento del hombre ... o lo que es igual, que en realidad Dios no existe: es la "conciencia" de cada uno lo único que cuenta. No existen verdades absolutas. Nadie puede estar seguro de estar en la verdad y por lo tanto, el proselitismo es una solemne tontería. No existen reglas externas por las que tengamos que guiarnos. Cada cual se fabrica sus propias reglas de vida: "Viví y dejá vivir": esa es la fórmula de la felicidad, según Francisco.

De este modo se niega la ley natural: cada uno es ley para sí mismo. Pero, ¿qué es esto, en el fondo, sino admitir que lo único que hay y que tenemos es esta vida terrena y que no existe otra ... puesto que la conciencia individual es lo único que importa y la única regla por la que hay que guiarse?. 

Y, sin embargo, este "aparente" engrandecimiento del hombre y de su libertad es una gran mentira. La "libertad" se "eleva" a tal categoría que le "posibilita" cambiar la realidad, una realidad que se identifica con los propios deseos. De tomarse en serio este engendro todo estaría justificado: el divorcio, el aborto, la homosexualidad, etc. Evidentemente esto es una barbaridad y un absurdo, pero es lo que se desprende de esas ideas, si aplicamos la lógica. Y, de hecho, ¿qué es, si no, lo que está ocurriendo hoy en este mundo, que ha rechazado toda idea de trascendencia y que lucha con odio por borrar a Jesucristo de la faz de la tierra? 

Esta guerra no es contra el resto de las religiones porque se sabe que todas ellas son inventos humanos y que, por lo tanto, no son demasiado problemáticas. La Religión Católica, en cambio, es la única verdadera, es la  única mediante la cual es posible llegar a Dios, al único Dios, manifestado en su Hijo, hecho hombre: Jesucristo, que es igualmente Dios. Esa es la verdad. Y la verdad no se soporta: "Llegará un momento en el que los hombres no soportarán la sana doctrina sino que, dejándose llevar de sus caprichos, reunirán en torno a sí maestros que halaguen sus oídos, y se apartarán de la verdad, volviéndose a las fábulas" (2 Tim 4, 3-5)

Esa lucha a muerte contra la verdad, es decir, contra Jesucristo, es algo inconcebible y sólo puede explicarse, a mi entender, como algo diabólico, como algo que Dios está permitiendo, habida cuenta de que el hombre no quiere saber nada de Él. En mi opinión -que es sólo eso, una opinión para intentar explicar lo que está sucediendo- Dios le ha dado permiso al Diablo para que actúe a sus anchas.  La existencia del Diablo no es ninguna metáfora o algo obsoleto, propio de situaciones históricas más ignorantes que la nuestra. De hecho, según Jesucristo, que es Dios y cuyas palabras son Espíritu y Vida, y en quien no cabe engaño alguno (Jn 8, 45-46), habla del Diablo como del "Príncipe de este mundo" (Jn 12, 31) ... "homicida desde el principio y padre de la mentira" (Jn 8, 44).

Pues, al fin y al cabo, no debemos olvidar que "no es nuestra lucha contra la sangre o la carne, sino contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos que están por las regiones aéreas" (Ef 6, 12).  Y en el Apocalipsis, que es un libro revelado por Dios, como lo son todos los de la Biblia, se habla de la Bestia, diciendo que "se le concedió hacer la guerra contra los santos y vencerlos; se le concedió también potestad sobre sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adorarán todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyo nombre no está inscrito, desde el origen del mundo, en el libro de la Vida del Cordero, que fue sacrificado. Quien tenga oídos, oiga" (Ap 13, 7-9). 

Y la gran mentira a la que hoy está sometido el mundo es pensar que si hay alguna verdad ésta está ligada a lo que le dicte su propia conciencia, la cual adquiere un valor absoluto. Se cae así en el relativismo más despótico que podamos imaginar, al que ya hacía referencia el papa Benedicto XVI , en la Misa Pro Eligendo Pontífice, 18 de abril de 2005. La dictadura del relativismo está alcanzando hoy niveles alarmantes. Esto decía BXVI:
A quien tiene una fe clara, según el Credo de la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalista. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse «llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina», parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos.
Y como consecuencia inevitable, las personas no se entiendan entre sí. Puesto que se considera que no hay nada absoluto y que todo es relativo [todo excepto decir que todo es relativo, afirmación que es absoluta y que no se puede discutir, de modo que sí hay algo absoluto, cayendo así en una contradicción] ¿qué diálogo cabe esperar?  Si lo que para mí es blanco para tí es negro, y para el vecino amarillo, ¿qué puede unirnos? ¿De qué vamos a hablar? ¿Qué tipo de "diálogo" es ése en el que nadie escucha al otro, porque está convencido de que todo lo que el otro diga es falso, excepto si coincide con lo que él piensa? 

Como digo, este ambiente de relativismo que hoy domina  el mundo es una de las principales causas de la incomunicación existente entre las personas ... curiosamente una incomunicación que se da, precisamente, en la era de las comunicaciones.

No hay verdadero diálogo, no hay comunicación entre las personas, porque se ha rechazado la verdad ... el amor por la verdad que es lo único que podría sacarlas de su aislamiento y de su vacía soledadLa negación de la realidad, la seducción por la mentira, el no poder soportar la verdad ... el rechazo de Dios, del único Dios, manifestado en Jesucristo,...,  el pecado, en definitiva, es la verdadera causa de donde provienen todos los males que aquejan a este mundo

José Martí